𝗕𝗮𝗱 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗧/𝟮; Tom and Bill Kaulitz

𝟎𝟓| 𝙱𝚊𝚌𝚔 𝚊𝚝 𝚝𝚑𝚎 𝚜𝚝𝚊𝚛𝚝

El corazón le palpitaba tan rápido, las emociones no tardaron en salir, un escalofrío estaba recorriendo por toda su piel. La pequeña Lie estaba frente a él, se quedó atónito al verla,  ella había crecido y mucho, tenía el pelo sujetado algo que jamás había visto en ella, pues siempre la recordó con el pelo suelto, las mejilla rojas, sus ojos. Sus ojos marrones eran los mismos, su mirada era la misma. ¡UHMMMM! y ese aroma, Canela con Vainilla volvía entrar por sus fosas nasales

Y cuando había creído que ese sentimiento ya estaba superado ahora se daba cuenta que jamás fue así, verla frente a él le volvía a revolver el estómago como aquel día en que la beso por primera vez. Mientras que Liesel tenía las mismas emociones apunto de darle un infarto. Ahora Bill estaba diferente ya no tenía los ojos maquillados, tenía más piercing en el rostro, tatuajes por toda su piel que encajaban perfectamente con el y el pelo ya no lo tenía negro ni extravagante ahora. rubio pero esa mirada. Esa mirada era igual

Sentí mis ojos a punto de cristalizarse, y un nudo muy grande y pesado se aproximó a mi garganta cortandome la voz y la respiración, Lie mi niña hermosa, ella está aquí, volví a sentirme protegido por esa mirada, ese brillo que alguna vez ví, seguían estando ahí a pesar de todo, a pesar del duelo y del daño, sentí mi mundo volver a ponerse colorido, no podía ni siquiera mover un músculo de lo atónito que había quedado, ni siquiera las palabras salían de mis labios, no podía expresarme, no sabía cómo

Sentía que en algún momento podía haberme caído, el corazón me palpito tan fuerte como la primera vez y como la última, ella....cuando menos la esperaba estaba frente a mi, apuñalando una vez mi corazón pero está vez no de dolor, si no de mucha alegría, nostalgia....

—Lie....Liesel—Murmuró y enseguida la abrazo con mucha fuerza apretándola hacia él con mucha melancolía—Estás aquí Lie, por dios. Cariño estás aquí—
—Bill....—Susurró sintiendo nuevamente ese calor, esos brazos, ese aroma

Las manos de Liesel no tardaron en enroscarse a la espalda del gemelo con el corazón a punto de bombardear, sentía las enormes ganas de besarlo pero no podía dejar que la debilidad la volviera a consumir

—Cariño....lo siento tanto—Susurró el gemelo

Su piel, seguía siendo suave y caliente, todo estaba igual, a pesar de que se había convertido en toda una mujer seguía siendo igual, no me importa si estaba casada o si estaba comprometida yo...yo simplemente quería besarla, abrazarla y decirle lo mucho que me había hecho falta su presencia, de lo mal que la pasé sin ella a mi lado, Liesel por favor abrázame, abrázame y está vez no me sueltes porque yo no lo volveré hacer. ¡Jamás!¡Nunca!. Mi niña hermosa quiero volver caer rendido a tus pies, puedes pisotearme pero está vez no me dejes no me dejes sin tu calor

Bill la tomó del rostro en forma de copa tratando de contener las lágrimas de emoción, no se lo podía creer después de 9 años completos nuevamente la tenía frente a sus ojos, nuevamente sus manos tocaban su rostro, estaba apunto de unir sus labios contra los de ella pero Liesel se inclinó para atrás sosteniendo las manos del gemelo para apartarlo de sus mejillas

—Bill...quiero ver a mi mamá—

Sonrió forzosamente, por más que le dolía haberse apartado, por más ganas que tenía de sentir sus labios no podía volver a cometer esos errores. ¡Pero ya veremos hasta cuánto puedas resistir mi querida Lie!

Entró a la casa y enseguida subió las escaleras de mármol, y en cuanto entró a la habitación de su madre la vio muy agotada, demacrada mientras que Gustav le daba pequeños trozos de frutas. Ambos amigos se quedaron boca abierta al verla entrar