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Podía sentir la expectativa, la emoción bajo su piel deslizarse suavemente sobre él de un lugar a otro, como un pequeño temblor de estática llena de sensaciones y electricidad; era un sentimiento que estaba comenzando a adorar, era adictivo y le provocaba un ligero estremecimiento que le recordaba que todo era real.

Que por fin estaba allí, rodeado de una magia que no era la que conocía antes, una de la que ahora era parte.

Se sentía gozoso por eso, no podía esperar más.

Las luces estaban apagadas sobre él y los alrededores, oculto en la oscuridad hasta que el leve foco de luz se encendiera, y diera inicio a su momento, a lo que había esperado hace tanto tiempo, lo que había soñado.

Estaba indudablemente nervioso, mirando a los alrededores con rapidez a pesar de no ver nada, sentía sus manos temblar mientras apretaba de más la cuerda en sus manos, pero su emoción y deseo eran más grande que el pequeño susurro de arrepentimiento que fácilmente podía callar, ahora era parte de un mundo maravilloso, ahora podía hacer magia.

Escucho como un susurro, a pesar del micrófono, como el maestro de ceremonias presentaba un nuevo espectáculo, un acto nuevo con alguien nuevo, una maravillosa sorpresa, y supo que era su señal cuando las grandes telas rojas comenzaron a moverse entre la negrura.

La luz aun no había sido encendida, dejando que la tenue iluminación revelara un poco de su misteriosa figura mientras suspiraba, dejando todo temor atrás.

No desearía otra cosa, no esperaba otra cosa, quería esto y solo esto, nada más.

La luz blanca parpadeo sobre él, no brillante, si no suave, al igual que el acto que había planeado para esa noche, su primer acto.

Nadie sabia que había que esperar de él, era una sorpresa, un voto de confianza, una maravilla bajo tanta magia, ilusión y belleza; tan dulce oportunidad otorgada como un regalo valioso, y no podía sentirse mas que feliz por ello.

Extendió sus manos, dejándose caer, mostrando lentamente su figura como inicio de su número mientras se guiaba suavemente por la musica de fondo, por primera vez no imaginando que estaba allí.

Se dejo llevar, danzando entre las bellas sensaciones y tan efímero momento, se estiro, giro, dio acrobacias y mostro su flexibilidad, colgando lenta y delicadamente de las cuerdas en forma de columpio.

Siguió la suave melodía mientras mostraba acrobacias que nadie esperaba de él, habiéndolas practicado en silencio y secreto, incapaz de apartarse del mundo que amo a penas vio por primera vez.

Continuo, dando giros rápidos y jugando con su fina figura, como había aprendido al observar tantas veces tan bellos espectáculos; sentía la emoción y la alegría brotar de él mientras colgaba sobre las cuerdas, sintiendo una suave brisa acompañante, siguiendo la rutina y la suave musica con deleite.

Congelándose en el aire, simplemente disfrutando estirarse tan delicadamente sobre el suelo, sin importarle en absoluto, por primera vez, los ojos que lo miraban con atención.

Se balanceo rápido, sintiendo la musica calar dentro de él mientras el espectáculo se volvía más rápido; estaba perdido en el placer de hacer algo tan hermoso, una sonrisa suave que se negó a abandonarlo en toda la función, las acrobacias eran emocionantes y seguían la melodía como un baile realmente bello.

Disfruto de los aplausos borrosos mientras giraba sobre sus brazos y se levantaba de pie, continuando con el show, regresando a la suave composición de notas y a los movimientos delicados y lentos, pero no le importaba, era bello, mágico y especial, no había diferencia.

Pronto los nervios pudieron con él y, en lugar de colgar débilmente sobre el columpio antes de continuar, salto al final del espectáculo, haciendo los movimientos finales antes de caer recostado, sabiendo que era suficiente por ese día, suficiente para su primer momento.

The Beautiful HeavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora