Capítulo 32: Y la cuenta está empatada

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Miércoles en la tarde, oficina de Amity

—¡Amity! ¿estás lista? —Boscha entraba de golpe a la oficina como de costumbre. Cierto nerviosismo le hacía saber que ese no era un día cualquiera— ¿Qué pasa? —se frenó en seco cuando vio al Doctor personal de Amity sacándole sangre.

—La señorita Blight no se siente bien y me pidió que llamara al médico —contestó Skara.

Boscha frunció el ceño y se acercó a su amiga, preocupada.

—¿Hay algún problema? ¿tuviste otro mareo?  ¿almorzaste? Willow me pidió que supervisara que estás comiendo.

Amity giró los ojos. Era raro ver a Boscha preocupada por alguien, pero cuando lo estaba era verdaderamente escalofriante.

—Solo es una rutina, Bosh. No me he sentido muy bien estos días y el Doctor Bump piensa que puede ser algo que estoy comiendo que no me está haciendo bien —contó— Y deja de ser tan chupamedias de Willow, ¿quieres?

Boscha estaba cumpliendo al pie de la letra con su plan "Rescatando el amor de Willow".

—De acuerdo —el Doctor terminó la extracción y se aseguró de guardar todas sus pertenencias— No se preocupe, señorita Banshees, por lo que la señorita Blight me ha contado, estoy seguro de que es una simple ingestión sumado con un posible cuadro de estrés y nervios —aseguró—. Pero para prevenir estamos usando estos análisis para un chequeo diario —agregó—. Los resultados van a estar para el viernes —agarró su ordenado maletín.

—Muchas gracias, Doctor —Amity le sonrió— Skara lo va a acompañar —el hombre asintió y siguió a la mujer hasta la puerta.

—Oye, Ams, si quieres puedo hablar con la secretaria de Darius y pedirle que nos pasen la reunión a...

—¡Ni se te ocurra, Boscha! —Amity estaba lista— Sabes que desde que llegamos a Nueva York tengo los ojos en ese negocio, no pienso dejar pasar la oportunidad —se dirigió a agarrar su cartera. Mientras ella estaba vestida con un impecable vestido negro y con su cabello agarrado en una tirante cola, Boscha tenía el cabello suelto y lo combinaba con un traje de mujer empresarial.

—Solo preguntaba para cumplir con el deber de mi amiga y porque Willow me obliga —se hizo la despreocupada—. Estuve repasando las cifras con Manny —alguien hizo un nuevo amigo— y se quedó sorprendido de mis números —y admirador también— Aunque cree que podemos apretarlo por el lado de los costos un poco más —Amity sonrió ante eso, los Miller no tenían salida.

—De acuerdo, lo dejo en tus manos —le dijo mientras abría la puerta de su oficina para después dejarla pasar.

—Skara, ya sabes donde voy a estar, ve preparando el champagne.

—Y avísale a Willow que pasaré a buscarla por el estudio de danza —esa noche se festejaba.

—Por supuesto, señoritas. Mucha suerte —Skara las despidió con una sonrisa.

Más tarde en Miller & Co

—Por aquí, por favor —Lisa, la secretaria de Darius Miller, las hizo pasar a la oficina del hombre— El señor Miller va a estar con ustedes en unos segundos —les informó— ¿Puedo traerles algo?

—Un café negro para mí —le dijo Boscha sin mirarla— Bien caliente, si viene frío no se moleste en traerlo —agregó exigente.

Amity rechazó la oferta con un gesto de mano y la secretaria salió del lugar.

—Tiene una oficina más pequeña que la tuya, Ams—observó Boscha— ¿Y oíste? el viejo Darius nos va a atender, no hay perra a la vista. Alguien se achicó ante la gran Blight —rió.

No soy para ti | LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora