- 4. Os reto a encontrar mi lámpara-

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CAPÍTULO CUATRO

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CAPÍTULO CUATRO

OS RETO A ENCONTRAR MI LÁMPARA

Los días siguientes al secuestro fueron un tanto tediosos

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Los días siguientes al secuestro fueron un tanto tediosos. Ume tuvo que dar demasiadas explicaciones de cómo había terminado allí. La versión oficial es que había oído a Mikan y Sumire cuando estaban tratando de salir del colegio y las había seguido. Creyó que podía ser de ayuda, ya que tenía el alice de la buena suerte. A medio camino, las perdió de vista, así que decidió regresar a la escuela. Poco después descubrió que se había perdido. Por azares del destino, llegó a los almacenes y allí se encontró con Mikan y Natsume. Todo lo demás ya os lo podéis imaginar. 

Al igual que Mikan, Ume no estuvo mucho tiempo en el hospital. Vivió de primera mano como Sumire y Mikan contaban los hechos una y otra vez, omitiéndola a ella. Las chicas habían acordado guardar el secreto y, por el momento, lo estaban respetando. 

El incidente no tardó en olvidarse y el festival cultural siguió sin problemas. Tras el discurso, el evento comenzó. A pesar de la motivación de la clase diferente, nadie apareció por el lugar. Su ubicación en el mapa solo dificultaba las cosas. Las ramas con mayor protagonismo en el primer día se encontraban al otro lado y era raro que los alumnos transitaran por allá. Los primeros jugadores oficiales fueron Narumi, Sumire y Ruka, quienes habían venido a ver cómo iba. 

Como era esperable, la ropa sorprendió a los recién llegados. Vestidos que hacía recordar a las historias de Aladdín y la alfombra mágica. Sus ropas habían sido inspiradas en el genio de la lámpara que habitaba en el oriente. Por ese motivo, los ropajes mostraban más de lo que en ese colegio se estaba acostumbrado, aunque eso no presentaba ningún inconveniente: era como llevar la parte de arriba de un bikini. Los chicos, por otro lado, mostraban el pecho. En definitiva: un fanservice para todos los que fueran a verlos. Los pantalones eran los mismos para todos, al menos la base, ya que habían de todos los colores. Misaki, por ejemplo, iba con un traje azul cielo, mientras Mikan iba con rojo. Tsubasa iba de color morado y a Ume le tocó el color amarillo: el de la fortuna. Un color ligado a su papel en toda aquella historia. 

Gakuen Alice: El último deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora