El arte de bailar bajo la lluvia.

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Por la tarde todos nos quedamos en nuestras casas. Se nubló la tarde y se quedó lloviendo lo
que quedaba del día. Yo estuve con mi familia en el salón jugando juegos de mesa. Después
de cenar vimos una película y fuimos a dormir. Estuve tumbada en la cama mirando al techo,
no podía dormir, faltaban 3 días, no me lo sacaba de la cabeza, tenía miedo de que saliera mal.
Encendí la luz y me puse a escuchar música con mis cascos inalámbricos para no despertar a
mis padres. De repente sonó mi teléfono. Era una llamada.
- ¿Diga? -dije.
- María Elizabeth Grace Walker Freeman...
¿Quién es? -esto era muy extraño.
- yo... Soy... Tú padre!!! -dijo imitando una escena de Star Wars (una película)
- Espera... ¿Oliver? -pregunté.
- Que no que soy tu padre.
- Venga Oliver.
- Ok, está bien... Si soy yo. He visto que tienes la luz encendida, ¿no puedes dormir?
- No.
- Yo tampoco.
- Llueve muchísimo, ¿lo has notado? -pregunté a Oliver.
- Si es verdad. En la casa de en frente hay un charco grandísimo, mañana cuando abran la
puerta se llevarán una sorpresa... Jsjsjs.
- Oye, por muy mal que te caigan los de enfrente tampoco es para que se caigan y se hagan
daño.
- No, pero... Si se encharcaran los zapatos nuevos de Louis Vuitton que se compran cada
semana... Estaría muy gracioso.
- Si bueno, papi les compraría otros -dije.
- Es que son insoportables, se creen que son mejores que nosotros. Una vez fui a comprar el
pan, vinieron en su Ferrari y me dijeron que si buscaba trabajo de criado tendría que asearme
más porque olía a basurero.
- Madre mía, esos niñatos no tienen respeto, me dan asco -dije y el se rió.
- Bueno, ¿Quieres que hagamos algo? No tengo ganas de dormir y creo que tú tampoco -me
preguntó.
- Pero, está lloviendo muchísimo.
- Pues bailamos bajo la lluvia -contestó- venga hagamos algo antes de nuestro posible final.
- Vale, me has convencido. Me cambio que estoy en pijama y me llevo botas impermeables.
Deberías hacer lo mismo. -le aconsejé.
- Si, está bien. ¿En 10 minutos en la puerta de mi garaje, que está seca?
- Si, bye -me despedí.
Después de colgar la llamada me quité el pijama y me puse ropa un poco de sport vieja, ya que
se iba a mojar con la lluvia y unas botas impermeables. Bajé al garaje de Oliver. No era la
primera vez que nos escapábamos los dos juntos por la noche cuando no podíamos dormir.
Salíamos por la ventana y nos encontrábamos. Era una de las ventajas de vivir al lado.
- Hola -me saludó.
- Bueno ¿nos vamos?
- Claro.
- Vayamos a un lugar un poco lejos de aquí para que no nos pillen nuestros padres -propuse.
- Vale, lo siento mucho Grace.
- ¿Por qué?
- Por dejarte atrás -me dijo y echó a correr bajo la lluvia hasta la calle de al lado.
- Oye, tramposo.
Corrimos hasta que llegamos al parque de la esquina nuestros padres no nos podían descubrir.
No había un lugar donde refugiarnos y llovía mucho pero los dos nos mirábamos felices.
- Me da igual que llueva ¡esto es genial! -gritó Oliver.
- Oli, he traído una cosa -dije y saqué de una bolsa que traía un altavoz- por aquí no hay nadie,
no molestaremos si ponemos música. ¿Ponemos nuestra playlist?
- ¡Siiii! ¡Súbele el volumen! ¡Ven y canta y baila conmigo! - dijo y me ofreció su mano para bailar.

Cuando terminamos de bailar volvimos a nuestras casas, de seguro nos habíamos resfriado
pero ha merecido la pena.

Mientras tanto en casa de Oliver
Narra Oliver
Esa noche me lo pasé muy bien con Grace, disfrutamos, bailamos y cantamos. Pero no
encontré el momento de decirla eso.
Mientras me cambiaba la ropa mojada me entró una llamada al móvil de un número
desconocido.
- ¿Diga? -dije.
- Yo sé que sabes lo de la maldición -dijo una voz.
- ¿Quién eres? -pregunté- Grace si eres tú que me llamas para gastarme una broma de
revancha te diré qu–
- Esto no es una broma, esto es de verdad y será mejor que me escuches -dijo
interrumpiendome.
- Si no me dices quién eres te juro que llamo ahora mismo a la policía -le amenacé.
- Si tanto insistes. Mi nombre ya lo deberías saber, has oído hablar de mí, pues verás querido
muchacho mi nombre es...

LA ESPERANZA DE LA LIBÉLULA ~la maldición de Acabrok~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora