Capítulo 12

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Capítulo 12

Esa misma tarde y con todos los periódicos y revistas sobre la mesa grande, estaban reunidos el rey, la reina, Esteban, María y el jefe de prensa de la Casa Real.

M: Rafael, yo...

Ra: por favor María, no necesito explicaciones.

E: papá...

Ra: no vamos a hacer de esto algo grave porque no lo es, al contrario... Es una noticia que nos hace felices a todos...

JP: ¿qué desea hacer, Su Majestad...?

Ra: por esta ocasión romperemos la regla y lo anunciaremos antes. Hoy mismo.

Ju: es lo mejor... Sería absurdo negarlo ahora y confirmarlo dentro de 1 mes...

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Por los pasillos y tomados de la mano, iban los príncipes herederos. Luego de haber aprobado el comunicado oficial que por la tarde se publicaría.

M: por un momento pensé que tu papá se molestaría...

E: es impredecible... A veces creo que va a reaccionar de una forma y lo hace de otra... Como si mamá influyera en él y sus decisiones...

M: cada vez me convenzo más de que la reina sí tiene poder sobre el rey...

E: y yo estoy seguro que tú ejercerás ese mismo efecto sobre mí...

Un pequeño error en ese último comentario, la princesa ya ejercía ese poder de convencimiento sobre su príncipe.

Fue como si él recapacitara.

E: aunque creo que ya lo haces... Desde ahora...


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Era sorprendente que en estos tiempos la gente se emocionara tanto con noticias como estas. La gente en general tomó muy bien la llegada de un nuevo príncipe a la familia real.

Los monárquicos incluso salieron a festejar.

Y nadie mejor para mostrarles el embarazo de la princesa que la revista número uno a nivel mundial en noticias del corazón, y que le dedicarían mínimo una portada al mes, como desde que se filtró una posible relación con el príncipe Esteban.

Ahora empezaban las apuestas, ¿sería otro niño o una niña...?

Ni Esteban, ni mucho menos María lo decían, pero ambos deseaban una hija, luego de 2 varones era normal que soñaran con una niña, aunque no lo expresaban abiertamente, porque lo amarían igual que a sus hermanos mayores.

Y era lo mismo que los periodistas no dejaban de preguntarles. En esta oportunidad fue cuando saludaban a la gente en una visita que hicieron a un hospital.

Le ofrecieron una hermosa bebé a la princesa para que la tomara en brazos y por supuesto que lo hizo, le encantaban los niños, no era casualidad que estuviera esperando el tercero.

"¿Les gustaría tener un niña, Sus Altezas??"

E: desde luego que sí, igual que un varón. Estamos muy felices con el embarazo...

La pequeñita le sonrió a la princesa María y todos los presentes se enternecieron, igual que Esteban.

Verdaderamente tenía un don con los niños, y era evidente porque cada vez que se le acercaba alguno, se mostraban cómodos y encantados con ella.

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