El Instinto De Amar

Inevitable atracción (5)

Hola gente bonita! Que bello fin de semana y espero que lo disfruten con este capítulo

Batalle un poco más en escribirlo pero siento que quedó como se necesita para seguir con la historia, espero que les guste !

Gracias por sus comentarios me dan vida y la neta ganas de escribir.

Y de dibujar que aún escribiendo esto pienso en que imagen puede ser, si les gusta alguna escena estaría chido que me dijeran para ver si la puedo ilustar.

Sin más que decir...

Disfruten la lectura.

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De algo estaban seguros, no había vuelta atrás.

Mandaron a hacer unos uniformes de sus colores favoritos, rojo para Mario y verde para Luigi, junto con unos guantes blancos de material ligero y resistente como "marca distinguida", seguirían usando el mismo metodo para estabilizar a Luigi, no querían agregar más problemas de los que serían cuando anunciarán su decisión a sus padres.

Una vez todo listo y preparado, con los ánimos hasta arriba, los permisos y documentos necesarios en orden, se atrevieron a renunciar a su trabajo, siendo ese el día en el que iniciarían su nueva aventura, siendo ese el día en que le dirían a sus padres su nueva determinación y por qué no hacerlo justo a la hora de la comida, ¡nada puede salir mal si estás comiendo!

La predicción pudo ser algo errónea, pero la decepción en sus padres fue tal cual se imaginaron, un regaño aquí, una queja acá, los gritos no se hicieron esperar

-Es mi decisión Mama- Decidió asumir la responsabilidad el mayor -ya Cumplí el trato, y esto es lo que quiero hacer.-

-Pero estás arrastrando a tu hermano contigo - Reclamó su padre.

-¡No me está arrastrando! -Se quejó Luigi

-¡Luigi! no te metas -gritaron los tres al unísono callando al menor, algunas cosas no cambian, Luigi se limitó a seguir comiendo, pero igual de enojado.

-Es mi vida, y aunque no sea como medicina me hace feliz- argumentó Mario firme.

-¿Pero seguro que es lo que quieres? -preguntó su Madre preocupada

-Seguro-no dudó el mayor en responder creando un silencio en la habitación pensativos

-¿Y tu Luigi? -preguntó su papá dirigiéndose al contrario.

-¿Eh? - en medio de un bocado de pasta las palabras por la repentina pregunta no salieron, realmente no esperaba que le dirigieran la palabra en medio de una discusión que si le correspondía.

-Si, si quiere -respondió Mario apresurado.

-¡Luigi! -exigió respuestas directas por parte del menor la mamá.

-Nada me haría más feliz -afirmó seguro el más alto sosteniendole la mirada cargada de esperanza.

Hubo un momento de silencio en el que los padres parecieron meditar seriamente sus palabras, pasaron algunos segundos que parecieron horas, pero finalmente observaron a sus progenitores soltar un suspiro resignado que hasta se oía comprensivo.

-Bien mis muchachos -proclamó su madre -Si es lo que quieren hacer háganlo, ya tiene su carrera en la que basarse si necesitan, son adultos, adelante-

Las palabras sonaron tan ajenas y extrañas que no se las creyeron en un inicio, así que volteando a ver a su padre como para confirmar lo escuchado, esperaron alguna afirmación, recibiéndola con forma de pulgar arriba y asintiendo con la cabeza.

Puede que haya sido algún momento de lucidez de sus padres, o algún buen fortunio en las vidas de estos, pero por ahora, y justo ahí, ya no importaba, serían plomeros.