⟶Chestappen ♡ Reina de Pikas.

Capítulo 5: Dulce reina.

Max había estado en el dilema de su vida. Sabía que no podía guardar el sentimiento más tiempo.

Porque cada que él pasaba tiempo con Sergio, cada vez más iba cayendo en todo lo que lo hacía especial, Sergio era el tipo de chico que Max había esperado toda su vida.

Claro, sin esperarlo.

—Hey, hey —Pierre tronó los dedos y Max miró a sus amigos— estamos aquí.

—Lo siento, yo… no estoy bien últimamente.

—Estás idiotizado por ese pecoso —dijo Charles— y no me digas que no es cierto.

—No —dijo Max sonriendo— ya vengo, tengo que ir a hacer algo importante.

Sin decir más el chico se fue, buscó a Sergio por todos lados pero no lo encontró, o al menos no afuera.

Cuando iba a su siguiente clase Max había llegado temprano al salón, y se encontró a Lance, Carlos, Oscar y Lando jugando póker con el mexicano.

A Max casi se le cae la mandíbula cuando vió todo el dinero que estaban apostando.

—Hola Maxie —dijo Sergio con ese tono lindo que le encantaba al belga.

—Hey, Max ¿Juegas? —Lando miró al chico rubio.

—No, no, yo no, pasó —el chico se acercó a los demás y se quedó viendo el juego.

—Perfecto, entonces —dijo Carlos mirando a Sergio— ¿Qué más apuestas Checo?

El mexicano sonrió y sacó un dije de plata con un As de Picas hecho de oro y diamante.

Todos quedaron impresionados, el mexicano lo puso sobre la mesa y sonriendo vio a los demás.

—Vale más de 150,000,000 libras, el diamante es de la mina de Guinea, fue uno de los más grandes que se han encontrado hasta ahora.

A todos les brillaron los ojos al ver tan increíble joya.

—Hecho —Carlos sacó todo el dinero que tenía— es mi última apuesta.

De hecho todos lo hicieron, Max simplemente veía a Sergio estar demasiado sereno.

Se repartieron las cartas, Max estaba tan nervioso y ni siquiera había apostado.

Luego de un rato todos empezaron a dejar ver sus cartas, Oscar fue el primero pero Lance tenía corrida de tréboles, luego Lando quién venció a Lance con su corrida de diamantes.

—Es una pena —dijo Carlos— todo es mío.

El español mostró sus cartas teniendo una as de corazones.

—Ojalá hubieras visto todas las posibilidades, Carlos.

Dicho esto Sergio mostró el As de Picas, Carlos, y todos de hecho estaban estupefactos, el mexicano había ganado de nuevo la partida.

Cómo esa noche en casa de Pato, Sergio había ganado y los demás simplemente no podían creerlo.

—Mierda —dijo Carlos mirando al diamante volver al cuello del mexicano.

—Fue una gran partida señores, pero debo irme, necesito comprar comida —Sergio recogió su dinero y se fue de ahí.

Aunque Max lo alcanzó a detener, Sergio sonrió mirando a Max de manera muy coqueta.

—¿También vienes a jugar conmigo, Maxie? —el tono en que lo había dicho el mayor, era en doble sentido.

Pero Max no lo entendió.

—No, yo quiero que tengamos una cita hoy —el neerlandés sonrió.

Y Sergio no pudo evitar soltar una carcajada, sí, definitivamente ese chico era todo un caso.