𝗕𝗮𝗱 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗧/𝟮; Tom and Bill Kaulitz

𝟎𝟗| 𝙺𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣 𝚎𝚗 𝚘𝚙𝚘𝚜𝚒𝚌𝚒𝚘́𝚗

—¿Un vuelo?¿A Estados Unidos?—Pregunto Heidi cuando escucho a su prometido colgar el móvil después de haber agendado un vuelo para mañana—Aún no me he enterado de esa gira—
—No tiene nada que ver con la banda—
—¿No?¿Y entonces?—

Tom tragó saliva, mientras intentaba desvíar la mirada y a su vez sujetaba el móvil con mucha fuerza. Después de que Gustav le dijera sin querer que Liesel iba irse a Estados Unidos. Quien se enteró por parte de Lucrecia, simplemente las locas ideas vagaban por su cabeza

—Tengo que ver algo...—
—¿En Estados Unidos?—Pregunto la rubia mientras abrazaba a su prometido del cuello
—Si, es hay algo que quiero comprar, es único...—Mintio
—¿Porque no solo mandas a alguien?—
—No. Quiero verlo por mi mismo, es importante Heidi—
—¿Me llevarás?¿Puedo ir contigo?—

Heidi empezó a besar el cuello de Tom apasionadamente intentando calmar sus músculos tensos. Mientras sus dedos recorrían su torso por debajo de su playera

—¿Es una sorpresa?—
—Talvez....—Tom arrugó el rostro tratando de calmar las intenciones de Heidi
—¿Talvez?¿Porque estás demasiado tenso?—Le susurro en el oído mientras le mordisqueba con suavidad
—No. Heidi tengo que irme, quedé de ver a Jost—
—Jost puede esperar. Tom hace tiempo que no lo hacemos. ¿Estás esperandote para la noche de bodas?¿Es eso?—
—Si.. Heidi....eso...—

Heidi sonrió juguetona y beso por última vez los labios de Tom para después tomar su bolsa e irse del departamento

—Te veré luego amor—Se despidió

En cuanto vio salir a Heidi se dejó caer por el sofá mientras bufaba de frustración, se llevo las manos hacia el pelo para recogerselo y hacer un pequeño chongo. Las manos le temblaban, el hecho de saber que le estaba mintiendo a Heidi lo hacía poner ansioso, sabía que ella no lo merecía pues siempre fue buena con el. ¿Pero como podría decirle?¿Lastimaria a Heidi si se lo dijera?

Mientras Liesel se encontraba en su departamento recién rentado disfrutando de un café negro mientras sus dedos tecleaban la computadora, los ojos los tenían muy bien concentrados sobre la pantalla. Hasta que el timbre la hizo sacar de esa nube

Se levantó y enseguida se encontró con un repartidor de comida, elevó la ceja al ver que este le extendió un par de bolsas

—He....no recuerdo haber pedido algo—Susurro confundida
—Es un encargo. Por parte de Bill Kaulitz—Respondió el repartidor mientras le extendia una pequeña tarjeta

Cerro la puerta después de haber firmado la entrega, abrió las bolsas encontrandose con un pequeño postre. Un pastel de Vainilla cubierta de canela por las orillas. Los recuerdos pasaron por su cabeza haciéndola sentir una emoción nostálgico, recordaba perfectamente aquel día

¡Buenos días! Espero que aún tengas espacio para este postre, no pude evitar acordarme de ti. Siempre lo hago cariño. Se fuerte y si no te sientes segura de estarlo yo estaré ahí para ti. Lindo día <3

Att: Bill Kaulitz T.

La castaña sonrió después de haber leído el contenido de la tarjeta, tomó algunos cubiertos para probar de nuevo ese pastel, cerro los ojos al sentir nuevamente esa satisfacción. Pudo sentir que su cabeza viajaba de nuevo a ese día. Dónde Bill la miraba fijamente con mucha ternura. Tomó el móvil y con un poco de dudas empezó a marcar los número de Bill. El corazón le tembló al escuchar el primer tono