Kenny, un chico guapo y rubio, se encuentra enamorado de un joven paranoico y neurótico. Sin embargo, este último solo tiene ojos para su mejor amigo. Determinado, Kenny hará todo lo posible para conquistar su corazón.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(Todo esto ocurre después del capítulo seis)
Craig había atravesado una semana que le pesaba como una losa. Desde que Kenny había irrumpido en la vida de Tweek, un nudo de preocupación y ansiedad se había apoderado de él. Craig conocía bien a Kenny, y no podía evitar pensar que su interés por Tweek iba más allá de una simple amistad. Las señales eran claras, y Craig no quería ignorarlas.
A pesar de que la relación de Craig con Tweek había sido siempre un equilibrio delicado de altibajos debido a la naturaleza inquieta de Tweek, la llegada de Kenny había intensificado sus preocupaciones.
La llamada que había recibido de Kenny en medio de la discoteca, cuando se lo había llevado a casa en un estado drogado, seguía atormentándolo. Recordaba la sensación de impotencia mientras el de parka le explicaba su situación, y cómo su corazón se había encogido al saber que no había estado allí para protegerlo.
Las palabras hirientes de Kenny en aquella conversación aún resonaban en su cabeza. Las insinuaciones sobre su incompetencia para cuidar de Tweek, sobre no ser suficiente, habían sido como dagas que se clavaron en su corazón. La idea de que Tweek pudiera ser arrastrado por Kenny hacia algo que no deseaba, lo repugnaba profundamente.
El rubio era su amigo desde que tenían memoria, y Craig lo quería más de lo que las palabras podían expresar. Lo había visto pasar por momentos difíciles, y no estaba dispuesto a dejar que alguien como Kenny se aprovechara de él. El amor y la amistad que sentía por Tweek eran inquebrantables.
Craig observó su teléfono con una ceja arqueada mientras el mensaje de Tweek iluminaba la pantalla. La confusión se reflejó en sus ojos al leer las palabras de Tweek, ya que este le había asegurado que su presentación sería en otra ocasión, no esta noche. La pregunta que surcaba su mente era: ¿por qué el cambio repentino de planes?
No pudo evitar sentirse intrigado por la idea de escuchar a Tweek cantar en ese momento. Era raro que el rubio compartiera su música de manera tan espontánea, y eso despertaba su curiosidad.
El bar se encontraba en silencio relativo cuando Craig llegó. Solo dos borrachos solitarios ocupaban la barra, y en el escenario, Tweek estaba en su elemento, cantando junto al grupo de góticos. Las luces tenues iluminaban el escenario y el ambiente estaba cargado de una energía distinta, una mezcla de melancolía y pasión. Aunque había llegado tarde, se quedó junto a la entrada, observando a Tweek con una mezcla de emociones que no sabía cómo manejar.
Craig se quedó parado, mirando a Tweek con admiración mientras cantaba. Parecía que ese Tweek ansioso y nervioso que conocía había desaparecido en ese momento. Una oleada de calor inundó su pecho al ver al blondo entregarse a la música con tanta pasión y confianza. Era un lado de Tweek que rara vez mostraba, y Craig no podía evitar sentirse orgulloso y emocionado al presenciarlo.
Sin embargo, mientras disfrutaba de la música y observaba a Tweek en el escenario, comenzó a prestar atención a la letra de la canción. Era una balada romántica, llena de palabras dulces y sentimientos profundos. Craig no pudo evitar reflexionar sobre lo que aquellas letras significaban, y su mente se enredó en un conflicto interno.
