Capítulo 25

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Capítulo 25

El rey y la reina se miraron... Siempre cómplices...

Y qué bueno que los niños no habían visto el tipo de mirada que se echaron... Porque en milésimas de segundos recordaron el explosivo acto de amor que acababan de compartir...

Tián: creo que no nos escuchan... (Revisando en la pantalla el micrófono)

E: sí los escuchamos, hijo...

Ale: creímos que no...

Caro: ¿qué hacían papi y tú, mami...?

M: estábamos a punto de empezar a alistarnos para la cena de hoy...

Mati: ¿con el presidente y su esposa?

E: sí.... Y con el cuerpo diplomático y muchos representantes de la sociedad...

M: ¿y ustedes qué hacían...? ¿Por qué mi Rafa está tan callado?

Rafa: los extraño mucho, mami...

M: mi amor... 1 día después de mañana y regresamos...

Y la charla común de unos padres que se preocupaban por el bienestar de sus hijos, prosiguió...

Se despidieron y María fue en busca de su asistente y las chicas que le ayudaban siempre a vestirse para ese tipo de cenas.

El vestido largo le había quedado de maravilla, por lo que el embarazo aún no se estaba haciendo notar...

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La tan importante y esperada cena de gala dio inicio con la llegada de los importantes invitados.

Y es que el país se engalanaba al recibir la visita del Rey Esteban y la Reina María.

Aquellos acontecimientos pasarían a formar parte de la historia, de las revistas y hasta periódicos...

Esa noche, María había elegido la tiara que su marido le regaló por el nacimiento de su tercera hija, la princesa Alejandra.

Fue eso lo que puso a Esteban a pensar en qué le regalaría ahora con la llegada de su sexto hijo...

Y lo buscaba opciones mientras saludaba a todas las personalidades que se habían hecho presentes esa noche...

En todos lados había gente de todo tipo, los que intentaban congraciarse con las personas importantes, quienes se fijaban de absolutamente todo, quienes querían sacar partido de una amistad con los reyes, los que criticaban, y hasta las que caían rendidas a los encantos de Esteban...

No se mostraban descaradamente, pero era lo que también sucedía en esas esferas de la sociedad.

Por protocolo, Esteban y María se sentaban siempre en frente del otro en ese tipo de cenas, pero no por eso dejaban de mirarse y sonreírse...

Lo antes dicho, la complicidad entre los reyes era muy evidente.

Cuando el presidente y anfitrión terminó su discurso, todos levantaron su copa, incluida la Reina María, solo que ella fue la única que simuló beber el champán... Y nadie se había dado cuenta... O al menos eso creyó ella...

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Nada mejor que terminar una larga jornada que una confortable y suave cama...

Pero sí había algo mejor, la compañía y calor de la persona amada... De aquella persona que compartía con uno tanto en lo público como en lo privado...

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