Capítulo 43: ¿Coco o llena?

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Quince minutos más tarde, Luz estaba sentada de brazos cruzados en una de las reposeras de la piscina del jardín. Observaba atentamente cada movimiento entre Amity y Gavin, quienes charlaban entretenidamente del otro lado de la piscina, frente a ella.

Amity se había ubicado de tal manera que Luz pudiese ver cada caricia provocadora que Gavin le hacía y no esquivaba para nada. De vez en cuando, para aportar a la escena, pasaba sus manos por los marcados brazos del muchacho para luego desviar la mirada hacia su novia y notar como apretaba con fuerza el agarre en la reposera así como en su rostro se veía la ira creciendo.

Luz, por su parte, trataba de repetirse una y otra vez la palabra "Compórtate" como tantas veces le ha recriminado Amity.

Pero escuchar su risa por todo el jardín la hacía tensarse, y apretaba los dientes con cada roce que el estúpido chico le entregaba a quien se supone debía ser su futura esposa. Y ni hablar de cómo se sentía cuando la boca de ese muchacho se acercaba a la oreja de ella. Estaba segura de que su alma había salido de su cuerpo y estaba corriendo para protegerla, cuando en realidad esa protección debería estar dándola hacia sus hijas porque se le encargó vigilarlas, cosa que menos estaba haciendo.

Beth y Sophie ya estaban dándole suficientes órdenes a Morgan, además de que los cuatro abuelos más las mellizas estaban alrededor de la piscina también. Después de todo, era el último día que pasarían con las niñas antes de regresar a Nueva York. Todos querían disfrutarlas hasta el último segundo, dejándole bastante tiempo para sentarse a absorber las provocaciones de su novia.

Dió una rápida mirada a las niñas y luego a los adultos. Encontró a Camila y Odalia riéndose de alguna anécdota que estaban contando las mellizas, aunque Edalyn era la que más se veía inspirada con sus expresiones faciales y movimientos de mano. Por otro lado, Alador y Manny se habían encargado de la difícil tarea de inflar cada uno de los animales que le compró temprano a Morgan. Hasta ahora el recuento era: cinco ballenas, tres cocodrilos y un delfín rosado, y todavía faltaban más.

Luego desvío su mirada a Morgan para verla correr con el perro entre sus brazos mientras que Beth y Sophie la regañaban para que se quedara tranquila. Todo estaba normal.

Bueno, casi todo, lo único que sobraba era el estúpido chico que seguía tratando de conquistar a su mujer.

—¿Puedes dejar de mirarlos así? —Boscha interrumpía sus pensamientos, cansada de verla con esa mueca de tristeza e ira al mismo tiempo.

Luz no respondió, tampoco les quitó la vista de encima, solo se limitó a encogerse de hombros y agarrarse nuevamente a la reposera cuando vio otro acercamiento para nada agradable.

Boscha suspiró, y luego se inclinó para darle un sape en la cabeza.

Luz inmediatamente se giró y subió un poco la cabeza para mirarla mientras se sobaba la zona golpeada.

—¿P-por qué... por qué... por qué me...?

—Pi-pir quí... pir quí —Boscha la imitó con burla—. Te lo mereces por rara —la señaló con el dedo índice—. Y antes de que salga alguna raripalabra de tu boca, te voy a explicar algo.

Luz frunció el ceño, siguió con la mirada como Boscha se sentaba a su lado tratando de no derramar su bebida de, probablemente, alcohol.

—La idiota de tu novia-

—No es... Amity no es idiota. Amity es perfecta.

—Mira, rari, esto va a funcionar así: Yo hablo y tú escuchas, ¿te parece? Y no quiero una levantadita de hombros como respuesta o voy a levantar otra cosa a los golpes —acercó su mano peligrosamente muy cerca de su miembro.

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⏰ Última actualización: Nov 07, 2023 ⏰

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