18. La última batalla

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CAPÍTULO DIECIOCHO

LA ÚLTIMA BATALLA

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El concierto de Reo inició. Todos estaban en sus posiciones. Imai había logrado repartir varios de sus inventos mientras Ume observaba la situación sin perderse detalle. 

— Ataca al director de la escuela primaria. Atácalo. — Los gritos de euforia se volvieron caras de espanto. Reo había dado una orden y con sus feromonas, cada niño del estrado comenzó a seguirla — Detesta a ese hombre. Ódialo. Mata la raíz de todo mal. Atácalo. AHORA.

Las ordenes fueron claras. Con su última directriz, todos los estudiantes se levantaron de su asiento, listos para atacar al hombre con mayor poder en aquellas cuatro paredes. El director se encontraba desconcertado o eso quiso aparentar. Los niños comenzaron a caer uno a uno y la víctima se volvió el cazador. El director apareció detrás de Reo junto a varios de sus hombres. El publico estaba desorientado. Ni Ume ni los chicos podían creer que ese plan hubiese fracasado tan rápido. Las cosas habían dado una vuelta de 180º grados demasiado rápido. 

— Es realmente una pena, Reo. Tu traición es lo que esperaba. — Ume exclamó con sorpresa al ver a sus espaldas al hombre que algún día admiró. Su jefe... El jefe de Zero se encontraba justo detrás del director. ¡¿Cómo era eso posible?! El corazón de Ume comenzó a bombear con alarma. Reo corría peligro. Con todas su fuerzas, logró llegar al escenario, pero fue demasiado tarde. Las luces se habían apagado y el sonido de un tiro resonó por la estancia. 

Ume se removió aún más incomoda y trató de saltar las vayas que la separaban del cantante, pero Hotaru logró detenerla. — No pierdas la calma. — Esas palabras lograron relajarla lo suficiente para percatarse del invento que Hotaru le estaba dando: gafas de visión nocturna — Reo está bien. 

— Arréstenlos. No permitan que los estudiantes se den cuenta. Aquellos sin una carta en la mano, son los imprudentes que decidieron ser sus cómplices. Que tonto.

Las palabras del director se quedaron en el aire. Justo detrás de él, como por arte de magia, apareció Narumi-sensei, quien colocó sus ahora afiladas uñas alrededor de su cuello. 

— El único tonto eres tú. Usando protector de feromonas desde que eras un niño y durante estos años... ¿Y crees que ya perfeccionaste su uso? Cometiste un error crucial, director de la primaria. Si te mueves un  poco, estas uñas envenenadas cortarán implacablemente tu cuello y tomaran tu vida.

— ¿Es Shiki? Permitiendo que te deslizaras fácilmente en mi espalda ¡¿El qué está detrás es Shiki?! ¡Respóndeme!

La nueva revelación, dejo a todos los oyentes aún más desorientados. ¿Qué estaba pasando? Ume no lograba entender nada de toda aquella locura. Pero una cosa estaba clara, debía confiar en que Narumi mataría de una vez por todo ese capullo que se hacía llamar director. 

Gakuen Alice: El último deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora