Capítulo 19

480 67 13
                                    


Capítulo 19

Todos los preparativos y planes que tenían organizados para el día en que un rey muriera y otro asumiera el trono, perdían el sentido ante una situación así...

Y bueno, era esa la ayuda que el monarca necesitaba de su primogénito y la tendría.

Pero no solo sería de Esteban, sino de María y de sus hijos... Toda la familia se vería afectada de una u otra forma, el orden dinástico cambiaría sin que el actual rey muriera...

E: supongo que lo meditaste bien...

Ra: más que bien...

E: en ese caso... Cuenta conmigo, papá... Haré lo que tenga que hacer...

Algo para lo que se había preparado desde que tuvo conciencia de quien era... Y que con su nacimiento había sido destinado a aquello... Ser rey...

Ra: después de tu madre, eres el primero en saberlo... Esta tarde hablaré con el consejo y las cortes... Y mañana por la noche reuniré a la familia para contarles...

E: todo se hará como dispongas...

Ra: nunca tuve pensado renunciar, hijo... Pero tu mamá me lo pidió...

El príncipe Esteban comprendía perfectamente el dilema de su padre, para ellos la abdicación nunca había sido una opción, ni por la cabeza se le pasó jamás a nadie... Sería Don Rafael el primero en renunciar al trono...

E: yo te apoyo completamente, papá... (Tomándolo de los hombros, frente a él) Y no porque desee ser rey, sino porque quiero que sigas con nosotros muchos años más...

Ra: confiemos en Dios que el tratamiento funcione...

E: así es, vamos a confiar en Él.

Padre e hijo se fundieron en un abrazo que demostraba el amor filial que existía entre ellos, además de admiración y respeto.

Y no hablaron más, los detalles, ceremonias y demás pasaban a un segundo plano, lo primero era la recuperación del rey Rafael... Del hombre que había sido un excelente padre, pensó Esteban...


****************************


La princesa María llegó buscando a su marido, no había tenido ningún mensaje ni llamadas de él en todo el día, y también estaba esperando noticias de su suegro.

Pero le dijeron que se encontraba reunido con su equipo y prefirió no interrumpir.

Ya por la tarde, Esteban encontró a María y a los niños en el salón de las tareas.

Los mellizos corrieron a abrazarlo cuando apenas escucharon sus pasos en el pasillo.

¡Papi! ¡Papi!

Ale se unió a ellos, pero sus hermanos menores ciertamente eran más alborotados.

E: qué bonito recibimiento, hmmm...

Ale: papito, qué bueno que llegaste...

Caro: ¿por qué no comiste con nosotros...?

Rafa: todos te queríamos esperar, eh...

E: no lo creo... Siempre tienen hambre, sobretodo tú... (Haciéndole cosquillas al niño y luego a Carol)

M: ellos te piden más cuentas que yo, eh...

E: ¿qué te parece...?

Y no solo era con el papá, también se lo hacían a ella.

M: hola, mi vida... ¿cómo te fue...? (Dándole un beso cuando se acercó)

UNA PROPUESTA REAL IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora