Capitulo 8

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Las mismas conversaciones, las mismas preocupaciones falsas y la misma palabras vacías, eso es todo. Eso es todo lo que hay aca. Gente vacía. Aún no entiendo como el tío Alberth y la tía Carmen siguen soportando esto.
Mi mama no deja de presumir, con discreción, lo afortunada que es de tenerme, siendo mujer obvio, pero estoy muy segura de que si fuera chico no tendría el mismo trato. No cabe decir que a kilómetros de distancia se nota el odio en los ojos de Josh y ni hablar de Nicole. Estoy segura de que si ese bebe, que tanto esperan, es nene ambos lo odiaran profundamente, el signo peso en sus ojos jamás se borrara, apostaría a eso.

  -Ya es tarde, es hora de que me vaya-Comento mirando la hora en mi celular mientras me levanto del sillón.
  -Está bien hija- Dice mi mama con una sonrisa.
  -No vemos el sábado Zoe- Insiste Josh antes de que cruzara la puerta.
  -Sí, y esperamos conocer a tu novio- Grita Nicole tratando de sonar graciosa, su comentario hizo que me moleste, ella no tenia porque meterse en mi vida, que le importa si tengo novio o no, en tal caso tendría que preocuparse por que no quede embarazada, no vaya a ser cosa que yo tenga una niña y ella no, sonrei a causa de mi pensamiento.
  -No te preocupes- Finalizo fingiendo una sonrisa.

Llego a mi casa y mi papa me estaba esperando con la cena. Contarle todo lo sucedido provoco enormes carcajadas de su parte, me encanta verlo sonreír, por algún motivo hace que me sienta bien, que me olvide de todo lo malévolo de mi madre. Nunca me arrepentiré de haber decidido vivir con él. Luego de la cena decidí irme a dormir, no antes de bañarme, odio bañarme en la mañana.
Me acuesto en mi cama y no puedo evitar darme cuenta de la sensación de haber olvidado algo que me persiguió todo el dia, luego me acorde de Romeo, y con eso recordé que ya no me contesta los mensajes. Sentí una amarga sensación de soledad, como cuando recién me mudaba. Creo que esa fue la peor semana de mi vida, ser la chica nueva no es lindo como muestran en las películas, sino que es vergonzoso y muchas veces humillante, todo es diferente, y tienes que acostumbrarte a eso nuevo. Horrible.

*Me hace mal pensar que ya no queres hablar conmigo. Firma: ♥*

Es triste extrañar a una persona que te ignora completamente. A veces me pregunto si estos mensajes le llegan.

-¿Ya tenes pensado que te vas a poner el sábado?- Me pregunta Noa mientras se sienta junto a mí. La mañana estuvo tranquila, el aula estaba casi vacía ya que todos están en el recreo.
  -En realidad no, supongo que un vestido o algo así- Digo y sonreí a causa de un pensamiento. -Estoy segura de que cuando llegue a mi casa Marta tendrá unos 5 atuendos diferentes para que elija.
  -Entonces tenes suerte, no tenes de que preocuparte- Comenta Noa con una sonrisa. Se mete un caramelo ácido y arruga la nariz. Me ofrece uno.
  -¿Y vos que te vas a poner?-Le pregunto a Ian.
  -Estaba pensando en un lindo traje negro- Dice sonriente.
  -Y podrias usar una corbata del color del vestido de Zoe-Comenta Noa entusiasmada.
  -Ni que fuera la fiesta de egresados- Digo riendo, Ian suelta una pequeña carcajada.
  -Es cierto- Afirma Ian dándome la razón- Además, odio las corbatas.
  -Está bien, vestete como quieras- Dice Noa refiriéndose a Ian. Él solo sonrió.
  -¿No crees que un traje es demasiado?- Le pregunto a Ian.
  -No ¿Por qué?-Pregunta desentendido. Le roba un caramelo a Noa y ella lo fulmina con la mirada.
  -Creo que deberías vestirte como te sientas más cómodo- Finalizo. El profesor entra al aula y no me había percatado de que todos los alumnos ya estaban. El recreo había finalizado.
  -Creo que con un traje me voy a sentir muy cómodo- Afirma. -Además, vos vas a estar muy hermosa esa noche, no quiero desentonar- Pone sus manos a ambos lados de su cuello como si estuviera acomodando el cuello del traje. -Con un traje algo presentable voy a estat, como para pararme al lado tuyo- Dice Ian con una sonrisa, vuelve a intentar robarle otro caramelo a Noa pero ella le golpea la mano. Yo me quedo pasmada.
  -Lewis- Dice en voz alta el profesor de Geografía. Ian se levanta sin decir nada.
  -¿Soy yo, o eso fue un alago?- Pregunta Noa, con una expresión mas sorprendida que la mía. Al parecer estaba esperando que Ian se vaya para preguntar.
  -No sé, pero me pareció lo mismo- Afirmo también sorprendida.
  -Ojala fuera así, siempre creí que sería una muy linda pareja- Comenta Noa con entusiasmo agarrando mis manos. Un fuerte escalofrío recorre mi espalda. Quito el leve recuerdo que se formo en mi mente y trato de sonar  sorprendida.
  -¿Qué?- Digo haciendo énfasis en la pregunta.
  -Gomez- Llama el profesor.
  -Lo que escuchaste- Dice Noa mirando con una expresión demasiado feliz. -Ahí voy- Grita Noa al profesor. Antes de irse me guiña un ojo. Me quedo completamente congelada, ya hablamos de esto.
  -¿Estás bien? Tenes una mezcla en la cara de... ¿Sorpresa? ¿Negación? ¿Algo de no entender nada? Y más sorpresa- Intuye Ian entre risas mientras se sienta.
  -Emm creo que hoy... es un dia... demasiado raro- Suelto.
  -Para mí todos los días son raros- Dice Ian. -¿A qué hora te paso a buscar el sábado?- Pregunta.
  -Emm ¿A las nueve?
  -Está bien- Ian se voltea y acomoda algunas hojas en su escritorio.

Acaso ¿Acabo de escuchar que Ian me dijo hermosa y que Noa cree que seriamos una linda pareja? Woow, ¿En qué momento se borro la línea de amistad que todos cruzaron al otro lado? Solo espero que Noa no haga nada.

Como para agregarle más sorpresa al día, mi mama se acordó de que es viernes y no llamo en todo el día. Realmente sorprendente, ya que de una forma u otra siempre tiene algo que contarme o pedirme, seguramente está muy ocupada pensando en que se pondrá mañana.

Y como ya había predicho, cuando llegue a mi casa Marta me estaba esperando con cinco vestidos diferentes. Mama los habia dejado en la mañana. Tengo que admitir que uno es más lindo que el otro, pero como de costumbre Marta comenzó a descartar vestidos. El primero fue un vestido largo de color negro con unos lindos detalles en plateado; dijo que tenía unas piernas muy lindas como para cubrirlas. El segundo era verde, pero no era un verde común, mejor diría que tenía ese tono que tienen las luces de neón. Ese vestido lo descarte yo, no quiero llamar la atención. El tercero era rosa claro, demasiado claro para mi gusto, me hacía ver pálida. Marta lo descarto al instante que me lo vio puesto. El cuarto era gris, en realidad, tenía muchos brillos que le terminaba dando ese color al vestido, era lindo y me quedaba muy bien, pero luego recordé que Ian iba a llevar un traje negro, íbamos a parece sacados de una foto antigua, así que lo descartamos. El último era un vestido color azul, pero no el azul llamativo, sino un azul noche, como el cielo a media noche. Un color que queda perfecto con mi tono de piel y a propósito, resalta completamente mis ojos. Perfecto dijo Marta cuando me vio. El vestido es demasiado hermoso, tiene un escote en forma de corazón y es largo atrás y corto adelante, la delicada tela cae atrás dándole un ligero movimiento cuando camino. Es muy delicado, demasiado elegante diría, pero me gusta mucho como para decirle no.

*El sábado voy a tener una fiesta, elegí un lindo vestido azul, le pedí a Ian que me acompañara. Firma: ♥*

*Me gustaría que me vuelvas a hablar... no sabes cuándo te extraño. Firma: ♥*

Mi Amigo Invisible [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora