Kenny, un chico guapo y rubio, se encuentra enamorado de un joven paranoico y neurótico. Sin embargo, este último solo tiene ojos para su mejor amigo. Determinado, Kenny hará todo lo posible para conquistar su corazón.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tweek se encontraba parado frente a la puerta de su piso, agitado y lleno de pensamientos de arrepentimiento. Su camino hasta allí había sido relativamente tranquilo, pero su mente estaba ocupada por lo que había sucedido con Kenny, específicamente, el encuentro sexual que habían tenido. Sentía una mezcla de excitación y remordimiento, y ahora se enfrentaba al desafío de enfrentarse a Thomas, quien seguramente estaría esperándolo dentro del apartamento.
Mientras daba vueltas por el pasillo, intentaba memorizar un guion en su cabeza. Quería estar preparado para mentirle a Thomas, inventar una excusa creíble que explicara su demora.
Su mente neurótica y paranoica trabajaba a toda velocidad, repasando una y otra vez las palabras que diría y cómo las encajaría en la conversación. Sentía una presión constante en su pecho, temiendo que su engaño fuera descubierto.
El estrés lo llevaba a gritar en su mente, su voz interior resonaba con ansiedad mientras intentaba encontrar la manera de manejar la situación. El pasillo parecía cada vez más largo y estrecho, y se sentía atrapado en sus propias preocupaciones.
Mientras seguía dando vueltas en el pasillo, el rubio intentaba memorizar cada línea del guion, repitiéndolas una y otra vez para asegurarse de que las palabras salieran de su boca de manera convincente. La tensión y la ansiedad lo consumían, y su expresión reflejaba su agitación interna.
Su mente continuaba gritando con preocupaciones y temores, mientras su mano temblorosa se acercaba lentamente al pomo de la puerta.
Tweek abrió la puerta de su apartamento con cautela, sintiendo una leve tensión en su cuerpo. Al entrar, notó que todas las luces estaban apagadas, lo cual le generó cierto alivio. Con un suspiro nervioso, dejó sus llaves encima de la mesa que estaba justo en frente de la entrada, tratando de mantener la calma. Siguiendo en silencio, comenzó a caminar en cuclillas hacia su habitación, intentando pasar desapercibido.
Sin embargo, en un instante, cuando se desplazaba con precaución por el salón, la luz se encendió bruscamente, dejando al descubierto a un Thomas visiblemente enojado. Su rostro reflejaba una expresión de ira contenida, mientras sus ojos fulguraban con un brillo intenso.
Tweek, al ser una persona neurótica y paranoica, reaccionó de inmediato ante el repentino cambio de iluminación y la presencia del menor. Sus emociones se agitaron rápidamente, y su voz resonó en el apartamento mientras gritaba de manera desesperada.
—¡Gah!—
La mirada de Tweek se desvió hacia el suelo, evitando el contacto visual directo con Thomas. La tensión en el aire era palpable, y el blondo podía sentir cómo su mente neurótica y paranoica empezaba a generar pensamientos ansiosos. Sus manos temblaban ligeramente, pero intentaba mantener la compostura.
El apartamento se sumió en un silencio incómodo. Tweek sabía que tenía que decir algo, pero las palabras parecían atascadas en su garganta.
A medida que el silencio persistía, decidió romperlo, aunque su voz salió más alta de lo que esperaba, en un tono casi desesperado.
