Hyunjin es un bartender que tenía una vida normal, asistiendo a la Universidad de Artes y bailando de vez en cuando, eso hasta que las deudas lo atacan y conoce a un mafioso de cara bonita.
-¿¡La mafia!?
-Si, Hyunjin. Desde hoy me perteneces si qu...
Hyunjin iba corriendo por las calles oscuras de Seúl, a veces escuchaba balas cerca de él, pero ninguna le daba, bueno solo una que le rozo la mejilla, de igual manera si le disparaban a matar, aquella persona moriría.
¿Por qué? Bueno de algo debía servir estar con el líder de una banda de mafiosos, poderosos y temidos.
«Si no regresó vivo, juro que voy a volver para atormentar a Felix.» pensó el rubio mientras seguía corriendo.
Aunque pronto dejó de hacerlo ya que llegó a un callejón sin salida.
—Ya detente, chico. No puedes huir, mejor ven con nosotros y cuando matemos a tu líder consideraremos dejarte en libertad.
Hyunjin intentó disparar, pero su arma ya no tenía balas. Maldijo internamente por eso.
De repente el sonido de un disparo se escuchó en el callejón y aquel hombre frente a él cayó al suelo.
Los hombres que estaban ahí no tuvieron tiempo de reaccionar cuando también fueron asesinados y sus cuerpos también cayeron.
—Es una suerte que no estés muerto, Felix nos mataría si fuera así. —dijo uno de los subordinados.
Hyunjin asintió y ofreció sus manos para que lo ataran y le pusieran una bolsa de tela en la cabeza para subirlo al auto. Aun con el tiempo que llevaba con su jefe, no tenían la orden de enseñar al camino al lugar secreto de Felix.
El rubio aún con la cara tapada y las manos atadas solo sintió como lo bajaron del auto cuando llegaron, entraron a una especie de bodega subterránea, ya que arriba había una mansión, que era de la familia.
Sus manos ahora estaban atadas a una silla y por fin le quitaron lo que llevaba en la cabeza, frente a él, estaba el tan mencionado Felix, este asintió indicandoles a sus subordinados que salieran de la habitación.
—¿Estás bien? —pregunto aquel chico de cabello morado mientras se acercaba a él.
—Bueno, casi me matan cuando me descubrieron y me persiguieron por varias calles y tengo una ligera cortada en la mejilla, tu dirás. —le explicó sarcástico.
—Lo lamento, pero no puedes solo ser mi objetó sexual, sería más peligroso si descubren una debilidad. —Explicó Felix, mientras se subía a las piernas del rubio en la silla y tocó la cortada en la cara de este. —Debiste haberles dicho que en la cara no, igual te ves demasiado sexy así.
Hyunjin sonrió ante lo dicho.
—Se que lo soy, pero, ¿por qué te pusiste ese pantalón? No es demasiado...
—¿Apretado? —Interrumpió. —No, no lo es, solo resalta mejor mi figura, pensé que te gustaría.
—Y me gusta, pero ayudaría más si me dejaras libre para tocarte. —Hyunjin empezó a forcejear, pero fue inútil.
—Créeme que te ves demasiado sensual así, a mi merced y rogando. —Confesó mientras daba pequeños saltos en la entrepierna del rubio.
—No hagas eso, luego cuando me sueltes no voy a poder parar de hacerte llorar del éxtasis. —sonrió arrogante.
—Quisiera ver eso. —le devolvió la sonrisa para inclinarse a besarlo.
Dios Hwang Hyunjin, ¿Como llegaste a esta situación? Se supone que solo eras un bartender, no debías coquetear con un mafioso.
Bueno eso era su decisión, pero ahora estaba metido en un lío.
Número uno:ese mafioso que tiene cara de ángel lo tiene en la palma de su mano.
Número dos:la relación con el es peligrosa.
Número tres:le mintió al decirle que solo sería objeto sexual.
Y número cuatro, pero no menos importante:se enamoró del mafioso, ¿Y como no? Tiene un cuerpo por el que cualquiera mataría por tener bajo sus sabanas y una cara que parecía tallada por los mismos dioses, era algo completamente de otro mundo.
Pero estar con el era demasiado peligroso, pero mejor vamos a ver cómo Hyunjin llegó a esta situación.
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Hyunjin debería estar estudiando, preocupado por solo graduarse, pero no era así, para poder conseguir dinero rápido y fácil uno de sus amigos le recomendó un préstamo, pero eso sería su perdición por qué ahora está en deuda, debe más dinero de lo que podría conseguir trabajando un año.
Lo que hace ahora es trabajar de bartender en un bar reconocido, donde se decía que mafiosos también frecuentaban, pero necesitaba dinero esos peligros no eran nada.
Bueno... eso había dicho.
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Otro fic Hyunlix por que si, es mi shipp favorito y necesitaba subir esto, prepárense para todo lo que se venga, va a haber muchos buenos momentos, sin más espero que me apoyen, nos leemos después. Chan les manda un Big Hug ❤✨