𝗕𝗮𝗱 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗧/𝟮; Tom and Bill Kaulitz

𝟐𝟓| 𝙴𝚕 𝚞́𝚗𝚒𝚌𝚘 𝙱𝚊𝚍 𝙻𝚘𝚟𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚡𝚒𝚜𝚝𝚒́𝚊-𝐅𝐈𝐍

Tom le dió una última calada al cigarrillo para después arrojarlo al suelo, sus pies colgaban en el aire junto con las de Amalia que no dejaba de verlo con mucho cariño

—¿Estás bien, Tom?—Pregunto Amalia
—No—Negó con la cabeza. Se mordió el labio inferior para no ponerse a llorar

Pero ese sentimiento era tan fuerte que era imposible hacerlo a un lado, se llevó las manos al pecho y algunas lágrimas caían por su mejilla con mucho dolor

—Me duele, justo aquí me duele Amalia—Dijo mientras se daba pequeños golpes en su corazón—He perdido, Tom Kaulitz no se enamora pero lo he hecho—

—Tom...—
—He perdido, y me no me siento bien con ello, un lado de mi quiere seguir luchando por ella pero ya estoy cansado y si sigo así mis piernas temblaran y está vez no podré ponerme de pie por mi mismo—

Y las lágrimas empezaron a aumentar, dejar ir es un gesto de amor tan placentero, aunque cueste aceptarlo a veces no hay de otra manera más que hacerlo, antes de romperse las manos de tanto insistir y tomar con fuerza algo que no se puede controlar

—Juro que será el último cigarrillo—Dijo Tom mientras encendía otro. Siempre iba ser el último

Asi le pasaba siempre, siempre decía lo mismo, pero no era verdad, le pasaba con las cosas que le hacían mal, con los tragos, las madrugadas sin dormir, pensamientos sin salidas, los mismo errores, y con ella, con Liesel, siempre la última vez, y su vida se fue tratando de un dejavu, de una repetición, de series iguales, de más de lo mismo, y en esas promesas que nunca cumplío se perdía a si mismo cada vez

Pero seguro que esa noche seria la última vez que fumaría y derramaría alguna lágrima que se desvaneciera por su rostro amarillo. Seguro cambiaría todo por nuevos vicios, y seguro su cuerpo ya no tendrá la misma vitalidad después de Liesel, pero algunas lecciones solo se aprenden cuando el daño que sabías que pasaría ya es irreversible

—Eres muy valiente, Tom, estás dispuesto a continuar con tu vida a pesar de que quieres morir—Susurro Amalia mientras se llevaba el cigarro a los labios

Al mismo tiempo que recargó su cabeza en los hombros de Tom mientras su mirada se perdía en todas esas estrellas que la noche dejaba ver

—Estoy segura de que has hecho lo correcto, has demostrado todo lo que fuiste capas y lo que eres ahora, estoy orgullosa de ti, Tom—Dijo Amalia
—No he hecho nada más que rendirme, y eso es de cobardes—
—No, te equivocas. No te rendiste, diste tu alma y tu corazón hasta quedarte vacío con tal de estar a lado de la persona que amas. Lo has hecho pero te consumió, te arriesgaste, pudiste vencer ese miedo al amor que tenías, eres muy valiente nunca lo olvides—Contestó Amalia

Tom sonrió y a su vez se limpió sus mejillas húmedas. ¿Se podrá olvidar todo lo que pasó? Tal Vez, lo que no se olvida es la forma en cómo se sintió toda esta mierda

｡｡｡

Tres meses después—

Tom estaba vestido de traje, muy presentable pero está vez no era a su boda a la que debía asistir si no a la de Bill. Su gemelo este le acomodaba la corbata mientras Bill lo veía con una sonrisa cálida, tierna y pequeña

—¿No me veo ridículo?—Pregunto Bill
—Un poco, pero te ves bien, el negro y tu siempre fueron mejores amigos—
—Gracias, Tom, no sabes cuánto me hace feliz que estes conmigo en este día a pesar de todo—