Kenny, un chico guapo y rubio, se encuentra enamorado de un joven paranoico y neurótico. Sin embargo, este último solo tiene ojos para su mejor amigo. Determinado, Kenny hará todo lo posible para conquistar su corazón.
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Tweek, agotado y con una expresión cansada en el rostro, giró la llave en la cerradura y empujó la puerta de su casa. La tristeza aún se reflejaba en sus ojos mientras intentaba forzar una sonrisa al ver a Thomas, el cual, emocionado, se abalanzó sobre él, abrazándolo con fuerza. Se dejó llevar por el abrazo, aunque su ánimo estaba frágil.
El de orbes cafés, preocupado por la tardanza de su compañero, le dio un beso en la mejilla y le preguntó cuánto tiempo había durado el ensayo para que llegara a esa hora. El corazón de Tweek se apretó al escuchar la pregunta. Sabía que debía ocultar la verdad, que realmente había pasado la tarde sumido en lágrimas en un banco frío.
—¡Ack!, el ensayo se alargó un poco más de lo esperado. ¡Tuvimos algunos problemas técnicos y tuvimos que hacer ajustes de último momento!—
—Estaba preocupado ya que saliste por la mañana y llegas a estas horas.—
—¡Ah! ¡Lo siento! ¿Qué tal la entrevista de trabajo?—
—Ah, creo que el puesto es mío.—Sonrió orgulloso.
—Me alegro.—
—Vamos, veamos algo antes de cenar.—Thomas agarró suavemente el brazo del mayor y lo condujo hacia la sala de estar.
El blondo, con expresión apática, le respondió que podía ver lo que quisiera y que a él no le importaba. Thomas, con una sonrisa juguetona en el rostro, encendió la televisión y sintonizó un directo de una streamer. Ambos se sentaron en el sofá, pero Tweek parecía distante, recostándose sin prestar mucha atención al contenido que se reproducía en la pantalla.
La sala estaba iluminada por una tenue luz proveniente de la lámpara de pie en una esquina. El ambiente era tranquilo y sereno, con muebles cómodos que invitaban a la relajación. El sonido suave de la voz de la streamer llenaba el espacio, creando una atmósfera de fondo.
Tweek se recostó en el sofá, suspirando levemente mientras cerraba los ojos. Sus gestos reflejaban cierta apatía y desinterés, como si estuviera sumido en sus propios pensamientos. El cabello revuelto del rubio caía desordenadamente sobre su frente.
Thomas observaba a Tweek de vez en cuando, admirando su figura en el sofá. La mirada de Tweek parecía perdida, como si estuviera en otro mundo, ajeno a lo que sucedía a su alrededor.
La voz de la streamer continuaba llenando la habitación, pero apenas parecía prestarle atención. Sus ojos se desviaban ocasionalmente hacia la pantalla, pero su mente parecía estar en otro lugar.
—¡Mierda! Esta chica es increíble.—
—¡Gah! No... no sé. No soy muy fanático de estas cosas. Pero si eso es lo que te gusta, ponlo, ¡No quiero que pienses que soy un egoísta!—
No podía evitar preguntarse por qué Thomas estaba tan interesado en este tipo de contenido.
La streamer era una figura popular en la plataforma y muchos de sus seguidores se conectaban para interactuar con ella. Tweek no comprendía por qué a Thomas le gustaba tanto, la encontraba aburrida y no entendía su humor negro. La gente le hacía preguntas sobre temas sexuales y ella respondía con sarcasmo y un humor bastante oscuro, pero no lograba captar el verdadero significado de sus respuestas.
