XXIII

744 52 1
                                    

Todo estaba saliendo de maravilla, ver a mi madre aquí me llenaba de gozo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todo estaba saliendo de maravilla, ver a mi madre aquí me llenaba de gozo. Mas porque los había extrañado demasiado, durante los días en los que estuve mal, rogaba al cielo poder estar con ella y sentir el cariño de esta. Que cantara bellas canciones para mí, mamá poseía una hermosa voz que siempre me hacia sentir bien. La guardia de mi tía Margarite nos escolto hasta casa, la familia Grimaldi, poderosa y con un legado de siglos ahora recorría las calles de Londres para asistir a la boda de una de las miembros de la familia. Al llegar a casa comencé a gritar como una loca al ver a mi querido Raphael, me arroje a sus brazos dando un par de vueltas con él, mi adorado primo, futuro heredero de nuestro legado.

— La mía bellissima cugina.– Menciono el mientras besaba mejillas. – mi querida Cassandra, estas hermosa.

— Que felicidad verte, tenemos tanto que hablar. – Curve mis labios en una sonrisa sin querer apartarme de él.

— Los gritos se escucharon en todos lados.

— Papá.

— Bella mía. – Mi padre sostuvo mis manos besando estas. – entonces ¿Cuándo conoceremos al hombre que desposara a mi piccola regazza?

— Vendrán a la cena padre. Tío Juliano. – realice una reverencia antes de avanzar hacia él. – gracias por venir.

— ¿Y perderme la boda de mi única sobrina? Y la de Alessandro claro. Espero sea pronto hijo.

— Si, de hecho, será una semana después de la de Cassandra, así que espero puedan quedarse hasta entonces.

— Por supuesto muchacho.

Mi madre, junto a tía Margarite se encargaron de organizar al personal en casa para la cena. Las invitaciones fueron enviadas para la familia Bridgerton, además Lady Danbury estaba considerada para nuestra velada y claro Simón junto a su esposa. Y claro Liz y su familia, mi madre también deseaba conocer a la afortunada que había capturado el corazón de su hijo. Yo por mi parte solo ansió poder ver a mi querido amigo después de tanto tiempo, no es lo mismo las cartas. Quiero verlo en persona. Mi madre había traído regalos desde Italia, de nuestros conocidos que ya estaban enterados de las buenas nuevas. La casa resplandecía ante la presencia de mi familia. A la hora acordada nuestros invitados comenzaron a llegar, apenas vi a Benedict curve mis labios en una sonrisa y claro ellos no tardaron en acercarse realizando una reverencia a mi tío.

— Madre, padre. El es Benedict Bridgerton, mi prometido. Su madre y su hermano mayor el vizconde Anthony.

— Un placer conocerlo mi lord. Su alteza. – Menciono el hacia mi tío.

— Así que el es el joven que desposara a nuestra Cassandra. – Mi tío avanzo hacia él observándolo de pies a cabeza. – espero cuides a mi sobrina.

— Por supuesto su alteza.

— ¡Simón! – grite de alegría al verlo. Avance a prisa hacia el para apretarlo entre mis brazos. – pensé que no vendrías.

— ¿Y perderme esto? Jamás me perdería el momento más feliz de mi mejor amiga.

— Daphne. – nos sostuvimos de las manos antes de besar nuestras mejillas. – te ves radiante.

— Basset. – gire la mirada hacia mi primo. – señorita.

— Grimaldi. – mordí mi labio inferior intentando contener la risa por el saludo de ese par. – sigues igual. – Ambos comenzaron a reír antes de saludarse de forma algo efusiva. – Raphael te presento a mi esposa, Daphne. Daphne, el es el príncipe presumido Raphael Grimaldi.

— Es un placer su alteza.

— ¿Presumido? – Cuestiono este entre risas antes de sostener la mano de Daphne y dejar un beso en su dorso. – duquesa es un placer conocerla. Espero este demente sepa cumplir con su deber de esposo.

— Ven Daphne te presentaré a mis padres, dejemos que este par solucione sus asuntos. – tome a mi amiga del brazo, mi hermano no tardo en unirse a ellos. Perfecto el trío esta reunido.

Nuestra cena paso entre charlas casuales, risas desde algunos rincones. Eloise estaba encantada con mi tía Margarite que no dejaba de contarle lo bello de Italia y lo hermoso que era tener voz propia en un mundo gobernado por hombres con poco cerebro. Y eso claro a ella le parecía increíble, aunque las miradas por parte de Anthony eran despectivas, para él vizconde las mujeres solo eran objeto de obediencia y sin pensamiento propio, algo con lo que los hombres de mi familia no estaban de acuerdo. Mi padre, mi tío, mi primo e incluso mi hermano respetaban nuestras opiniones y decisiones. Creo que esa fue una de las razones por lo que lo mío y lo de Anthony jamás hubiera dado resultado, no soportaría la idea de vivir atada de manos sin tener opinión acerca de asuntos relevantes, no solo deseo ser una ama de casa y criar hijos, deseo más que eso. Tengo voz propia.

— Lady Danbury. – Hablo mi tía Margarite. – tengo entendido que esta enviando invitaciones a toda la alta sociedad de la ciudad ¿No?

— Así es. Las invitaciones están enviadas.

— Según tengo entendido mi sobrina, no desea que todas esas personas estén en su boda. Pero aún así lo hizo. – mordí mi labio inferior al escucharla. – espero que las invitaciones sean retiradas. Será una ceremonia privada con los miembros de la familia Grimaldi, obviamente los Bridgerton, la familia Cromwell y mi querido Simón. Espero que el deseo de mi sobrina sea tomado en cuenta. Después de todo es su boda, no un evento social, ella decide como será.

— Sería descortés retirar las invitaciones. Las personas comenzaran a hablar.

— Las personas hablaran de todas formas y en lo personal jamás nos ha importado lo que las personas digan de nosotros. – Curve mis labios en una sonrisa ante esa guerra de titanes. – así que desde hoy junto a Vitoria continuaremos organizando la ceremonia y la fiesta. Por supuesto que la reina Charlotte estará invitada a nuestro evento. 

Raphael 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Raphael 

Dulce pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora