Las calles no estaban muy concurridas en ese momento, y no se quejaba, más bien, estaba agradecido por ese hecho, estaba muy cansado como para poder aguantar chocarse con alguien o que lo empujaran sin querer, simplemente no podría mantenerse en pie; sin embargo ninguna de las dos cosas era una sorpresa.
No solo venia de una horrible paliza y nula comida por un par de días, si no que también estaba apunto de atardecer; los colores naranjas y rosados estaban comenzando a extenderse por el cielo y el viento comenzaba a sentirse frio, avisando la llegada de la noche y haciendo que la gente fuera a sus casa, abandonando las calles, dejándolas como un pueblo fantasma a cambio de un lugar cálido.
Él también quería hacer lo mismo, quería un refugio.
Se abrazo un poco más, recordando por que no estaba haciendo eso, no seria recibido, no tenia ningún lugar al cual ir.
Era en esos momentos en que la gente normal comenzaría a llamar a sus hijos para que regresaran a casa, regresarían de sus trabajos por descanso y la cena o simplemente dejarían de caminar por allí; en ese momento buscarían refugio del cambio de temperatura y simplemente vivirían normales.
Pero ya le habían dejado claro que él no pertenecía a la gente normal.
No él, un freak, monstroso bicho raro, él nunca podría entrar en la categoría de normal.
Pero tampoco es que pudiera protestar por ello ¿No era así? ¿No habían pensado los estudiantes lo mismo al inicio de año? Que era un monstro, un peligro, el próximo señor oscuro y que no se debía confiar en él.
A pesar de que todo se había arreglado, realmente se arrepentía de haber hablado con a serpiente aquel día, simplemente dejo demasiado daño como para no querer cambiarlo.
Ahora sabia los volubles y condicionales que eran todos ellos, y simplemente no sabia que hacer al respecto con eso.
De todos modos tenia toda la noche para pensar, después de lo que le había hecho pasar Dobby sus tíos obviamente no habían olvidado, por mucho que deseo que eso pasara, y ahora había sido echado de casa, abandonado en la noche fría hasta la mañana siguiente, obligado a regresar para terminar sus asquerosas tareas si no quería perder sus pocas posesiones.
Le llenaba de ira no poder hacer nada, pero no tenia otra opción, no iba a arriesgarse con eso, no recordando algunas de las cosas valiosas que guardaba con amor, como su capa o las fotos de sus padres, simplemente no podía perder nada.
Se sentía con las manos atadas, una cuerda tan apretada que fácilmente dejaría marca y a penas dejaba la sangre circular, pero no podía, por sus padres, por sus recuerdos, sus regalos, no podía hacer nada.
Un viento particularmente mas helado que el resto provoco que temblara ligeramente, odiaba no tener nada con que abrigarse, pero incluso en sus pertenencias no había nada que pudiera ayudarlo en eso, y las ropas de Duddley nunca pudieron cubrirlo bien de ningún modo, así que solo podía resignarse.
Camino unas cuadras más, buscando un poco de refugio entre los edificios y y las calles mas estrechas antes de que anocheciera por completo, no debía quedarse allí, lo sabia, las calles eran mas peligrosas con forme oscurecía, pero estaría bien si solo se quedaba unos minutos antes de regresar a la casa de sus tíos y dormir en un lado escondido del jardín o algo por el estilo.
Podía recordar que antes tenia un lugar para esconderse tras unas tejas que había en el pasado, pero ya no tenia 7 años y no creía que cupiera allí, sin embargo, sabia que si no encontraba donde ocultarse su tia le abriría la puerta y lo encerraría en su habitación por semanas o lo obligaría entrar a la alacena; mejor que morir de frio, supuso.
La temperatura comenzó a bajar con rapidez, tal vez no era la tarde mas fría, ni si quiera era invierno después de todo, pero para alguien tan poco abrigado cómo él, podía sentir el cambio fácilmente.
Fue el momento en que llego a una calle bastante estrecha cuando, al pasar por un pequeño local, sintió una leve sensación de cosquilleo que lo dejo paralizado, sin saber si realmente si lo había imaginado.
Lentamente volteo a ver al local, con duda y curiosidad que sabia que se notaban en su rostro; se veía abandonado, o más probable no muy frecuente, tenia un tinte viejo y bastante polvo el las vitrinas y las paredes que alguna vez fueron de color blanco, pero él ya conocía al caldero chorreante y no era el lugar mas limpio, por lo que la impresión no lo desvió.
Podía sentirlo, la leve chispa de algo mágico, suponía que algo para alejar a los muggles, pero aun así, magia.
Había pensado que no podría volver a sentir o ver magia antes de Hogwarts, así que la situación era inesperada, pero eso no le quitaba la emoción, le hacia ilusión ver que había al otro lado.
No quería perder la oportunidad en entrar, y podría resguardarse del frio durante poco tiempo, habían otros pequeños motivos más, pero eran esos lo que uso para convencer a su lado racional, por lo que, después de dudarlo un poco, empujo la vieja puerta.
Sin saber que al otro lado encontraría un mundo de color y belleza que cambiarían su vida para siempre.
Después de todo, había realmente un espectáculo del otro lado, uno que hizo florecer algo en Harry.
El deseo de ser parte de eso
¿Sus expectativas ante la nueva idea?
Tengo que admitir que era una idea que ya tenia tiempo, me estaba persiguiendo.
No se por que me alcanzo justo ahora, pero no lo pude evitar.
Espero que disfruten esta nueva historia
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The Beautiful Heaven
FanfictionTirado fuera de la casa de los Dursley, Harry decide caminar buscando un poco de refugio contra las frías temperaturas. Fue solo una casualidad, algo inesperado, que encontrara un poco de magia en un local bastante viejo y decidiera entrar. Para que...