Ume es una chica cargada de misterios. Apareció enfrente de la puerta sin nadie a su alrededor, aunque no fue la única. Una ingenua y alegre castaña llegó justo a la par. Aquel pequeño hecho, estaba a punto de desencadenar grandes consecuencias, aun...
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CAPÍTULO NUEVE
ODIO LAS FLORES
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El año nuevo se celebraba en la residencia, al menos así era para los de primaria. Todos los alumnos se vestían con yukatas y kimonos para conmemorar la ocasión.
— ¡Estáis guapisimas! — alagó el delegado.
— Parece que si la mona se viste de seda no queda tan mal... — comentaron Kitsuneme y Kokoroyomi.
— ¿Eso es un piropo? — preguntó con extrañeza Mochiage que sostenía a You entre sus brazos — Quién lo diría.
— ¡Vosotros también estáis muy guapos! — devolvió el elogio la castaña.
— Hoy es el mejor día del año. — celebró Ume al ver el banquete que los esperaba a un par de mesas. Al ser 1 de enero, la escuela había decidido concederles a todos los alumnos la misma comida, independientemente de su rango.
La comida fue amena y divertida. No había ni una lágrima a la vista. La paga de año nuevo no se hizo esperar, sorprendiendo a Ume, ya que era la primera vez que recibía dinero extra en año nuevo. A continuación, y tras las indirectas de Mikan de hacer saber que hoy era su cumpleaños, fue el momento del correo. Todos recibieron cartas menos Natsume y Ume. El primero por ser vigilado por el colegio y la segunda porque no tenía a nadie que le fuera a escribir. En vez de prestar atención a su alrededor, Ume sacó un libro de costurería. Desde que había recibido el kid para coser de parte de Kaname, se había puesto como meta hacerle el oso a You. Quizás tardaría toda su vida, pero iba hacer ese peluche.
— Ruka, — habló Sumire —¿esta foto que te han enviado es de tu familia?
— No... ¡Nadie te ha dado permiso para verla!
— La he visto de refilón, pero parecía tan guapa como una modelo. ¿Era tu madre?
Llevadas por la curiosidad, Hotaru y Mikan se pegaron al rubio para verla. La mujer era hermosa. La imagen mostraba una mujer hermosa rodeada de huertos y montañas, con un perro de campo, un rábano gigante y una mansión, ademas salía su padre y abuelo. No conformes con esa información, las chicas leyeron el contenido de la carta.
