Capítulo 6

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Primera semana de clases y ya puedo sentir que voy a explotar. La primera semana siempre es la más dura, o eso dijo mi compañero de habitación, el que está en debajo de mi litera. Por suerte el fin de semana llegó rápido.

Desde ese día en la cabaña en el que Lucía me pidió que fuera su amigo, nos hemos visto más seguido y se podría decir que incluso nos llevamos bien. De vez en cuando, y con eso me refiero a cada tarde, se pasa por la cabaña y me hace compañía, sentada en su sillón.
Respecto a Andrew, él también pasa las tardes con nosotros. Al igual que Lucía, comenzó a pasar más tiempo conmigo desde ese día en la cabaña. Desde entonces me sigue a todas partes, literalmente. Es como si yo fuera el cachorro y él, mi cola.

Somos como el trío dorado de Harry Potter, aunque no lo creas. Tenemos a la chica lista, que es Lucía. Al despistado, que es Andrew. Y al de la cicatriz con una forma curiosa, que soy yo. Sí, tengo una cicatriz. Está en mi mano izquierda y pasa desapercibida por ser diminuta. Si te preguntas por la forma... es como el logo de Nike. La tengo desde hace tanto que ni siquiera recuerdo como me la hice.

Aparto las cortinas naranjas de la cabaña y puedo apreciar el cielo, manchado de colores cálidos por el crepúsculo. Vuelvo a acomodarme a un lado de la cama y tomo de nuevo el lápiz para plasmar en el papel lo que mis ojos captaron al mirar a través de la ventana.
Escucho pasos por el césped, seguido de dos suaves golpes en la madera de la puerta. Estoy seguro de que es Andrew, es el único que llama así a la puerta.

— Hola, Dylan — me dice emocionado y al ver que Lucía no está por aquí avanza hasta el sillón de la chica y se deja caer en él.

— ¿Qué tal? — respondí a su saludo, levantando la vista del cuaderno por unos segundos.

— ¿Vas a ir a la fiesta de Megan? — Preguntó, colocando los pies sobre el colchón de la cama y cruzando los brazos frente a él — Es en el último piso del edificio del frente — agrega.
Levante la vista de mi dibujo y negué con la cabeza, mirándolo. Andrew movió la mirada a sus pies, creo que esperaba otra respuesta.

— Pues no pienso ir solo. Si no vas tú, yo no voy — añadió, con los ojos fijos en sus zapatos.

— ¿Y por qué no vas con el de pelo castaño? — pregunté, refiriéndome a nuestro compañero de dormitorio.

— ¿Con Matt? — asentí. Tengo que aprenderme su nombre de una buena vez — Está estudiando, tiene examen. — concluyó, echando la cabeza hacia atrás.

La puerta se abrió nuevamente, sin antes ser golpeada. Esta vez no levanté los ojos de mi cuaderno, era más que obvio de quien se trataba. Sin embargo Andrew no sólo levantó la mirada, también se levantó del sillón muy rápido como si no hubiese estado sentado ahí. Ella entra así a la cabaña desde que me pidió ser amigos, también se adueñó del sillón de cuero rojo de la cabaña.

— Hola, chicos — saludó Lucía, caminando hacia su sillón donde Andrew se encontraba — ¿Van a la fiesta de Megan? — Preguntó, mirándonos a ambos y deteniendo sus ojos sobre mí — Aún es temprano, tenemos tiempo antes de que empiece.

— Yo no pienso ir — resalté riéndome al ver a Andrew, levantarse tan rápido.
Andrew soltó un suspiro.

— ¿Por qué no? — Preguntó ella, levantándose del sillón — Venga Dylan, será divertido.

La miré por unos segundos en los que formó un puchero, mostrándose más adorable que nunca.

No iba a decir que sí. No tenía planeado hacerlo. Tampoco quería ir a la fiesta. Pero Lucía siempre quería salirse con la suya, y eso intentó, sacando su lado infantil.

Solo tú y yo [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora