Si, era tu cumpleaños, pero ese momento en familia era un poco mas acorde a actividades que distrajeran a su pequeña. Por lo que después de un muy lindo almuerzo consistente en varias piezas de hot cakes, habían terminado por salir al zoológico de la ciudad.
Mientras tu preparabas algunas cosas, Ghost se encargaba de llevar a Lizzy al interior de su camioneta, sentándola en su asiento especial para niños ubicado en los asientos traseros. Por mas niña grande que se sintiera aun era pequeña en tamaño y seguía necesitando de aquel aditamento para ir segura.
Con toda la dedicación y paciencia del mundo se puso a abrochar el cinturón de seguridad para ella, probando que estuviera perfectamente colocado y que no la lastimara. Solo cuando estuvo convencido de haber hecho un buen trabajo fue al asiento del piloto y encendió el vehículo, ajustando el clima para que se refrescara el interior, ya que ese era un día algo caluroso.
"¿Cuando podre ir adelante?" Se cuestionaba la mas pequeña mientras jugaba balanceando sus piernas.
"Cuando seas mas grande" Ghost la veía por medio del espejo retrovisor.
"Pero ya soy grande" Se quejo, cruzándose de brazos.
"No lo suficiente"
En respuesta solo obtuvo un pequeño puchero, su hija no estaba muy conforme con aquello.
"Igual que su madre..." Susurro, riendo un poco para si mismo.
"¿Yo que?" Interrogaste al momento en que entrabas al asiento del copiloto, mirándolo fijamente.
"Nuestra hija es idéntica a ti" Por un momento considero la idea de mentir y decir otra cosa, pero cambio de idea pronto porque entendió que le habías escuchado perfectamente y solo preguntabas para probar si era capaz de repetirlo.
"¿Es una queja?" Terminabas de abrochar tu cinturón de seguridad cuando te cruzaste de brazos, una de tus cejas estaba levantada mas que la otra y lo mirabas acusadoramente.
"Es una bendición" Extendió su mano para poder acariciar tu mejilla suavemente, sin separar su mirada de tu ojos.
Con Ghost habiéndose salvado de una discusión contigo, manejo con dirección hacia un pequeño zoológico ubicado en el centro de la ciudad. Era bastante bonito y tenia una diversidad de animales, además de una zona de juegos interactivos. Era el lugar perfecto para llevar a los niños a pasar una tarde.
Tan solo llegar y descender de su camioneta en el estacionamiento, ambos observaron como de inmediato su pequeña hija corría hacia la entrada. No era la primera vez que iban ahí, por lo que Elizabeth ya conocía los animales que ahí vivían, cosa que siempre le emocionaba de todas maneras. Tuviste que ir casi corriendo detrás de ella en lo que Ghost se ocupaba en pagar sus accesos, riendo en el camino por la divertida escena que estaban haciendo ambas.
Empezaron su pequeño recorrido viendo algunas aves, algunas de ellas con un colorido plumaje que llamaba fácilmente la atención, mientras que otras cantaban al unísono, generando un ambiente de lo mas relajante para todos los visitantes. Elizabeth estaba de lo mas divertida observándolas volar dentro del aviario, girando felizmente mientras algunas aves mas pequeñas volaban cerca de ella. Ese pequeño momento fue grabado en video con tu celular, en un futuro seria un recuerdo muy lindo.
Su siguiente parada fue el área de los elefantes. Para ese momento Elizabeth le pidió a Ghost que la cargara sobre sus hombros para poder estar mas a la altura de aquellos paquidermos. Pero aunque Ghost ya era un hombre bastante alto, ni siquiera con su ayuda se les igualaba. Mientras ella emitía sonidos de asombro por cada mínima cosa que hicieran aquellos animales, Ghost estaba mas preocupado por sujetarla y evitar que cayera.
Pero aun así, cada vez que giraba su vista hacia arriba se encontraba con la imagen del rostro de su pequeña iluminado por la emoción de descubrir cosas nuevas a su corta edad. Mantener esa inocente sonrisa era su mayor propósito en la vida.
Lo siguiente fue ir directo a la atracción principal del lugar, el hábitat del león.
"¡Mira papá, ahora hay mas leones!" Gritaba de lo mas contenta mientras se apoyaba de la barra de seguridad. Por suerte, además de esa barra, había una distancia con el hábitat de aquellos animales, por lo que aunque alguien cayera accidentalmente, no terminaría siendo presa de los felinos.
"¿Cuantos hay ahora?" Se agacho para quedar a su altura, mostrando interés por el nuevo dato que tenia su hija.
"Antes eran 4, ahora tienen 6" Utilizando sus dedos le mostro a Ghost la nueva cuenta que había hecho.
"¿No es eso increíble, Lizzy?" Llegaste a su lado, acariciando sus mejillas.
"¡Si! ¿Cuántos animales pueden vivir aquí?"
"No muchos, ellos también necesitan tener un espacio amplio para vivir felices" Le aclaro Ghost.
"¿Podemos tener un león?"
"Definitivamente no" Le respondió rápidamente.
"¿Y un perro?"
"Eso esta en veremos" La miraste con algo de complicidad, en realidad solo faltaba que Ghost diera su visto bueno para que terminaran adoptando uno.
"Dos contra uno no es justo" El brazo de Ghost se envolvió en tu cintura atrayéndote hacia su cuerpo.
"Yo también quiero un abrazo" Elizabeth se acerco a ambos, estirando sus brazos hacia arriba, esperando que cualquiera de sus padres la levantara. Siendo Ghost quien termino por hacerlo.
"Es hora de ir a comer, ¿No creen?" Dijo viéndolas a ambas.
"¡Pizza! ¿Podemos comer pizza?" Intervino aquella pequeña vocecita.
"Esta niña me esta haciendo subir de peso aun después del embarazo" Bromeaste, solo Ghost te escucho, riéndose de tu comentario.
"Tu complexión no es algo que me haga amarte mas o menos" Ahora, en sus brazos, las tenia a ambas. Las dos únicas mujeres en su vida.
"Te estas ganando un premio esta noche" Le susurraste a su oído, obteniendo una sonrisa mas amplia de su parte.
"Esta noche es tuya, mi amor. Tu serás quien no dejara de disfrutar"
Ambos terminaron su pequeña conversación de adultos con un pequeño pero suave beso en sus labios.
Ghost ya conocía perfectamente la ciudad, después de todo la estudio bastante bien antes de decidir que comprarían su propia casa ahí. No solo busco un lugar tranquilo para su familia, sino también que fuese seguro y contara con todas las cosas necesarias cerca.
Por lo que llegar a un bonito restaurante familiar fue cuestión de un par de minutos.
Algunas mesas ya estaban ocupadas pero había suficiente lugar aun, apartaron una de ellas y le pidieron una pizza al mesero. Nada muy elaborado, su pequeña aun estaba acostumbrándose a otros ingredientes. Y la verdad es que la mayoría de esa pizza terminaría siendo consumida por ambos adultos.
Una vez que estuvieron disfrutando de su alimento, te tomaste tu tiempo para admirar a Ghost desarrollándose como padre. Quizá si un tiempo atrás les hubieran dicho que serian padres, ambos habrían terminado negándose rotundamente, especialmente Ghost. Y es que cualquiera que lo conociera diría que Ghost no sabría como cuidar de un niño pequeño, pero la realidad era otra, solo bastaba con ver al hombre delante suyo alimentando con cuidado a una pequeña niña de cinco años a su lado, sosteniendo un pedazo de pizza para que ella no se quemara las manos por lo caliente que estaba. Y vigilando que masticara correctamente el pedazo que había mordido para evitar que se ahogara, para luego entregarle su pequeño vaso con refresco y finalmente, limpiar su boca con una servilleta.
Ghost amaba a su hija, era algo que nadie podría negar nunca. Y tu los amabas a ambos, porque después de tanto tiempo y demasiadas cosas, estabas teniendo tu final feliz. Estabas siendo genuinamente feliz.

ESTÁS LEYENDO
You Love Me
RomanceRegla No. 1: Prohibido enamorarse. El Teniente Ghost y tu han mantenido en secreto una relacion basada solo en el placer físico pero ¿Por cuanto tiempo mas podrán seguir así? Al final uno de los dos va a terminar dándose cuenta que es imposible no...