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Tweek llegó a casa agotado, su cuerpo tenso y sus pensamientos pesados después de un día extenuante

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Tweek llegó a casa agotado, su cuerpo tenso y sus pensamientos pesados después de un día extenuante. Había sido un día importante en su carrera: elegir fechas para sus próximos combates, prepararse para las entrevistas con la prensa, y anticipar el cara a cara que tendría que enfrentar en las próximas semanas. Su mente estaba nublada por el estrés y la fatiga. Además, la visita a la enfermería, necesaria después del incidente con Thomas, había retrasado aún más su regreso.

Después de la consulta médica, donde le limpiaron y vendaron las heridas, Tweek se había visto obligado a asistir a un almuerzo con Brimmy Miller y su equipo, organizado por su propio entrenador. Aunque la oportunidad de compartir tiempo con una leyenda del boxeo como Brimmy era un honor, Tweek se sentía demasiado agotado y estresado para disfrutar plenamente del momento. Sabía que era una oportunidad valiosa para fortalecer lazos y mostrarse como un jugador de equipo, pero también significaba que llegaría a casa mucho más tarde de lo que hubiera querido. Sin embargo, su entrenador había insistido en que era crucial para su futuro profesional, así que se quedó y trató de mantener una sonrisa mientras su mente vagaba.

Cuando por fin llegó a casa, el reloj marcaba las siete de la tarde. Tweek se detuvo un momento frente a la puerta, tomando una profunda bocanada de aire antes de entrar. Esperaba encontrar a Thomas esperándolo, probablemente enojado por el retraso ya que no le había permitido salir de casa ese día. Sin embargo, al cruzar la puerta, se encontró con un silencio inquietante. La casa estaba oscura y fría, una señal clara de que nadie había estado allí en todo el día.

Tweek caminó por el pasillo, encendiendo luces mientras avanzaba. Al llegar a la cocina, notó que no había ningún rastro de Thomas. Ningún plato sucio en el fregadero, ninguna señal de que hubiera almorzado en casa. Su corazón se aceleró con una mezcla de preocupación y curiosidad. Era raro que Thomas no estuviera allí a esa hora, y más aún que no hubiera dejado rastro alguno de su presencia.

Tweek se dirigió a la sala de estar, esperando encontrar alguna nota o mensaje que explicara la ausencia de Thomas, pero no encontró nada. La sensación de extrañeza creció dentro de él mientras se sentaba en el sofá, su mente corriendo con preguntas e hipótesis.

—¿Dónde estará? —murmuró para sí mismo, mirando el reloj una vez más.

...

Thomas y Maserati se encontraban en el dormitorio de este último, La luz tenue de las lámparas de noche arrojaba un resplandor cálido y dorado sobre la habitación, creando sombras suaves que se movían con el ritmo de sus cuerpos.

Thomas, con una mirada intensa y poseída, mantenía sus manos firmemente sobre las caderas de Maserati, guiando cada uno de sus movimientos con una precisión que hablaba de una conexión profunda y primitiva. Sus dedos se hundían en la carne suave de Maserati. Los músculos de Thomas se tensaban y relajaban al compás de sus embestidas.

Chulo. (Twenny) (Creek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora