Capitulo 30

618 43 5
                                    

ULTIMOS CAPÍTULOS

– Creo que fue la semana más extraña que tuve– Digo mientras apoyo la taza de café de mi papa y la mia sobre la mesa.
– ¿De verdad? Yo todavía quiero saber porque el director llamo el miércoles– Dice mi papa desde la heladera.

Fue un mal entendido– Miento. Le doy un sorbo a mi café. Para ser lunes por la mañana esta todo más que tranquilo.
– ¿Tu madre no llamo?– Pregunta sentandose junto a mí.
–No– Contesto sin mirarlo.
–Hoy llegan los análisis ¿verdad?– Pregunta sin quitar la vista de sus tostadas.
– Si y es raro que mama no me haya llamado– Digo pensativa revolviendo un poco más el café.
– Seguro que todavia no despertó– Comenta mi papa bromeando. Comenzamos a reír, pero la tención continuaba en el aire.– ¿Estas preocupada?– Pregunta.
– No– Digo firme.– Tengo miedo– El miedo se está apoderando de mí, hoy es el día de la verdad.
– No tenes que tener miedo Zo– Dice mi papa tratando de tranquilizarme. – Todo estará bien– Me regala una sonrisa.
– Gracias– Trato de sonreír.– Ya es tarde, debo irme– Digo agarrando mi mochila.
– Está bien, adiós– Dice luego de darme un beso.– Hey, Zo– Grita.
– ¿Qué?– Pregunto desde la puerta.
– Disfruta la semana, son tus últimos días– Dice con una sonrisa.
– Claro.

Cierro la puerta y entro a mi auto. Son tus últimos días se repite en mi mente. Es verdad, este viernes ya es la fiesta de egresados. Estaciono el auto frente a la escuela, bajo de él y mi celular comienza a sonar. Es mi mama, ya hacía mucho que no molestaba.

—Hola– Contesto.
—Hola hija, ¿Cómo estás?
—Bien y ¿vos?– Pregunto, pero de inmediato me arrepiento.
—Muerta de ansias, hoy llegan los análisis de Nicole ¿Te acordas no?
—Si mama– Contesto con el ceño fruncido, la verdad no tengo ganas de que me lo recuerden a cada rato.
—Nicole nos pidió que vayamos a la casa como a las tres de la tarde, no llegues tarde, arréglate, hoy es el día decisivo.
—Está bien mama– Digo con cansancio.
—Adiós hija nos vemos a la tarde.
—Adiós– Apenas llego a decir antes de que me corte. Nunca un hola hija ¿como estas? ¿Aun estas viva? Murmuro mientras entro a la escuela.

– Woow, ¿Ahora hablas sola?– Pregunta Ian detrás de mi.
– Quizás, creo que cada día estoy más loca– Digo burlándome de mi misma. Entramos al aula.
– Bueno, a mi me gustas así– Admite con una sonrisa, luego me da un tierno beso.
– ¡Hey!– Chilla Noa llamando nuestra atención.– No coman frente a los pobres.

Comenzamos a reír. Saludo a Noa y me siento junto a ella. Ian también la saluda y luego se sienta en su lugar.

– Escuchen– Dice Noa llamando nuestra atención.– Estuve pensando en salir hoy por la tarde, mi mama me pidió que compre una remera para mi hermano y de paso, podríamos ir y tomar un helado por ahí ¿Les gustaría?– Pregunta completamente entusiasmada.
– Me gusta la idea– Contesta Ian de inmediato.
– A mi también pero no puedo– Contesto.
– ¿Por qué no?– Pregunta Noa, en ese momento recordé que ellos no saben nada de los análisis.
– Es que...– Digo inventando una excusa.– Mi papa.
– ¿Tu papa qué?– Pregunta Noa.
– Últimamente está algo sentimental, diciéndome todo el tiempo que es la última semana de escuela, que luego extrañare todo esto. La verdad es que esta mas entusiasmado con la fiesta de egresados que yo– Contesto lo más convincente posible.– Y hoy me pregunto si podía acompañarlo y no pude negarme.
–Oh, que mal– Dice Noa. –De verdad quería que me acompañen.
– Bueno pero podes ir con Ian todavía ¿No?– Pregunto.
– Es verdad, yo no tengo nada que hacer– Contesta Ian sonriente.
– Está bien– Dice con otra sonrisa.

El profesor de historia entra al aula y comienza a dar su clase. La verdad es que me siento algo incomoda por lo del miércoles, ya que él fue quien me separo de Samantha.
Las horas pasaban y no dejaba de pensar en que sucederá después. Después de saber el sexo de los bebes. Después de que termine la escuela. Después de que termine esta clase. Cada vez tengo más miedo. Tengo un mal presentimiento que me está golpeando fuerte en el estomago.

– Zo– Dice Ian sacándome de mis pensamientos.– ¿Estás bien?
– Si– Digo tratando de disimular.– Estoy bien.
– Entonces levantate, ya todos se están yendo– Dice con una media sonrisa.
– Oh, claro– Contesto cuando reacciono. El salón esta casi vacío.

Una vez afuera el aire fresco entra a mi pulmones relajándome un poco. Pero el miedo sigue ahí, como esperando a que me muera de un paro cardiaco o algo.

– ¿Queres que te acompañe a tu casa?– Pregunta Ian.
– No, no, gracias igual– Contesto mientras subo a mi auto.
– Suerte hoy– Dice Ian despidiéndose.
– ¿Suerte? ¿Suerte con qué? Hoy no pasa nada ¿Qué sabes?– Contesto de inmediato tratando de aclarar las cosas. No recuerdo haberle contado del análisis, por qué lo esta preguntado?
– Hablo de la salida con tu papá. Zoe ¿Estás bien? Pareces nerviosa– Comenta metiendo la mano por la ventanilla para acariciar mi cabello.
– Estoy bien, solo que, estoy algo cansada– Contesto los mas tranquila que puedo, tratando de que no note lo nerviosa que estoy.
– No te creo, bajá te voy a llevar a tu casa– Ordena Ian tratando de abrir la puerta.
– No– Digo de inmediato.– Estoy bien de verdad, despues  hablamos ¿si?– Prendo el motor del auto sin siquiera dejarlo intentarlo de nuevo.
– ¿Segura?– Pregunta desconfiando.
– Segurisima– Lo beso. Tengo que admitir que besarlo hace que me tranquilice un poco, pero como dije anteriormente, el miedo sigue persistente.– Chau– Me alejo rápidamente antes de que vuelva a intentarlo y no pueda evitar decirle que no.

Llego a mi casa y Martha tenía todo preparado. Mi ropa, el almuerzo, todo. Subo a mi habitación y me doy una ducha de agua caliente para tratar de tranquilizarme un poco, lo cual no funciona mucho. Luego bajo y me siento a comer. Martha no dice una palabra. Seguro que está al tanto de todo. Una vez que termino, tomo mi cartera y saludi a Marta. Lo único que me dijo fue "Suerte", la observe un momento y me dirigí nuevamente a mi auto.
Tengo la panza completamente dada vuelta. No debi haber comido, siento nauseas.
Los bocinazos de los otros conductores me ponen aun mas nerviosa ¿Acaso no entienden que estoy nerviosa y por eso manejo despacio?
Finalmente mi corazón se detiene cuando llego a la casa de mi tío Josh y Nicole. Estoy parada frente a la puerta y me rehúso completamente a golpearla para que me atiendan.

– Hola Zoe– Al parecer Nicole estaba esperando a que llegue.– Pasá, no te quedes ahi.

Mi Amigo Invisible [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora