Capítulo 7: ¿Tu cuarto o el mío?

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Mismo día a la noche, en el departamento.

– ¡Mierda! – era la única forma de expresarse que tenía Amity cada vez que miraba el reloj.

Ya era la una de la madrugada y no había indicios de Luz. Apenas pasó la puerta del local de tatuajes, salió decidida a esperar a que llegara a casa para poder hacerle las miles y miles de preguntas que tenía dándole vueltas en la cabeza desde que la conoció.

Pero esperar a Luz no estaba siendo nada fácil.

La tarde entera había sido un suplicio. Primero fue Boscha, quejándose por todo, desde la poca presión que Amity había puesto sobre Luz acerca del tatuaje, hasta de como Willow le había dado el teléfono a ese "rubio descuartizado seguro recientemente salido de la cárcel", según palabras de la misma magenta. Por supuesto que esto desató una pelea entre ambas, dejando nuevamente a Edric, que aún seguía un poco agitado por el susto que le pegó Luz, y a la misma Amity, entre medio de ellas. Y por supuesto que después de eso todo siguió con Willow yéndose a dormir al departamento de Edric y con Boscha yendo a algún bar de mala muerte a buscar cualquier chica con la que pudiera pasar la noche. Objetivo que cumplió a la perfección, porque horas más tarde, cuando Amity estaba empezando a leer un libro que le ayudara a pasar más rápido el tiempo, su socia llegó con una peliroja ebria que fue a parar derecho a su habitación. La pelea entre Willow y Boscha fue el único momento en el que Amity no quiso ver que Luz aparecía por la puerta, si llegaba a ver la dramática forma en que Willow lloraba y la exagerada forma en que Boscha le hablaba, estaba segura de que se quedaba sin su socia. No conocía a Luz, pero por la forma en que se había preocupado por Willow, dedujo que tenía un lado protector muy desarrollado.

Otra de las cosas que Amity optó por hacer ese día con vistas a que el tiempo fuera más rápido, fue llamar a sus padres. Ella venía de una familia muy unida y donde el respeto, cariño y comunicación nunca habían faltado, por eso tanto sus padres, su hermana o ella, se encargaban de hablar a diario y de decirse cuanto se extrañaban.

La conversación con su padre fue desde campeonatos de golf, a obligar a que Amity le prometiera que iría a visitarlos, a cuanto la extrañaban en Los Ángeles, a recordarle cuanto Alador detestaba al vago de su novio, hasta los negocios de la empresaria en Nueva York. Por su parte Odalia, su madre, le contó acerca de cada preparativo que la pareja estaba llevando a cabo para el aniversario de su boda de plata. Le chismeó acerca de su vecino y la manía del hombre de mirar a su madre mientras esta toma sol en la piscina, despotricó también en contra de su novio y finalmente, para sorpresa de Amity, le preguntó por Luz.

Ahora bien, estos dos últimos temas consultados por cada uno de sus padres, eran dos mundos distintos para Amity. Mientras en los negocios la chica se movía como un pez en el agua, con Luz parecía el padre de Nemo entre las anémonas, sabía que si hacía un paso en falso se podía quemar o algo parecido. La empresaria tenía un talento natural para los negocios, ya desde chica lograba que el estúpido vecinito de la casa donde creció, le cambiara el delicioso helado de dulce de leche cubierto de chocolate por su sana manzana, para ella era simple y todo le resultaba a su favor. Pero con la morena era distinto, con Luz sentía que perdía cada vez que hacía un intento para acercarse a ella. Sentía que era la última en ser reconocida, Luz no parecía tener la misma debilidad que Amity sí sentía hacia ella… en fin, todo el mundo de Luz le era desconocido y eso la frustraba cada vez más.

Por eso después de que se encargó de contarle a su madre la poca información que tenía, estuvo más decidida que nunca a quedarse hasta la hora que sea para enfrentarla, su madre le había hecho ver cosas que quizás a ella se le estaban pasando por alto y por eso ahora estaba recostada en el mueble con uno de sus libros preferidos y cada vez que miraba el reloj volvía a insultarlo.

No soy para ti | LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora