Capítulo 32

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Christopher tampoco se metió a detener a Felix, tenía sus razones, podía notarlo, pero eso Minho ni Jisung lo sabían.

—Chris, tienes que hacer algo, va a matarlo. —le rogó Minho, su preocupación era notoria en sus ojos.

—No puedo hacer nada, lo siento. —respondió sin despegar la mirada de Felix y Hyunjin en el suelo, siendo golpeado por su jefe, de reojo miro a Minho y suspiro. —Mi señor.

—¿Qué? —pregunto deteniéndose enseguida.

—Seo se ha ido con Kim Seungmin, ya término todo.

Felix no dijo nada y solo arrastró el cuerpo de Hyunjin que estaba todo golpeado y con sangre saliendo de su boca y nariz, lo lanzó con Christopher y Minho quienes lo sostuvieron.

—Se los encargó. —Se giro a mirar a los hombres que eran de su padre. —Yo tengo asuntos que atender.

Hyunjin fue llevado a su habitación donde rápidamente llevaron al doctor para que lo atendiera, esta vez Felix realmente había llegado demasiado lejos

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Hyunjin fue llevado a su habitación donde rápidamente llevaron al doctor para que lo atendiera, esta vez Felix realmente había llegado demasiado lejos.

—Tiene una costilla rota y todos los moretones, le voy a dar pastillas para el dolor, ungüento para los moretones y una venda que tendrán que ponerle en el pecho, también algo de reposo hasta que pueda moverse libremente. —explicaba el doctor. —Dígale a mi señor que no se propase con el de nuevo, podría matarlo.

—Gracias, doctor. —le dijo Minho, acompañado de una reverencia.

Christopher y Jisung suspiraron mientras el menor veía a Hyunjin en la cama inconsciente.

—Admito que esta vez fue innecesario que lo golpeará. —hablo Jisung. —Pero no podíamos hacer nada.

—Debió tener sus razones, hay que prepararnos en caso de que se desate el caos por la muerte del líder, ahora que Felix es el nuevo líder debemos protegerlo aún más. —les explicó. —Vamos, Minho.

El nombrado miro una última vez a Hyunjin y se fue con Christopher.

Mientras que Felix se puso a fumar sentado encima de la pila de hombres golpeados.

—¿Ahora entienden quien es el nuevo líder?

—Si... —respondieron los hombres al unísono a duras penas.

Felix se levantó de encima de ellos y salió de la habitación, alguien iría a limpiar después, por ahora debía ver a Hyunjin, pero primero lo primero.

Saco su celular y llamó a su socio.

—¿Si?

—Changbin, ¿Donde estás? ¿Ya te fuiste a Italia? —cuestionó el mafioso.

—No, aun no, nos iremos en dos días más, en caso de que algo pase con las demás familias en tu contra, ¿Y los chicos?

—Están bien, bueno, excepto Hyunjin. Tuve que golpearlo.

—¿Golpearlo? ¿Por qué? —pregunto Changbin sorprendido.

—Los hombres de mi padre no hubieran estado de acuerdo tomar su lugar si era cierto lo de las citas románticas, aunque lo es, no es verdad que me hice débil y lo demostré, ahora ni el o ellos pueden moverse. Me disculpare después.

—Si, deberías hacerlo. Nos vemos, Felix, necesito preparar más cosas.

La llamada término y ya era de madrugada, tal vez era mejor ir a ver a Hyunjin más tarde por lo que regresó a su habitación.

Aunque el mayor despertó, quiso sentarse, pero inmediatamente dolió en sus costillas, intento no quejarse tan alto, pero apenas podía, también le dolía la cara y el cuerpo por los golpes, pero sobre todo el corazón.

«¿Qué es lo que hago aquí? El me lo dijo, nunca va a amarme y es hora de que abra los ojos.»

Se levantó de la cama a duras penas y antez de irse, decidió dejar una pequeña carta despidiéndose.

Camino por los pasillos del lugar con la ropa que traía, afortunadamente ahora no había nadie cuidando las salidas de la residencia de los guardaespaldas, ni de la casa, así que camino lo más rápido hasta salir.

El tiempo paso y no tenía idea de cuánto había caminado, que hora era o si Felix ya se había dado cuenta que no estaba, solo sabía que estaba cayendo rendido por el dolor y cansancio, ya era tarde a juzgar por el sol, su vista estaba borrosa y sus pasos se hicieron cortos.

Simplemente término cayendo al suelo, lo último que vio fue una sombra que le cubría del sol de la tarde.

—Hyunjin, traje la comida para ti

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—Hyunjin, traje la comida para ti. —anunció Minho con una sonrisa, la cual se borro cuando no vio al mencionado en la cama. —¿Hyunjin? ¿Estás levantado? Necesitas reposo no puedes hacer eso. —La puerta del baño fue abierta y no había nadie. —Mierda, esto es malo.

—¿Qué es malo, Minho? —le preguntó detrás de él su jefe.

Dudo por un momento en decirle, pero no había otra, era una emergencia.

—Es Hyunjin, no está en ningún lado.

La cara de Felix cambio de ser seria a una sorprendida.

—Busquen en toda la casa, no pudo ir muy lejos con una costilla rota. —ordenó. —Y diganle a los demás que los ayuden, busquen por cada rincón.

Felix se quedó ahí en la habitación y en uno de los muebles estaba la pequeña hoja de papel con algo escrito, para su sorpresa lo primero que se mencionaba era su nombre.

Aquí otro capítulo, preparen más pañuelos para el de mañana 🤧

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Me perteneces [Libro Uno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora