Capítulo 12

260 47 5
                                    


Ya todos los chicos habían pasado por aquel proceso quirúrgico en el que Lian le extrajo las glándulas sudoríparas del cuerpo. Todos y cada uno de ellos habían sufrido, gritado de dolor y padecido durante el procedimiento, pero ya todos se encontraban mejor.

Lian les había tomado suturas en los lugares que hizo las heridas y les había colocado unas gazas para proteger el lugar. 

Carlos, fue uno de los que más que sufrió, sin mencionar que casi se desmaya en el procedimiento. Pero, todos estamos muy orgullosos de que lo logró.

Sam, Austin y Justin lo habían hecho muy bien, y en cuanto a Jaxon, bueno, él apretó tanto el palo de aquella escoba con sus dientes que este le estalló en la boca y Austin tubo que buscarle otro pedazo.

Ahora, solo quedaba yo para hacerme aquella extracción. Habiendo Lian sido atendido por Austin, quien a pesar de sus constantes miedos e inseguridades, había logrado extraerle las cinco glándulas sudoríparas al chico en unos cuantos minutos.

—¿Estás lista Katrina? —Pregunta Lian viéndose todavía un poco adolorido. Yo asiento con la cabeza y me acerco a aquella sábana la cual ya se encontraba empapada de sangre. Pero, esto era todo lo que teníamos. —Necesito que te quites la ropa. —Dice, yo procedo a sentarme sobre la sábana para luego quitarme la blusa y a quedarme en sostén.

—Por lo menos sacaremos algo bueno de todo esto. —Dice Wesley con un tono jocoso. Jaxon se le acerca y le da un tortazo en la nuca. Wesley entrecierra las ojos y hace una mueca de dolor.

—Toma, tápate con ella. —Lian me arregla la blusa para que esta me tapase el pecho. Yo le sonrío nerviosa.

—Gracias. —Me acuesto sobre la sábana y extiendo mis brazos sobre mi cabeza. Austin le entrega el alcohol, y con la ayuda de una pequeña gaza, Lian procede a limpiarme el área.

—Yo se que puedes con esto, Katrina. —Le entrega las gazas a Austin y me mira con una expresión de tristeza en el rostro.

—Adelante, confío en ti. —Austin me acerca el pedazo de madera, ya masticando y babeado por los demás, y los coloca en mi boca. Yo procedo a morderlo con fuerza entretanto cierro los ojos y me preparo para lo que venía.

—¿Estás lista? —Pregunta el chico, yo solo asiento débilmente.

Una vez asiento, siento como Lian comienza a abrir las carnes de mis brazos de poco a poco. Un sollozo sale de mi interior al sentir aquel dolor invadirme, al a sentir el dolor que éste me estaba provocando.

Procedo a morder con aún más fuerza aquel pedazo de madera entre mis labios mientras clavo mis colmillos en el. Cierro mis puños sobre mi cabeza con fuerza y tenso el cuerpo en su totalidad.

—¡Ya lo tengo! —Percibo un aumento de dolor a la hora en la que el chico procede a cortar aquella glándula dentro de mis carnes. Escucho como la extrae y la suelta en el vaso que probablemente Austin le sostenía a su lado. Mis ojos aún cerrados.

—Ya quedan menos Katrina, aguanta. —Le escucho hablar muy cerca de mí. Mi corazón palpitando muy fuerte dentro de mi pecho. Mi frente sudando.

Siento cuando Lian comienza a abrir las carnes de mi otro brazo e inmediatamente un grito ahogado sale de mis entrañas al sentir aquello. Al sentir como su navaja iba abriendo y haciéndose paso hasta aquella glándula... hasta aquello que deseábamos extraernos con tanto anhelo.

Los minutos se hicieron horas durante este procedimiento. El percibir como te cortaban mientras estás consciente, no se lo deseo ni a mí peor enemigo; que esta vez sería Aramis.

Mi cuerpo no paró de experimentar sensaciones de dolor y agonía durante todo el procedimiento, pero, mi mente me reconfortaba recordándome que esto lo hacía por ellos. Por un nuevo comienzo, por una nueva vida a su lado.

Aramis Wolfrahan © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora