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— Y en sus ojos se veía reflejado el dolor al ver a su amado caer frente a ella

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— Y en sus ojos se veía reflejado el dolor al ver a su amado caer frente a ella. Sus manos cubiertas de la sangre del hombre que un día amo con locura. Ahora solo quedaba el recuerdo de un amor lejano, de un amor ingrato que solo supo dañar su antes puro corazón. Dulce venganza por haber roto su alma. – Un suspiro escapo de mi boca, luego de cerrar el libro, había estado leyendo en voz alta sin pausa por la ultima hora, provocando dolores de cabeza en mis dos acompañantes. –

— Y aun no entiendo cómo es que estas tonterías te gustan.

— Porque mi querido y anti romántico hermano. Esto es arte, es sin lugar a duda, una expresión del amor trágico. Y claro que muestra el lado más ingrato de los hombres, lo crueles y traicioneros que son.

— Jamás has hablado con otro hombre que no sea yo. O Simón. O nuestros primos. – El nombrado soltó una carcajada. – y tus únicas experiencias son esos libros que lees sin parar.

— Concuerdo con Alessandro, somos los únicos hombres en tu vida.

— Algún día par de brutos barbajanes conoceré a un hombre que me dé una historia de amor. O uno que me rompa el corazón en mil pedazos.

—  Y ahí estaremos nosotros para golpear a quien se atreva a romper el corazón de mi hermanita.

— Con lo agresiva que es seguramente lo golpea primero. – Soltó Simón provocando risas al interior del carruaje. – pero, recogeremos todos los pedazos para armar nuevamente tu corazón.

Cassandra Grimaldi es mi nombre. Una joven ilusionada con el amor trágico, como el de esos libros gastados que había estado leyendo sin pausa desde que tengo uso de razón. Era mi manera de escapar de la realidad, perderme en las páginas de un libro e imaginar estar en esas historias como una digna protagonista. Me imaginaba día a día como la heroína, la doncella en peligro lista para ser rescatada por su príncipe azul. Claro que eso no evitaba que fuera una chica con un carácter peligroso, tenía lengua de serpiente o al menos eso solían decirme Simón y Alessandro cada que intentaban educarme para que fuera una señorita distinguida e hiciera honor al apellido de nuestra familia. Yo era rebelde, pero sabia en qué momento abrir la boca si era necesario defenderme de algún hombre con aires de superioridad. Podía ser mujer, pero eso no le impedía darme a respetar. Y soltar algunos golpes de ser necesario, culpo a Simón por eso, gracias a sus clases de Boxeo. Si, nada dignas de una señorita. Mi madre enloquecía cada que llegaba cubierta de sudor y con el cabello alborotado.

Junto a mi hermano íbamos por primera vez a Londres para iniciar una nueva vida. Aunque fue para seguir a nuestro mejor amigo quien regresaba a su hogar para arreglar asuntos pendientes de su padre y su título de duque, cosa que al bobo seguía sin gustarle. Los tres habíamos emprendido un largo viaje para instalarnos en una nueva ciudad, conocer nuevas personas y disfrutar de la temporada de primavera. Seria presentada en sociedad, pues ya estaba en la edad para conseguir un esposo digno y mi título. Yo y mi hermano pertenecíamos a un largo linaje de la realeza italiana, aunque claro nosotros solo éramos los sobrinos del Rey, jamás podríamos aspirar al trono, aunque claro a ninguno nos interesaba tal cosa, éramos libertinos. El en persona nos había otorgado el título de marques y marquesa como presente. Nuestro tío nos había dado el honor de poseer un importante título.

El carruaje detuvo su andar a llegar a destino, donde pasaríamos unos cuantos días. El hogar de Lady Danbury quien se había ofrecido a recibirnos . Una mujer de porte elegante y tan refinada que había sido una fuente de inspiración total para mí. Su hogar era esplendido, de un agradable color, un amplio frontis verdoso rodeado de árboles. Era el lugar perfecto para vivir. Con ayuda de Simón baje del carruaje seguida de mi dama de compañía, Leonor que de mala gana había accedido a venir conmigo y dejar todo atrás, no imaginaba mi vida sin ella cerca, después de todo la conocía desde hace muchos años. Admiración, era todo lo que podía pensar en ese momento. Mis ojos azules se iluminaron al imaginar las aventuras que viviría en esa ciudad. 

Desde la puerta principal, ella. Tan divina como recordaba. La había conocido hace unos tres años, durante su visita a nuestro hogar, quedé encantada apenas la conocí. Llevaba un vestido violeta con detalles en negro y claro su infaltable bastón, era la pieza que no podía faltar en ella. El primero en acercarse fue Simón, después de todo ambos tenían una historia bastante larga. Los ojos se me llenaron de lágrimas el día en que Simón me conto toda su historia, quería correr a casa de su asqueroso padre para darle unos cuantos golpes.

— Bienvenidos.

— Lady Danbury. –sin esperar invitación de su parte me acerque a ella dándole un afectuoso abrazo aun cuando esta rechazaba esa clase de muestras. – que gusto volver a verla.

— Lo mismo digo querida. Estas hecha toda una mujer. Alessandro...

— Mi Lady. Gracias por recibirnos en su hogar.

— No hay de que... pueden quedarse aquí hasta que su casa termine de ser preparada. Vamos adentro y me cuentan como estuvo el viaje y hablamos sobre la presentación de mañana.

Apenas dijo eso un suspiro escapo de mi boca. Seria presentada frente a la alta sociedad londinense, frente a la reina Charlotte en persona quien daría su aprobación, esperaba ser de su agrado y me diera su bendición, eso era la manera más prometedora de conseguir pretendientes dignos. Aunque claro que mi hermano y Simón se encargarían de espantar a quien no cumpliese con mis expectativas. Les había dejado más que claro que deseaba casarme con alguien que me amara a mí y no alas riquezas de mi familia, un hombre atractivo y no un ser desagradable y obeso. No es que tenga algo en contra de la gente con sobre peso, al contrario, pero no me imagino a mí misma casada con alguien así. En fin, ambos tenían claro que deseaba casarme por amor, no por interés. De lo contrario prefería vivir en completa soledad. 

¡Primer capítulo del nuevo fanfic!

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¡Primer capítulo del nuevo fanfic!

Espero que le den el mismo apoyo que han dado a todas mis historias. Estoy emocionada con esta historia porque es la primera vez que empiezo con dialogo y no con historia.

¡Aclaraciones! 

1. Serán capítulos cortos de no mas de 1000 palabras. 

2. El fan fic no sigue el mismo orden cronológico de la serie, así que cosas que pasan el capítulo 1 pueden pasar al final y así sucesivamente. 

3. A diferencia de mis otros fan fic que son exacto como pasaron en la película o serie aquí es totalmente diferente. Solo tome algunas cosas de la serie y otras las he ido añadiendo yo. 

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Dulce pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora