Capitulo 7

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  -¿Qué?- Pregunta Noa atónita.
  -Lo que escuchaste, no sé que le pasa, me dijo que no quería hablar más conmigo- Comento y pude notar lo triste que suena mi voz. Noa mira de reojo a Ian sin entender nada, la cara de Ian no era muy diferente a la de Noa.
  -¿Así de la nada... no quiere hablar más con vos?- Pregunta Ian.
  -Si, dijo que necesitaba un tiempo- Contesto intentando no darle tanta importancia, pero creo que es imposible.
  -Ni que estuvieran saliendo- Dice Noa.
  -Eso fue lo que le conteste, pero me dijo que necesitaba alejarse un poco de mi y luego no contesto mas- Volví a sentir el mismo vacío de ayer. -Sigo sin creerlo.
  -Tampoco puedo creerlo, siempre que te dije que... deberías alejarte un poco de él, no creí que sucedería- Comenta Noa algo apenada.
  -Yo tampoco, lo peor de todo es que no se cual es el porque, no nos paliamos ni nada, solo dijo que necesitaba alejarse de mí, no lo entiendo- Observo a Noa, ella esta realmente apenada. Miro a Ian y su rostro esta completamente concentrado en algo, no sé, solo tiene la mirada perdida.

Involuntariamente miro a Matt, pero quito la mirada, él está demasiado contento con sus amigos, estos son los momentos en los que pienso que él nunca podría ser.

  -¿Y no le mandaste otro mensaje?- Pregunta Noa.
  -Si, y no contesta-
  -Gómez- Llama el profesor.
  -Ya voy- Grita Noa, mientras se levanta me observa -Ahora vuelvo- Dice antes de irse.
  -Está bien. Suerte- Luego de eso llega mi amigo el silencio. Miro mi celular que está arriba de mi mesa, con la esperanza de que mágicamente llegue un mensaje, pero la luz no se prende.
  -No estés triste- Murmura Ian rompiendo el silencio. Levanto la mirada y lo observo, definitivamente sus ojos cafes resaltan mas cuando la luz del sol no pasa por las ventanas del salón a causa de lo nublado que esta el cielo. Una sonrisa apareció en mi rostro, él también sonrie. -¿Sabes? Si yo fuera él nunca me alejaría de vos- Comenta, mi sonrisa se hace aun mas grande.
  -Gracias Ian, siempre sabes cómo sacarme una sonrisa- Luego me levanto de la silla y lo abrazo.
  -Para eso estoy ¿no?- Dice sonriente.
  -Adivinen- Dice Noa con una sonrisa, me volví a sentar en la silla y observo su enorme sonrisa. -Aprobé historia con nueve- Suelta luego le agregó un pequeño grito de emoción.
  -Te felicito
  -Muy Bien Noa- Dice Ian.

Luego de recibir mi calificación en historia, que fue no muy mala, un ocho, me pase todo el día riendo a causa de Noa e Ian que buscaban mil maneras de hacerme sonreír. Pero, aunque intentaban hacerme olvidar de Romeo, no lo lograban, a pesar de que estaba muriendo de risa, mi mente lo único que pensaba era en él, en sus palabras ¿Por qué querría tomarse un tiempo? ¿Por qué querría alejarse de mí? Y lo peor de todo es que no podía preguntárselo, porque me ignora completamente.

Luego de la escuela me fui directo a casa. El día comenzó a volverse fastidioso, mi mama me había llamado unas diez veces pidiéndole a Marta que no se olvide de decirme que la debo llamar, prácticamente la volvió loca a la pobre mujer.

  -Hola-Dice una voz al otro lado.
  -Soy yo mama ¿Qué pasa?- Pregunto algo molesta.
  -¿Por qué no me llamaste ayer?- Pregunta enojada.
  -Porque no tenía ganas de lidiar con nada- Conteste en su mismo tono. - ¿Qué sucede mama?- Vuelvo a pregunta tratando de tranquilizarme.
  -Necesito que vengas- Dice -Ayer le dieron el alta a tu abuela y no fuiste capaz de venir!
  -Estuve muy ocupada ayer, por eso no fui, además que apuro tenes, si iba ayer creerá que fue por conveniencia.
  -No lo creas, ya vino Josh, Nicole y su futura hija heredera- Dice mi mama, desde el otro lado pude notar su furia.
  -¿Hija heredera?- Pregunto curiosa. -¿Ya saben que será un nena?
  -No- Dice mi mama algo obvia. -Pero recibirán una carta que les dirá que es.
  -Pero todavía no tiene ni cuatro meces- Retruque.
  -Hija, con dinero se puede hacer de todo- Contesta mi mama con su hermoso tono de superioridad.
  -Entonces no entiendo para que se esfuerzan- Digo resoplando. -¿Mama es necesario que vaya?
  -Si hija, veni inmediatamente-Dice, luego cortó.

Mire de reojo a Marta, su expresión siempre me dio fuerza, es como una madre para mí, todo lo contrario a la mía, ella es amorosa, cuidadosa y siempre me apoya, en cambio mi madre, solo se acuerda de mi cuando necesita que finja ser la nieta ideal.

Me quito el uniforme de la escuela y me pongo ropa casual, tomo mi cartera y me dirijo a la casa de mi abuela. Para mi mala suerte en la casa de mi abuela estaban todos mis tíos. Alberth estaba con su esposa, la tía Carmen, junto con sus dos hijos Manuel y Gonzalo. También estaba Josh junto con Nicole y su futuro hijo o hija, ellos están más contentos por la fiesta de pasado mañana, que por la presencia de la abuela, que gente hipócrita.

  -¡Zoe! - Dice mi tía Carmen al verme. Carmen es una mujer realmente amorosa, creo que de todos ella es la que más se merece la fortuna, junto con mi tío Alberth, siempre que los veo es en ocasiones especiales, son las únicas personas en la familia que verdaderamente se dedican a trabajar y no pierden su tiempo fingiendo querer a una anciana para que les regale su fortuna.
  -Tía Carmen- Digo con una sonrisa.
  -¿Cómo has estado mi pequeña? Cómo has crecido!- Me abraza fuerte es casi como si no quisiera soltarme. O quizás soy yo la que no quiere soltarla.
  -Bien y ¿vos? Hace mucho que no te veo- Comenti correspondiendole el abrazo, creo que ella es la única persona en esta familia que quiero, exceptuando a mi madre, porque después de todo, ella es mi madre.
  -Es verdad, me paso todo el día en la escuela, apenas tengo tiempo para dormir- Dice riendo. Carmen trabaja en una escuela para chicos especiales, es la única persona en esta casa con una corazón noble, además de Alberth, que prácticamente vive por sus hijos.
  -¿Cómo estas Zoe?- Saluda mi tío Alberth.
  -Muy bien ¿Y usted?- Pregunto.
  -Ahora mucho mejor- Dice mirando de reojo a mi abuela.
  -¡Abuela!- Digo tratando de parecer sorprendida.
  -Zoe- Dice algo fría para mi gusto. -Me da gusto verte.
  -A mi también ¿Se siente mejor?- Pregunto, y otra vez vuelvo a sentirme fuera de lugar. Es como si cada vez que digo una palabra la escuchara como si saliera de la boca de mi madre.
  -Por ahora si- Dice y luego sonrie. Por alguna razón siempre tuvo como una chispa de cariño conmigo, cosa que yo no, pero bueno, mi mama ama esa chispa y sé que la va a aprovechar lo más que pueda.

Mi Amigo Invisible [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora