Capitulo 22

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Tengo el estomago completamente revuelto, me encuentro estrujando la pollera de mi uniforme. Miro las caras de mis familiares y estan igual que la mía. No soy la única nerviosa. El abogado respira profundo y vuelve a acomodar sus lentes.

– Comencemos– Vuelve a repetir.– Estimados seres queridos– Comienza a leer.– Si están leyendo esto es porque ya no me encuentro junto a ustedes– Siento una puntada en mi estomago.– Escribí esto, porque, por alguna razón sé que no repartirán los bienes justamente, por eso, decidí hacerlo yo. Antes de comenzar, quiero decirles a todos que los amé y lo seguiré haciendo siempre– Puedo notar la respiración agitada de mi tío Alberth, seguro está llorando.– Para mi hijo Alberth y su querida familia, le dejo el cuarenta por ciento de mis bienes, sé que no lo necesitas hijo, y sé también que en este momento debes estar pensando en donarlo, pero sea lo que sea que elijas, yo estaré feliz, porque será tu manera de utilizarloMire por un momento a la, ahora, destruida familia, sigo pensando que ellos merecen toda la herencia, el tío Alberth siempre quiso verdaderamente a la abuela.– En el caso de Josh y Alicia– Mi estomago sufrió un duro golpe cuando escuche el nombre de mi madre.– Sé que entre ustedes siempre hubo una pequeña competencia e intentaban que yo no la notara, por esta razón decidí que sigan compitiendo– ¿Qué? El rostro mi madre cambio rotundamente cuando el abogado termino la oración.– Solo queda el sesenta por ciento de mis bienes y decidí que compitieran por ello. Nicole, tengo presente que estas embarazada. Y si uno de esos pequeños ángeles que llevas dentro es niña, ella y su bello hermano o hermana recibirán el cuarenta por ciento de mi bienes, dejando el veinte por ciento restante para Alicia y mi hermosa nieta Zoe. La niña recibira su herencia cuando cumpla dieciocho años de edad, mientras tanto el cincuenta por ciento estará congelado. – Una sonrisa apareció en el rostro de Nicole y Josh, mientras que mi mama estaba llena de rabia a punto de explotar, pero luego se tranquilizo un poco cuando el abogado continuo leyendo el testamento.– En el caso de que ningún angelito sea niña, las condiciones serán diferentes, esto favorecerá a mi hija Alicia y mi nieta Zoe – Cuando dijo mi nombre mi corazón se paró, ¿Por qué me metió en los problemas entre mi mama y mi tio?– Eduardo Lopez es un viejo amigo de la familia Martíns. Debo aclarar que la familia Lopez no está aquí presente porque en este momento no se encuentran en el país– Dice el abogado aclarando el paradero de esa familia.– Hace ya dos meces, su hijo Austin Lopez cumplió veintiún años, esto favorece completamente a mis requisitos, ya que, como es mayor de edad puede contraer matrimonio con Zoe...
–¿QUÉ?– Interrumpo.
–Disculpe señorita, pero no puede interrumpir la lectura del testamento– Me dice el abogado. No contesto nada, realmente estoy aturdida.– Continuemos– Dice acomodándose los lentes.– Puede contraer matrimonio con Zoe, luego de que ella cumpla sus dieciocho años. Esa es la condición. Si Zoe se casa con Austin, el total de mi fortuna será para ella y su amado esposo. Pero para recibir su parte de la fortuna, Zoe debe haber estado más de cinco meces casada, mientras tanto, el total restante de la herencia estará congelada.
Si Zoe se niega a casarse, el total restante de la fortuna será única y exclusivamente de Josh y Nicole sin excepción.
Los quiero mucho familia y espero que puedan disfrutar de la herencia pacíficamente. Y con esto finaliza la lectura del testamento– Dice el abogado. Mi cara de sorpresa es única, mi abuela pretende que me case con un completo extraño para recibir mi parte de la herencia. Lo peor de todo es que mi madre solo recibirá algo, si uno de los bebes de Nicole es niña, sino todo será para mí.
– La semana que viene recibiré los resultados de mis estudios, para saber el sexo de los bebes– Dice Nicole victoriosa. Luego dieron media vuelta y se marcharon, Alberth y su familia hicieron lo mismo. Finalmente el abogado se fue y quedamos mi madre y yo en la enorme mansión. Yo ni siquiera me había movido, seguía sentada en la silla, mientras que mi madre se había levantado para despedirse de los demás. Luego de que se fueron todos se paró frente a mi. Levante la mirada y la observe.
– Ni pienses que me voy a casar con ese que ni conozco– Sentencio sin dejarla hablar.
– Pero hija, es lo mejor para todos– Dice sentándose junto a mí.
– ¿Lo mejor para todos? Si tengo que llegar al extremo de casarme, la fortuna no será para ti, está claramente escrito que será para mí y mi esposo, en ningún momento te nombra– Explico al borde de la rabia.– Y yo no quiero esa fortuna, prefiero dársela a Josh y Nicole– Admito finalmente.
– La fortuna jamás será de ellos– Dice con una expresión algo malévola.
– Entonces empeza a rezar para que alguno de esos bebes sea nena, así al menos tenes algo, conmigo no cuentes, no me voy a casar– Me levanto hecha una furia.– En que mierda pensaba la abuela? Si la bronca es entre vos y Josh, porque mierda me tenia que meter a mi?– Me dirijo directo a la puerta.
– Pero si es lo que siempre quisimos– Dice tratando de convencerme.
– No mama, estas muy equivocada, deja de pensar solo en vos y mira a tu alrededor. Esa fortuna es lo que siempre VOS quisiste– Finalizo. Abro la puerta pero ella me toma del brazo.
– Hija son solo cinco meces, no es nada– Dice entre dientes.
– Entonces casate vos– Me zafo de su brazo. Comienzo a caminar hacia mi auto.
– ¡Hija!– Llama mi atención con un grito.
–¡NO-VOY-A-CASARME!– Grite entre silabas para que entienda.

Subo a mi auto dando un portazo, no puedo creer lo que esta sucediéndo. A caso estaba drogada cuando lo escribió? Golpeo el volante. Respiro profundo para tranquilizarme, luego enciendo el motor y me dirijo a casa.
Cuando llego noto que mi papa aun no había llegado y Martha ya se había ido. Subo a mi habitación y me quito el uniforme de la escuela, me pongo ropa casual y me tiro en la cama exhausta. Tengo una enorme presión en el pecho. Quiero gritar, pero no tengo voz. Quiero llorar, pero las lágrimas no salen. Hundo mi cabeza en la almohada e intento gritar. Volteo para mirar el techo y respiro profundo. Finalmente decido no hacerme mala sangre, después de todo, ni inconsciente mi mama va a poder convencerme de casarme con ese extraño. Tomo mi celular y miro la hora, las cuatro y veinte de la tarde. Cierro los ojos intentando dormir, pero no lo conseguí. Después de tantas vueltas en la cama, tengo la sensacion de que debo hacerlo, aunque no quiero parecer molesta, lo hago. Tomo mi celular y comienzo a escribir, esperando que esta vez no me ignore.

*Necesito contarte algo.
Firma: <3*

*¿Qué sucede? Firma: Romeo*

Mi Amigo Invisible [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora