- 𝕏𝕀 -

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Las cajas, las antorchas, los pilares, todo ya estaba en su posición, todo rodeando las gradas, decorando y resaltando el enorme aro de plata que colgaba desde lo alto en medio de todo.

Tan bello...

El espectáculo de esa noche no era otra cosa que una obra de arte, sobre todo por la parte de obra, esa noche las actuaciones contarían una pequeña historia complementando con todos los actos.

Acróbatas, malabaristas, aves y fuego, un show visual que mostraría la elegancia que el circo podía otorgar en sus presentaciones tan diferentes y afamadas.

La noche anterior todo había sido sorpresa y asombro, esta noche seria magia y armonía; piezas de lo que significaba ser el circo, la belleza que poseían y podían dar los que eran parte del espectáculo, quienes daban vueltas o se esforzaban por su talento mejorar, era un mundo mágico demasiado encantador.

Y no era el único que pensaba así, por supuesto, todos sus compañeros estaban entregados a las sensaciones de este, la carpa era su hogar, los aplausos su recompensa, sus actos sus deleites, era algo tan armonioso y perfecto que lo dejaba sin palabras, todo encajaba, era ordenado, era magnifico, especial.

No como...

—Ángel, tienes dos personas interesadas en verte— Interrumpió la voz de Jenaeth, cortando todo pensamiento de lo que sucedía en su cabeza.

—Oh... — Fue la única respuesta que pudo soltar, nadie debería estar buscándolo, sin embargo debía encargarse de eso —Voy ahora mismo— Indico antes de dirigirse a la salida de la carpa.

Cuando aparto la cortina lo primero que logro notar fue el cielo azul claro que se extendía en el horizonte, aunque no por mucho si se fijaba en las manchas amarillas que comenzaban a aparecer, estaba oscureciendo.

Movió sus ojos en busca de las personas que lo buscaban, encontrando una melena tupida y castaña y un desordenado cabello rojo que reconocía tan bien, al parecer se habían acercado en  busca de Harry.

—Que es lo que hacen aquí— Pregunto Ángel rápida y fríamente, guardando el tono cordial para después, estaba ocupado organizando con sus familiares, no deberían interrumpirlo.

El tono de voz los tomo por sorpresa, pero Hermione se veía en negativa a irse, agacho la cabeza levemente y busco sus palabras antes de comenzar —Queríamos verte y hablar contigo— Indico en un tono un poco bajo y dudoso.

No se atrevió a decir más ante el seño molesto que floreció en el rostro de su amigo antes de negar con la cabeza —Si desean verme esperen hasta el espectáculo, soy parte del personal del circo y todos estamos ocupados, no tenemos tiempo de hablar con nadie— Indico seriamente.

Sin decir nada más Ángel se volteo, dispuesto a regresar sobre sus pasos antes de ser interrumpido por Mione, una voz ligeramente urgente y desesperada —Espera, Harry, somos tus amigos— intento.

Pero ella y Ron retrocedieron ante la oscura mirada que recibieron tras ese comentario, Ángel estaba molesto, casi fúrico, no entendían, ellos tampoco entendían que en ese momento él era diferente —No, son los de Harry Potter— Se obligo a decir sin gritarlo o gruñirlo antes de regresar a la carpa con velocidad.

¿Por que nadie parecía comprender? ¿Acaso lo conocían tan poco que no se daban cuenta que Harry Potter era un disfraz? Había esperado más de ellos...

Se alejo de la entrada seguro de que no lograrían pasarla, estaba encantada incluso contra los maestros por seguridad, claro, el circo y el temían que los separaran. 

Necesitaba respirar, se sentía especialmente molesto en esa ocasión, era estresante no encontrar comprensión por parte de quienes consideraba cercanos en Hogwarts, ellos no veían más que a Harry Potter, no entendían, no lo comprendían.

The Beautiful HeavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora