Capitulo 33

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La raya, es esa pequeña línea que divide lo cotidiano con lo inimaginable. Últimamente esa frágil línea es demasiado borrosa como para notar que es que. Pero no siempre es malo, claro que no, creo que cruzar la raya con Ian fue una de las cosas más lindas que hice, nunca me imagine que él sería tan indispensable para mí, es tan lindo tenerlo cerca, más que de costumbre. Él siempre ha estado junto a mí, y no puedo evitar decir que lo que sentimos no es de ahora, es como un secreto que ambos tuvimos guardado desde hace ya mucho tiempo. Es tan hermoso tener a una persona junto a ti, tener a esa persona especial, esa que sabes que va a estar en las buenas y en las malas siempre apoyándote, y creo que esa es una de las mejores cosas que te pasan cuando la persona que tienes al lado es tu mejor amigo. Lo quiero, y lo quiero mucho, y sé que él también comparte este sentimiento por mí. Si cruzas la línea teniendo en cuenta todas las cosas buenas y te arriesgas porque sabes que lo vale, todo saldrá bien. Todo está saliendo bien entre nosotros, la verdad, es que creo que todo está mejor que nunca. Noa, Ian y yo, estamos más unidos que nunca, me encanta poder conversar con ellos de todo, darle uno que otro beso a Ian, viendo de reojo la cara de asco de Noa y la sorpresa de algunos compañeros que nos miran con agrado, felices por nosotros quizás. La verdad que mi papa me está contagiando, esto de estar en la última semana de escuela me está poniendo algo melancólica. Definitivamente extrañare esto, extrañare estar con Ian y Noa todos los días, riéndonos de alguna tontería que digamos, o quizás por algún chiste malo de Ian, pero en definitiva, extrañare verlos todas las mañanas sin excepción. Todo esto me da vueltas en la cabeza mientras veo las estúpidas cosas que escribimos en la mesa. Escucho a Noa reírse, lo que hace que me salga de mis pensamientos, seguro que Ian hizo otro de sus tontos chistes. Noa me miro e hice una sonrisa.


-¿Qué te pondrás el viernes?-Me pregunta mientras intentaba no seguir riendo. 

-No lo sé, seguro que Marta me sorprende con algo-Conteste sonriendo.-¿Tu que te pondrás?-Le devolví la pregunta.

-Estaba pensando en un lindo vestido azul al cuerpo ¿Qué opinas?-Me pregunto mientras pasaba sus manos por su cuerpo resaltando su figura.

-Sexy-Contesto con una sonrisa, todos comenzamos a reír. Noa siempre llama la atención en este tipo de reuniones, sabe a la perfección como dejar a todos con la boca abierta. 

-¿Y tú que te pondrás?-Le preguntó Noa a Ian.

-No lo sé, supongo que un traje-Contesto. 

-¿Qué haremos al final? La graduación ya es mañana y no organizamos nada-Comento Noa algo preocupada.

-¿No habíamos dicho que saldríamos a bailar?-Pregunto Ian.

-Si es verdad-Afirme. 

-Sí pero estaba pensando en juntarnos en algún lugar para comer algo ¿No creen?-Pregunta Noa.

-Podríamos juntarnos en mi casa, le diré a mi mama que prepare unas pizzas, dile a Teo que venga, así comemos los cuatro juntos y luego nos vamos ¿Quieren?-Pregunto Ian.

-Claro-Conteste.

-Me convenciste cuando dijiste "Dile a Teo"-Afirmo Noa.


En nuestro curso decidimos que en lugar de hacer toda una celebración cenando juntos y todo eso, iríamos a un club a bailar para festejar y fin del tema. Noa tomo su teléfono y comenzó a teclear algo. Mi celular comenzó a vibrar debajo de la mesa, lo tome con fastidio, ya estaba prediciendo quien seria. Mire la pantalla y si, era quien yo creía, mi mama. Di un suspiro agotador y corte.


-¿Quién era?-Pregunto Ian, sorprendido al ver que corte sin haber atendido.

-¿Quién crees? Mi mama-Dije molesta.

-¿Está pasando algo? Últimamente te llama mucho-Pregunto preocupado.

-No, solamente quiere molestar-Confirme y mi celular comenzó a vibrar nuevamente.

-Contesta, sino te seguirá molestando-Dijo Noa. La mire con cansancio y luego me levante de la silla.


-¿Hola?-Dije mientras me iba para el patio ya que era recreo y no quería que Ian y Noa escuchen la conversación.

-Hola hija.

-¿Sucede algo?-Pregunte despreocupada.

-No, solo quería avisarte algo, con todo este tema de que tu abuela falleció y todo, decidí hacerme unos estudios para ver si todo está bien.

-Hoo, que bueno-Dije tratando de sonar comprensible. 

-Sí, tengo una amiga en la clínica que podrá hacer que me den los resultados de un día para el otro.

-Que bueno-Conteste en el mismo tono.

-Sí, la verdad que si, ¿Y tu como estas?-Pregunto como nunca.

-Bien, un poco ocupada, en este momento estoy en la escuela-Conteste tratando de finalizar la conversación. 

-Ho, es cierto, bueno, entonces después hablamos ¿si?

-Claro-Conteste.

-Adiós hija, cuídate.

-Adiós mama, tú también.


Esto es realmente raro, nunca pero nunca se intereso en mí, algo debe de estar planeando. Volví a entrar al salón y me senté en mi lugar nuevamente.


-¿Todo bien?-Pregunto Ian.

-Sí, me dijo que se iba a ser unos estudios-Conteste lo más naturalmente posible.

-¿Pero está bien?-Pregunto Noa.

-Sí, solo es un chequeo general.


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Llegue a mi casa y si, tenía razón, como aquella vez para la fiesta de mis tíos, Marta, me había preparado cinco vestidos diferentes para mañana en la tarde, es increíble cómo se preocupa por mí. La mire con una sonrisa, ella de inmediato me llamo para que comenzara a probármelos. El primero era amarillo claro, corto y con un corazón en la espalda que la dejaba descubierta, el vestido es hermoso, lo único es que no me gusta la idea de no tener que usar sostén, me parece demasiado. El siguiente era dorado, lleno de brillo y con la pollera en forma de campana, el color es hermoso, pero odio la pollera, lo descarte sin siquiera probármelo. El siguiente era color violeta y se dividía debajo del pecho dejando que la pollera se abriera como pétalos de color violeta escuro, es lindo, pero hacia que mis piernas luzcan demasiado delgadas. El cuarto era corto y al cuerpo, muy lindo diseño, pero horrible el color, era estampado con flores de colores cálidos, demasiado llamativo y creo que un poco fuera de moda. El ultimo, y el mejor según Marta, era color piel, creo, tenía un escote corazón y la parte superior es color blanco con unos delicados garabatos color plata y la pollera cae en bucles apenas tocando un tono piel.


-Debería dejarte elegir los vestidos a vos, es una perdida de tiempo elegirlos yo-Dije sonriendo satisfecha de la decisión que tomó. Marta sonrió y no pude evitar notar la ternura con la que me mira, sin dudarlo la abrace, no sé que seria de mi sin ella. 



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Muchas gracias por seguir la novela, de verdad se los agradezco mucho :3 No se olviden de dejar sus comentarios (amo leerlos :3) y de votar <3 

Mi Amigo Invisible [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora