XIX

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Nos apartamos de la fiesta hacia la biblioteca agradeciendo que nadie estuviese en el interior de esta

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Nos apartamos de la fiesta hacia la biblioteca agradeciendo que nadie estuviese en el interior de esta. Sabia que estar con él a solas podía ser riesgoso y que mas de un problema nos podría causar. Pero ya estábamos comprometidos a matrimonio, tan solo estábamos adelantándonos un poco a lo inevitable. Cerré con seguro para que nadie nos molestará. El interior de la biblioteca en completo silencio. Trague saliva mientras avanzaba tras él quien no tardo en girar hacia mí, estaba a tan solo unos pasos de distancia, con cuidado de no estropear mi peinado retire mi mascara para estar un poco más cómoda.

— Puedo decir que afortunado soy de presenciar a tan hermosa dama. – Dijo luego de retirarse su mascara. – eres hermosa.

— Tu lo eres. Bobo Bridgerton.

— Me insultas y lastimas mi honor. – Llevo una mano a su pecho fingiendo dolor. – oh cruel vida. – Soltó entre risas antes de tomarme de la cintura jalándome hacia él. – la adoro.

— Y yo a ti ¿Me vas a besar?

— Por supuesto. – apoyo una de sus manos contra mi mejilla antes de terminar uniendo mis labios con los suyos. Un beso lento y cargado de romance. – no puedo esperar a estar casado contigo y hacer más que solo besarte.

— También yo. No imaginas cuantas veces te he soñado.

— Se bien que posees una imaginación privilegiada. – Dijo mientras pasaba sus dedos por mis labios. – quiero conocer cada uno de sus deseos.

No iba a mentir, deseaba más que solo un beso. Pero no podía arriesgarme a que alguien nos viera y que un escándalo se desatara en medio de la fiesta. O eso creía yo. Al salir de la biblioteca Daphne corría desesperada tras su hermano quien parecía un completo desastre y al parecer no era el único, por la puerta del jardín logre divisar a Simón ligeramente golpeado, nuestros ojos se encontraron y solo cambio de dirección hacia los establos. Algo había ocurrido y necesitaba saber que, me aleje de Benedict aprovechando que la atención estaba enfocada en el mayor de los Bridgerton para salir tras mi mejor amigo. Apenas lo encontré logre notar la molestia en sus ojos. Tenía el labio partido y su ropa estaba echa un completo desastre.

— Explícate...

— Bese a Daphne y bueno... ya imaginas el resto.

— Simón ¿Qué hiciste? Dijiste que no tenías intenciones con ella...

— Hablé en serio cuando dije eso. Pero paso, la bese y la toque. – Lleve una mano a mi boca. Ahora entendía por qué Anthony se veía tan furioso. – manche su honra.

— Por eso el Vizconde estaba enfadado ¿Qué harás? Tienes que casarte con ella...

— Nos enfrentaremos a duelo. – Negue de inmediato. – es por su honra. Sera al amanecer.

— No puedes estar hablando en serio ¿pondrás tu vida en riesgo porque no quieres casarte? – Mis ojos se llenaron de lágrimas. -

— Lo siento Cassie...

— ¡No puedes hacerme esto! – Grite molesta mientras avanzaba hacia el para golpearlo en el rostro. – no me puedes lastimar así Simón. Solo tienes que casarte con ella.

— Sabes que no hare eso... dejare que Bridgerton dispare. Así acabare de una vez con el legado de mi padre.

— Me vas a romper el corazón si haces eso. – Volví a golpearlo y solo terminé por estallar al sentir su abrazo.

— Siempre serás mi princesa Cassie. – Presiono sus labios contra mi frente. – lo siento cariño.

Apenas dijo eso se alejó de mi para irse. Mis piernas terminaron por fallarme y solo termine de rodillas viendo hacia la nada. El corazón me dolía ante la simple idea de perder a Simón y solo por su maldito orgullo y terquedad. Perdí la noción del tiempo mientras veía hacia el horizonte. Seguramente mi hermano estaría acompañando a Simón en esa locura. La casa ya estaba vacía, los invitados se habían marchado y como imaginaba no había rastros de mi hermano por ninguna parte. Me quede sentada en la entrada de la casa sin poder dejar de llorar, aun cuando Leonor insistía en que entrara para que no me vieran. Pero no podía tenia que esperar a que llegaran, ambos llegarían a casa sanos y salvos. Las horas pasaban, ya había amanecido y yo parecía alma en vela caminando por todos lados como animal enjaulado, ya había mordido todas mis uñas al no tener noticias de esos dos idiotas. El alma regreso a mi cuerpo al verlos entrar, quise gritarles la vida y golpearlos hasta cansarme y eso hice apenas avancé hacia Simón, comencé a golpearlo sin pausa hasta que la fuerza de mis brazos termino por abandonarme.

— Te odio tanto en este momento. Rompiste mi corazón Simón. – Me aparte de él, aun cuando me aliviaba verlo sano y salvo. estaba molesta por la angustia que me hizo pasar. - ¿Y tú? ¿En que estabas pensando en apoyarlo en algo así? ¡Si les hubiera pasado algo! – Lleve una mano a mi pecho ante el fuerte dolor que estaba sintiendo. - ¿Pensaron en cómo me sentiría si algo les hubiera ocurrido?

— Cassie... - Mi hermano avanzo hacia mi y solo alce mi mano para evitar que se acercara. –

— Si estás aquí significa que el vizconde...

— No lo mate si eso piensas. – Alce la mirada hacia Simón. – Daphne llego y nos detuvo... - Hizo una pausa como si su mundo se acabara de destruir por completo. – me casaré con ella.

— Eres un idiota. Y no quiero estar cerca de ninguno de los dos... - Me di la media vuelta para irme hacia mi habitación. – ah y tu me debes la mitad de tu herencia.

Me encerré en mi habitación cayendo sentada junto a la puerta, no recordaba haber llorado de esa forma antes. Estaba destruida de tan solo imaginar que perdería a ambos. El corazón me dolía, quería abrazarlos, pero al mismo tiempo estaba realmente enfadada con ambos. Caí dormida en el suelo, tan solo desperté al escuchar los golpeteos provenientes de afuera. Ignore el llamado por parte de mi hermano que insistía en querer hablar conmigo y mi orgullo no me permitía siquiera pronunciar palabra alguna, se que en algún momento ambos, los tres tendremos que hablar de lo que paso y de como mi querido mejor amigo esta a punto de hacer lo que juro jamás hacer. Un matrimonio que será infeliz, pero al menos gane mi apuesta, no era lo que imaginaba, pero al menos gane. 

 

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Dulce pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora