Estaba sentada por la orilla cerca de donde Haku me había dejado, haciendo retrospectiva, entonces, voy a ponerlo sencillo, estaba atrapada en un mundo donde todos son espírutos, no sé que hacer, tengo que volver mañana porque si no, mi jefe sexista me despide, me quedaré sin comer y aparte, no he pagado el agua.
Sí, definitivamente, estoy jodida.
Estaba pensando en cualquier cosa cuando comencé a escuchar que alguien comenzaba a olfatear, se me bajó la presión. Disimuladamente volteé y vi a un monstruo que estaba cerca mío, comencé a alejarme poco a poco, hasta que comencé a correr lejos de ahí, corrí lo más rápido que mis pies dieron. Llegué a una pequeña cabaña cerré la puerta del susto, cerrando los ojos, respirando pesado. Hasta que escuché como alguien tosía. Alcé la mirada y vi a una chica mirándome confundida, mal, y todo.
—¿Disculpa, quién eres? —Me asusté, sintiendo el corazón latir rápidamente, se acercó a mi y me olfateó, me sentí incómoda, sintiendo su respiración.—Eres una humana.
Cuando se iba a alejar, tomé su mano, esta la quitó de un tirón. Le dije que espere, que por favor me escuchase, ella volteó un poco enojada, en silencio, así que sabía que estaba dispuesta a escucharme.
—No sé que hago aquí. —Solté sincera. —Y tengo miedo de que es lo que me pase, estoy buscando la manera de irme, apenas la encuentre, me iré, no tengo intención de quedarme.
Parecía que lo pensó un poco, ya que su mirada se comenzó a suavizar un poco, comencé a inspeccionarme, me senté en uno de los pocos sillones que había, apretando los labios. Esta se sentó en su recepción.
—No puedes dejar que Yubaba te encuentre, podría hasta matarte. —Dijo tranquilamente. —Tienes que pensar en un plan.
Me asusté, gritando pero ella me hizo callar al instante, me tapé la boca con las dos manos asintiendo.
—Sé silenciosa, ya me estoy arrepintiendo de ayudarte.
Rodó los ojos, a lo que yo asentí haciendo sonidos de afirmación. Mordió el lapiz pensando, anotó un par de cosas, para después negar y tirarlas por ahí, relamió sus labios y después morderlos, no dije nada, solamente miraba las pinturas, por ahí etc. Escuché como me llamaba.
—Tienes que buscar trabajo. —Hice un sonido de confusión.—¿Estás sorda o qué? Te dije que si, con la ropa puedes pasar desapercibida, pero tienes que ir a hablar con Kamaji, él te dará empleo.
Mordí mi labio, un poco apenada por lo obvio que había sonado, sentía la cara roja de pena.
—¿Me puedes llevar con él?
Ella rodó los ojos, tomando mi mano yendo hacia donde estaba el mencionado, su mano estaba helada, cosa que me sorprendió, eso hizo fijarme en su aspecto. Rubia, rubia pálida pero su cabello era increíblemente rubio, ojos también, pero ojos mieles, mi curiosidad me ganó.
—¿Cómo te llamas? —Solté, ella volteó y dejó mi mano. —¿Te molestó la pregunta?
—No es importante, solamente tienes que saber que soy familiar de la mano derecha de aquí, Haku.
Al haber dicho su nombre mi corazón dio un salto de alegría, haciendo que mire hacia otro lado, por un instante, un breve instante un pensamiento vago vino hacia mi mente, pero lo descarté.
—¿Cómo te llamas tú? —Preguntó después. —Digo, por curiosidad.
Sonreí sin dientes, pensando un poco, no sé porque había dudado de mi propio nombre, pero contesté después de una pausa de 6 segundos.
—Soy ___.
Esta sonrió de lado, dándome un ambiente un poco más liviano, al detenernos en una puerta, esta volteó.
—Un gusto, considérame una ayuda más, pero no abuses.
Dijo un poco más seria, asentí apresurada, y en un par de pestañeos desapareció, la busqué, hasta en el cielo, pero solamente se veía una pequeña estrella, así que asimilé que esa era ella.
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Tiempo [Haku y tú]
Fanfiction____ ha estado estresada, cansada de su vida en la gran ciudad, monótoma y llena de problemas, tanto así que le pidió a la última estrella dorada fugaz que quisiera volver a ser una niña y despertarse en su ciudad natal. No contaba con que aquella p...