The Beautiful Heaven

- 𝕀𝕀 -

Una vez más estaba sentado sobre el trapecio, balanceando levemente mientras respiraba, disfrutando el sentimiento que lo envolvía al estar en el aire, allí, quieto, esperando que la luz se encendiera, para que él comenzara con su pedazo de show.

Esta vez era una rutina mucho más tranquila y delicada, un descanso después de las grandes acrobacias de las gemelas, acompañadas por Allely y Maldrew, con sus impresionantes malabares, aros metálicos que volaron entre las piruetas de las chicas francesas con armoniosa coordinación.

La luz se encendió, tenue, iluminando esta vez un traje oscuro como la noche, su cabello suelto como una pequeña cascada dándole un toque especial; un azul profundo y pacifico que permitía a su figura resaltar mientras quedaba estático en el aire, en posiciones contra las cuerdas que solo algunos trapecistas llegaban a realizar.

Se levanto con cuidado y practica, sin temer ni un segundo por lo inestable que podía ser las cuerdas que lo salvaban de una caída, después de todo, siempre disfruto de un poco de peligro.

La iluminación tomo una ligera fuerza y la suave y lenta musica comenzó; él, estirándose, comenzó con su número, bajando y dando giros lentos, quedando suspendido con solo sus brazos mostrando su fuerza y luego posando una vez más.

Recordando, en esos momentos, como sus compañeros murmuraban de su parecido con un ángel cuando suspendía, una de sus piernas siendo soporte mientras se estiraba y jugaba con su cuerpo, mostrando elegancia de una manera sencilla que él amaba.

Se sostuvo solo con sus piernas, mirando lentamente al publico mientras aplaudían antes de que el pidiera silencio y continuara con la suave danza.

Y no paro, lento y suave giro y se removió antes de dar un salto y recibir aplausos una vez más.

Dejo que su cuerpo mostrara elegancia mientras disfrutaba de hacer el lento espectáculo, de estar en el aire simplemente cambiando de posición; sosteniéndose solo con su cabeza, girando los brazos, continuo, amando cada segundo.

La musica tomo fuerza e intensidad mientras el aumentaba levemente la velocidad de sus actos, aun tomándose su tiempo de simplemente ser, mientras permitía que la musica motivara su ritmo para que coordinaran juntos, como siempre.

Él, un joven trapecista, y la musica, la suave melodía que hacia todo más especial.

Simplemente un escenario mágico.

Se deslizo en las cuerdas hasta envolverse en la varilla y comenzar a girar, impulsándose con sus piernas hasta quedar colgando y luego, una vez más, con una pirueta, regresar a su asiento.

Jugo un rato con la musica de suspenso y su figura alejada de la supuesta seguridad, antes de hacer una maniobra y quedar levitando, quieto con sus pies amarrados en las cuerdas, simplemente allí, elevado incluso sobre el trapecio en si, antes de regresar a el y volver a colgar boca abajo con delicadeza.

Ponerse más peso, probar lo que se creía imposible y luego posar de nuevo, esas simples cosas se sentían como la magia más maravillosa, la armonía mas dulce, la cosa más correcta.

Enredarse de nuevo en las cuerdas y pararse de manos, inclinarse, moverse, sencillamente disfrutar mientras los demás admiraban su diversión como un espectáculo.

Simplemente dejarse caer mientras se movía más rápido, balancearse, girar, volver a caerse y luego, como un simple sueño, termino.

Cayendo, finalizando, dio una reverencia al publico mientras recibía aplausos, ahora todo parecía el final de un maravilloso sueño.

Sentía la perdida como un fantasma que deseaba alcanzarlo, pero la belleza de hacer el acto simplemente no permitía que algo lo desanimara, solo sonrió bellamente, pensando que ya estaba fuera de vista.