Capítulo 18: Estoy de paso

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Viernes a la noche, en el departamento

— ¡Bosh, Will! ¡Llegué! —Amity llegaba al departamento con varias bolsas en su mano y una sorpresa para sus amigas— ¡Tengo algo para mostrarles! —canturreó mientras entraba a su propia habitación para dejar las bolsas. 

— ¿Qué quieres, Ams? Y deja de gritar. A menos que estés teniendo sexo conmigo o te llames Elizabeth Banshees, no tienes por qué hacerlo —le reprochó su socia, sonriendo desde el balcón y largando el humo del cigarrillo que tenía en su mano.

Willow llegó a la sala corriendo.

— ¿Dónde está? —miró a Boscha, quien se limitó a encogerse de hombros— ¡Boscha! —el tono que usó no era nada bueno— ¿Estás fumando de nuevo? es el cuarto que te veo agarrar en la tarde —la retó con las cejas fruncidas.

— ¿Otra vez fumando, Bosh? ¿Cuántos llevas en el día ya? en la oficina te acabaste un paquete entero —Amity se unía a sus amigas en la sala y de paso las dejaba con la boca abierta— ¿Qué pasa? ¿No les gusta? —se frenó delante de ellas.

—  Te... te... ¡Oh, Dios! —Boscha estaba impactada— Te teñiste el cabello —Amity giró los ojos ante la obvia observación.

— Exacto, necesitaba un cambio —explicó— Pensé que regresar a mi color natural me daría un aire distinto —completó su idea.

— ¡Me encanta, Mity! —Willow se le abalanzó encima para felicitarla— Te combina perfecto con tu mirada de fuego, te van a tener más miedo que antes —agregó, dejando a su amiga pensando si eso era bueno o malo.

Boscha sonrió vorazmente— ¿Te teñiste los de abajo también? ¿Sabes a quién más le va a gustar este cambio? Al rarón... va a estar a mil con el nuevo cabello —bromeó, sacando su sonrisa maligna.

Amity se quedó en silencio ante la broma, no quería mencionar la verdadera razón de su elección de color de cabello.

— Por supuesto que le va a gustar, si el otro día Luci Lu estaba como loca con Anne Hathaway cuando la hicimos ver El diablo viste a la moda con nosotras. Luego Amity se enojó con ella porque no le estaba prestando atención y apagó el televisor.

El colorado rostro de Amity resaltó increíblemente entre sus dorados ojos y su nuevo cabello castaño. Tuvo que esquivar avergonzada la mirada de su socia, Willow había revelado su secreto.

— ¿Así que fue por eso...

— Hablando de Luci Lu... ¿dónde está? —¡ding! ¡ding! campana salvadora. La azabache sacaba a Amity de un gran aprieto— Por la hora que es, ya debería estar aquí. ¿Trabaja esta noche también? —al parecer la morena llevaba varios días encerrada en el estudio cubriendo los trabajos que tuvo que adelantar por la visita de Sophie y Beth.

Amity miró el reloj y arrugó sus cejas, haciendo una nota mental automática que le recordara hablar con Luz sobre sus horarios agotadores de trabajo.

— Ya debe estar por llegar —calculó.

— Entonces deberíamos poner en funcionamiento el último día de tortura —con aviso previo, la magenta se desvistió en medio de la sala y se quedó solo con una diminuta pantis blanca. Topless on.

— ¿El último día? —Willow entristecía mientras se desvestía— ¿Por qué? a mí me gusta andar desnuda por la casa —soltó un puchero mientras se sacaba las últimas prendas que le quedaban.

Su papel era atormentar a Luz como Dios la trajo al mundo.

La ahora castaña hacía lo mismo que las otras dos, pero un poco más tímida elegía quedarse en ropa interior.

No soy para ti | LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora