razones (14)

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Que difícil es escribir de viaje jaja
Pero en serio quiero mantener el ritmo.

Ya tenemos el penúltimo capítulo! Viva!

Muchas gracias por leer y comentar, me divierto mucho leyendo.

Espero que les guste y que no se les haga tan pesado.

Sin nada más que agregar

Disfruten la lectura

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La ceremonia iba a ser pequeña, básicamente simbólica, a kamek se le dificultaba idear eventos llamativos y elaborados como a Bowser le gustaba hacerlos y ahora sin la guía de este, le era básicamente imposible.

Lo importante en la ceremonia era el uso del anillo al finalizarla, luego el monarca podría organizar la fiesta como fuera su voluntad, y si el consejero seguía vivo para ello, quizás hasta podría verla.

La música se encontraba sonando de manera tranquila y ambiental en el salón de eventos, los invitados eran exclusivamente algunos soldados y servidumbre, servirían por si Luigi aparecía en plena celebración para atraparlo.

Solo faltaba ver el estado del hermano vestido de rojo, kamek lo había encerrado en los calabozos subterráneos, los cuales eran como un laberinto. A la mala el consejero se formó una idea de la fuerza que esté podría poseer, debido a que a lo largo de la noche tuvo que capturarlo en repetidas ocasiones a causa de su insistencia en romper las celdas, o las paredes o lo que sea con lo que lo amarraban.

Por lo que un laberinto encantado fue la mejor opción para distraerlo, pareciendo efectiva ya que no había tenido noticias nuevas sobre el humano desde entonces.

-mi señor, hemos buscado toda la noche y no encontramos al señor Luigi - informó un soldado encontrándose con el consejero

-vigilen las entradas al palacio, el rey Bowser está enojado con el señor Luigi, si lo llega a encontrar antes que nosotros estará en grave peligro-indicó el consejero encaminándose a la habitación del rey.

-Si señor - exclamó obediente el soldado dando media vuelta.

Gracias a la buena imagen que Luigi había causado en la servidumbre, a Kamek le fue de mucha facilidad contar con el apoyo de todo el castillo para buscarlo, así mismo, el consejero buscaba mantener la reputacion fuerte y despiadada que caractelizaba a su soberano.

Se detuvo frente a la puerta de Bowser, dudando en entrar, sabía que esté ya debía odiarlo, pero soltando un suspiro pesado, tocó a la puerta volviendo a recobrar su semblante orgulloso.

-Su majestad, voy a entrar -anunció el consejero abriendo la puerta suavemente, encontrándose con Bowser, este se encontraba arreglándose su traje de ceremonia frente al espejo, y a diferencia de lo que el mayor se imaginaba, parecía más tranquilo de lo esperado, pudiendo ser está una buena o mala señal.

-¿Que necesitas ahora kamek? -la pregunta salió de la boca del más grande sin siquiera voltearlo a ver -¿Ahora opinas que peach ya no es adecuada y ahora me quieres casar con alguna otra especie?

La ironía de fastidio en su semblante era evidente, kamek se sentía culpable de haber perdido su confianza, más manteniendo su inquebrantable voluntad se limitó a suspirar.

-Mi señor, espero que algún día lo comprenda- respondió resignado.

-No espero comprenderlo algún día ...- bufó el monarca dirigiéndole la mirada por primera vez -Me gustaría que me lo explicarás

Aquello se volvía nuevamente extraño para el consejero, Bowser no era de los que buscarán razonar, ni mucho menos le hubiera pedido una explicación como si supiera que había una razón de trasfondo.

El Instinto De AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora