Más que una Mujer (Versión nueva)

Capítulo 1

Ocho años antes...

"Acá tienes, tu café negro." Dijo Clarke a su padre al tiempo que luego de entrar en el auto le entregaba un largo vaso de café, que Jake tomó con gusto.

"Mmmmm... huele delicioso, gracias, hija." Respondió el hombre mientras apoyaba el vaso a un lado y luego se estiraba abriendo la guantera del vehículo y sacando una pequeña petaca ante los incrédulos ojos de su hija, que de inmediato frunció el ceño.

"¡Mierda, Papá! ¿En serio? ¡Dame eso!" Clarke estaba furiosa, ahora tratando de sacarle esa petaca de las manos a su padre, quien supo esquivarla.

"Cálmate, Clarkie.... Es solo un poco para darle un toque al café, hace un frío de calar huesos esta noche."

"Papá no me trates como una idiota que no lo soy... Además, ya has bebido lo suficiente... ¡Apestas! Toma, ponte algo de menta en la boca." Clarke le dio unas pastillas que sacó de su bolsillo extendiéndoselas a Jake, quien las tomó.

"¡Qué lo parió, hija! tu siempre con esa nariz tan sensible... Gracias..." Jake quiso sacarle hierro al asunto, tratando de ser un poco bromista con su hija, quien realmente no estaba para bromas, su rostro contraído y sus ojos intensos le decían que estaba realmente enojada.

"¿Cuándo piensas ir a A.A.? ¿O esperas a que te suspendan y te envíen a la fuerza? ¿No crees que sería bastante bochornoso en el informe de tu carrera?" Clarke estaba cansada de la misma charla con su padre, sabiendo que nunca llegaba a ningún lado, pero ella seguía intentando.

"Clarkie sabes que te amo hija con toda mi alma, pero cuando empiezas con ese maldito tema me pones de mal humor..." Contestó Jake luego de ponerle el alcohol a su café y darle el primer sorbo. Su hija sacudía su cabeza sintiéndose impotente ante la escena.

"¡La puta madre, Papá...! ¡Te lo digo por tu bien! ¿O te crees que en la comisaría nadie se da cuenta de tu "problema"? Trato de cubrirte siempre que puedo, pero no es lo correcto y aunque este tratando de ayudarte aquí, parece que te da igual..." Se explicó frustrada y cansada Clarke, tratando una vez más de que su padre la escuche y tome consciencia del serio problema que estaba teniendo.

"Mira, hija, ya déjalo... No es tan serio... Ya iré cuando pueda... lo prometo. Solo necesito tiempo..." Se excusó Jake mirando de soslayo a su hija, para luego dirigir sus ojos llenos de vergüenza hacia la ventanilla cubierta por el calor del café, la cual limpió con la manga de su chaqueta.

Jake ya no podía mirar a su hija cuando Clarke sacaba el tema y lo enfrentaba, lo hacía sentir realmente mal. Era consciente de su problema, pero siempre tenía una buena excusa para ir a ese grupo de ayuda y el tiempo pasaba y su problema se agravaba. Lo que más lamentaba era que su hija estuviera tan pendiente de él y esa maldita adicción, era una enorme vergüenza, pero, aunque trataba simplemente sentía que no podía lograrlo, no podía dejarlo.

Pero se dijo una vez más para sus adentros, que cuando terminaran con ese caso en el que estaban, se pediría sus vacaciones acumuladas y se inscribiría en el grupo de ayuda y buscaría un psicólogo. Deseaba hacerlo especialmente por su querida hija. Tanto Clarke como su hermana Harper se merecían un padre mucho mejor, se decía y repetía cada vez que trataba de dejar la bebida, pero siempre la sombra de la soledad y la depresión eran más fuerte en la batalla.

"Sí, seguro, Papá, la misma respuesta siempre." Clarke comentó irritada y derrotada, mirando al frente tomando su vaso de Latte Machiatto para darle un sorbo.

Sabía que aquello seguía siendo inútil con Jake, pero se prometió mentalmente no cubrirlo más después de esa noche. Hablaría con su jefa la Inspectora Jane Rizzoli para que lo obligue a buscar ayuda, dándole vacaciones obligadas, las que nunca su padre se tomaba desde hacía no sabía ya cuánto.