❤️ ¡Papá Seth!❤️

Aceptación y Amor

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Las cosas no habían salido tal cual él había esperado.

La mujer que llegó a su apartamento revisó tanto el estado de los documentos como el estado de Anubis – lo que le ofendió un poco qué pensara que tendrían al pequeño de una mala manera– además de las cámaras del edificio –Aunque no le dejaron ver qué pasaba – el interior del apartamento y las cosas que tenían para cuidar al bebé.

E hizo muchas, muchas preguntas con respecto a sus cuidados y a como estaban ambos reaccionando a él.

No entendía nada, no al menos hasta que la mujer habló.

Al parecer era normal que algunos padre acabaran por arrepentirse de dar en adopción a sus hijos, especialmente los que si tenían modo de cuidarles, y esto generalmente ocurría justo cuando una pareja por fin lograba crear un lazo con ese cachorro, provocando la ruptura del otro.

Era una situación difícil de manejar y que siempre acababa con alguna de las dos partes sufriendo.

Por lo tanto se había acordado un nuevo procedimiento – que más tarde fue llevado a ley – en cual se decía claramente que los padres biológicos del niño a adoptar tenían un periodo de un mes solo para estar completamente seguros de que no iban a intentar recuperarlo.

Para él era una mierda, renunciaría a sus derechos parentales ¿no era suficiente prueba de qué no se iba a arrepentir de su decisión? Literalmente renunciaría a cualquier derecho que pudiera tener sobre Anubis, lo que lo haría más seguro para adoptar.

Pero en cuanto la mujer se fue – dando su tarjeta en caso de necesitar un contacto de emergencia – Thot se encargó de explicarle más a detalle el motivo.

Siendo hijo de un alfa, él ya lo ha estado perfumando inconscientemente, por lo que Anubis ya ha formado un lazo accidental con él. Una vez acepte a su nueva familia, el lazo se romperá y no habrá vuelta atrás. Esta medida era lo mejor para asegurarse que no haya ningún dolor para nadie; ni para el padre que da ni para los padres que adoptan.

Viéndole así, supuso que estaba bien si ignoraban la cuestión de que no quería tratar con él niño.

No quería gastar su mes de vacaciones en cuidar a un infante que ni siquiera sería suyo.

—¡Ánimo Seth!—Mendigo pajarraco. —Sabes que el trato se mantiene, unos días lo cuido yo, otros tú. De todos modos mis clases han terminado y sé que puedes tomar la última que te queda online, lo resolveremos y cuando menos lo esperes, se irá y volverás a tu común y aburrida vida. —Le dio un zape en la nuca antes de asentir.

—Mi vida no es común ni aburrida ¿Cuántas personas conoces a las cuales les dejan un bebé en su puerta? Y en cuanto a lo otro, bien, haré el sacrificio a cambio de que seas tú quien cocine todo el mes. — de repente hubo un llanto estridente y suspiró. Ya estaba despierto. —Iré yo, lo calmo más rápido.

Dicho eso, caminó hacia su cuarto donde Anubis dormía rodeado de almohadones.

No notó para nada la mirada celeste repleta de ternura.

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—Eres el bebé más consentido que he tenido la desgracia de conocer—mencionó al pequeño en sus brazos, quien le ignoraba olímpicamente a cambio de beber de su mamila. —Entiendo, no te importa, perfecto. A mí tampoco me importa, pero no por eso ando gritando a todo el mundo. —Refunfuñó mientras se mantenía sentado en su cama, quieto para posicionar bien a Anubis y que no entrara aire por su boquita.