Abrí los ojos por la molestia que me dio en los ojos, los rayos de la ventana que entraban me habían fastidiado en los ojos, cosa extraña, hace tiempo no dormía así. Me senté, viendo alrededor, fruncí el ceño al ver toda la habitación rosada, cosas tiradas como mis cuadernos, acuarelas, dibujos que hacía entrando a la adolescencia.
¿Qué está pasando?
Me saqué la sábana, pero cuando hice eso, recapacité, ¿qué sábana? Se supone que yo no tenía un buen presupuesto para una buena sábana, mi sábana era una sábana del hotel, la vi, y era una de las sábanas que mi mamá compraba, corrí hacia el baño y me di cuenta que estaba en el baño de mi casa donde había crecido. Grité del susto tocándome los brazos, alzando mi blusa, y me toqué los pechos, no tenía pechos. Me solté el cabello y lo vi, estaba largo, como a mis 13 años, no entendía, ¿estaba en un sueño o en un malviaje?
—¡Ayúdenme!
A los minutos, mi papá vino hacia mi, preocupado. Eso me asustó, pero claro, a los trece años mi papá todavía me quería mucho.
—¿Qué te pasa? —Preguntó arrodillándose a mi altura. —¿Te pasó algo, estás ben?
—Papá, creo que estoy drogada—Exclamé, no medí mis palabras, había sido muy sincera. —Ay.
—¿Qué acabas de decir?
Me tapé la boca con la mano, yendo a mi habitación cerrando la puerta con seguro, tomándome la cabeza, me fui a la cama tapándome hasta la cabeza, diciéndome mentalmente que esto era un sueño, que iba a despertar y que estaría nuevamente en Estados Unidos en mi departamento.
Pasaron no sé, ¿media hora? y seguía metida en la cama, tocaron la puerta, así que con miedo la abrí y era mi mamá. Me trajeron un vaso de leche con galletas preguntándome por el comportamiento anterior, les inventé una excusa típica que estaba preocupada por mi cambio de adolescencia o alguna cursilería así. Ellos no muy convencidos, me dijeron que para pasar más tiempo vayamos a ver una feria, pero que para entrar a la feria había que entrar por un túnel.
—¿Por qué hay que entrar por un túnel?—Pregunté, extrañada. —¿Eso no es peligroso?
No me hicieron caso, me ignoraron, solamente suspiré. Salí de la casa, aferrada al brazo de mi mamá, y todo estaba en su orden, tal cuando era una niña. Toqué todo sorprendida, inclusive estaba el perro de la vecina, lo acaricié sonriendo, colocándome de rodillas, emocionada por verlo de nuevo, eso me hizo pensar, ¿cómo estará en la actualidad, seguirá vivo?
—____, vámonos. —Dijo mi madre. —Tenemos que llegar o se acabará la comida. —Me jaló de la mano.
Me despedí besando su cabecita viendo como este movía su colita, cuando crucé el tunel, vi sorprendida, todo era increíblemente bonito, había mucha comida, así que mis papás comenzaron a llamar a los dueños pidiendo que les sirvieran el mejor platillo, pero nadie los atendió, así que muy maleducamente comenzaron a comer sin que nadie les dijera nada, fruncí el ceño viéndolos desde abajo.
—¿No van a llamar a nadie?
Ellos no me dijeron nada, ya estaban comiendo, me hicieron un gesto con la mano diciendo que no moleste. Enrollé mi cabello en mi dedo indíce, nerviosa, ya que estaban comenzando a comer un poco más rápido.
—¿P—Podemos ya pagarles e irnos?—Exclamé, sonriendo nerviosa. —Es que ya está anocheciendo y tenemos que volver.
Mi papá asintió, masticando una pierna de cerdo, sonriendo enormemente, eso me hizo retroceder dos pasos.
—Anda a ver la billetera, está en el carro, pago y nos vamos.
Apenas dijo eso salí corriendo, cuando vi el auto me sentí tranquila, iba a abrir el carro pero...
No me dio las llaves.
Cuando volteé para decirle eso, me di cuenta que ya no estaba el túnel, fruncí el ceño, mi corazón comenzó a palpitar fuertemente, ¿cómo era posible? Acababa de salir de este.
De la nada comencé a escuchar susurros, volteé y comencé a ver fantasmas, fantasmas que salían y entraban.
No, esto no me puede estar pasando.
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Tiempo [Haku y tú]
أدب الهواة____ ha estado estresada, cansada de su vida en la gran ciudad, monótoma y llena de problemas, tanto así que le pidió a la última estrella dorada fugaz que quisiera volver a ser una niña y despertarse en su ciudad natal. No contaba con que aquella p...