Me coloqué mi mano en el pecho sintiendo como mi corazón latía fuertemente, comencé a temblar fuertemente, haciendo que por inercia la cama también. Respiraba por la boca, estaba a nada de darme un ataque de ansiedad, las lágrimas caían por mis mejillas, estaba tratando de no llorar pero ya a este punto no podía ya no hacerlo, traté de cerrar los ojos, pero era imposible, quería desaparecer, estaba harta, quería volver a casa, ahora.
—Tengo miedo Haku. —Exclamé sincera, este me apretó la mano derecha. —En serio.
Este me besó la palma de la mano para darme ánimos, el monstruo se terminó yendo, a lo que suspiré de tranquilidad, solté una bocanada de aire sonriendo por fin en paz. Por fin, estaba a salvo, pero todo se fue a la fregada cuando vi que el monstruo volvió pero con maletas y todo suyo, vi como cerraba la puerta y se bajaba los pantalones, grité del asco, haciendo que Haku enseguida salga de la cama y lanzara una burbuja. El monstruo ahora se movía lento.
—¡No hagas ruido, y vámonos!—Gritó Haku tomándome de la mano, jalándome hacia fuera de la habitación. —¡Te dije que no hagas ruido!
Estábamos corriendo lo más rápido que nos daban las piernas, estoy segura que en mi otra vida no había corrido así jamás, porque estaba sintiendo demasiado cansancio.
—¿Qué no haga ruido? Me tiembla hasta la vagina.
Haku me miró disgustado, pero solamente rodó los ojos. Volteé y vi como nos perseguían, solté un grito aterrada, Haku dijo que no había de otra, cuando yo le pregunté a que se refería, me lanzó por un acantilado, estaba a nada de insultarlo pero vi como se transformaba en un dragón y me cargaba. Miré hacia abajo, estaba maravillada por la vista.
—Que día, ¿hm?—Dije en un susurro, este asintió dándome la razón. —Demasiado complicado.
Nos quedamos en silencio, apreté los labios colocándome seria, miré por un momento a Haku, o el dragón, relamí mis labios asintiendo, para después dejar caer mi cabeza en su espalda escamosa.
—¿Aquí es algo imposible Haku, o todo es posible?
Él no me respondió nada, ignoró mi pregunta, le dije que quería volver a casa lo más pronto posible casi quedándome dormida ya que me estaba arrullando. Haku paró en seco, haciendo que me aferre a él, se fue a una especie de montaña donde se veía todo, volvió a transformarse en un chico, nos quedamos en silencio por un largo tiempo, donde ambos no decíamos una sola palabra, y es que, ¿qué podía decir?, quería irme de ese lugar, todo era demasiado extraño, no sabía que sentir, ni que hacer. A mi me gusta tener las cosas bajo control, y aquí definitivamente no podía, eso me desesperaba.
—¿Quieres realmente volver? —Se acercó a mi poco a poco. —Digo, ¿realmente lo deseas?
Esa pregunta me sacó de mis pensamientos, volteé a verlo, él estaba serio, mirándome, eso me puso nerviosa, su mano estaba rozando la mía, así que no la quité, este puso su mano en la mía, colocándome roja, lo miré a los ojos.
—No lo sé Haku, supongo. —Lo último lo dije en un susurro casi inaudible. —creo.
Este apenas dije la oración me interrumpió, asustándome, se acercó a mi, haciendo que entrecerrara los ojos mirando sus labios, suspiré.
—No puedes suponer.
Sonreí al instante, con orgullo y con superioridad.
—Claro que puedo, y yo hago lo que quiero. —Le dije casi sobre sus labios. —Yo siempre he sido así.
Él sonrió, y nos quedamos así por un momento, se acercó más a mi, suspiré de placer al sentir su respiración en mi cabello, apreté su mano, cerrando los ojos.
—Te ves sola..
Tragué en seco, abrí los ojos mirándolo fijamente, miré sus labios acercándome, nos quedamos a centímetros, podía sentir sus labios, su olor, su respiración estaba en un hilo, un hilo que podía romper cuando quiera, y la verdad, lo quiero, lo quiero ahora.
—Yo puedo arreglar eso.
Esa fue luz verde, abrí la boca primero para unirla con la de él, haciendo que él lo hiciera igual, cerrándolas al uniso. Este tomó mi mentón acercándoma a él. Cuando, cuando iba a seguir, escuchamos un aleteo fuerte que nos distrajo.Era un búho enorme con cabeza de mujer, me asusté y me alejé, haciendo que resbalara y me caiga, miré hacia arriba, agarrándome de una piedra para poder no morir, pero la piedra era pequeña y me caí, cerré los ojos esperando el impacto, pero no llegó.
Abrí los ojos lentamente, y vi como estaba en el cielo, ¿estoy muerta? No creo, para después miré abajo y estaba sobre un búho, el mismo búho que me asustó. Me quise mover pero me volví a caer, y me agarró de una pata, literalemente, su pata.
—Estás metida en un serio problema, ___.
Me traté de safar, pero sus garras me apretaron más fuertes, me quejé gritando de dolor, estaba incómoda y adolorida.
—¿Cómo sabes mi nombre?
Ella soltó una risa en seco, como si ella fuera la mujer más inteligente del mundo, a lo que yo solamente me quise quitar.
—Yo siempre me entero.
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Tiempo [Haku y tú]
Fanfiction____ ha estado estresada, cansada de su vida en la gran ciudad, monótoma y llena de problemas, tanto así que le pidió a la última estrella dorada fugaz que quisiera volver a ser una niña y despertarse en su ciudad natal. No contaba con que aquella p...