𝗕𝗮𝗱 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗧/𝟮; Tom and Bill Kaulitz

𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚| 𝙶𝚛𝚎𝚝𝚊 𝚊𝚗𝚍 𝙶𝚎𝚘𝚛𝚐

By Georg L.—

—Me siento aliviado al saber que Emily está mejorando, la extraño, el camerino sin ella no es lo mismo—Dije mientras salíamos de su habitación
—Ha trabajado por muchos años, a veces es necesario un pequeño descanso—Contesto Gustav

Asentí con la cabeza, me emocionaba la idea de saber que veníamos a ver a Emily como si fuéramos sus hijos, no lo éramos pero pareciera que si, cuando éramos jóvenes recuerdo que íbamos a dónde sea que ella estuviera. El camerino era como nuestra segunda casa y Emily era parte de ella

Bajamos las escaleras de mármol ¡¡¡Y SASSSS!!! sentí como el corazón se quedó intacto, unos segundos sin pulso cuando abrieron la puerta y vi aquella pelirroja de piel blanca y ojos claros. Mi garganta se quedó seca y enseguida pude sentir los latidos de mi corazón tan acelerados. 9 años, los mismo años en que Liesel se fue, Greta también lo hizo de mi lado. Estaba frente a mi con esa sonrisa que me enamoró desde el primer instante. Mi piel seguramente se había puesto blanca porque de repente me sentí helado, con ganas de que ella viniera hacia ami, y me abrazará para calentarme entre sus brazos

—No creí encontrarlos por aquí, Lucrecia no me dijo que vendrían—Hablo Liesel, pero yo seguía enfocando en Greta. Mi bonita Greta
—Hemos venido de imprevisto. Me alegra verte Greta—Saludo Gustav quien se acercó a ella para abrazarla

Y yo seguía inmóvil, podía sentir como mis manos temblaban. Me había quedado perplejo, atontado, y como no. Greta estaba frente a mi, y ella sabía muy bien como ponerme nervioso, lo hizo desde el primer encuentro en el que tuve con  ella. Lo recuerdo. Ese día había ido al camerino de Stuttgart, a buscar a Jost, pues no solo era nuestro manager, también era el de muchos más famosos

Recuerdo estar manejando directamente ahí. Y al llegar al camerino, ví como una pelirroja tenía problemas con su auto. Me estacioné frente a ella. Me daba igual taparle el paso, pues su auto no funcionaba y seguramente no lo haría por un buen rato. Ella se giro a mi y me gritó con tanta rabia, recuerdo haberla ignorado por completo y meterme dentro del edificio sin responderle, había pasado exactamente menos de 30 minutos dentro de aquel edificio, y cuando salí tenía una nota en las parabrisas de mi auto, lo tome y decía  "Sorry, tuviste la culpa. Llámame para que arreglemos el problema, pagaré cualquier daño"

Y entonces me baje de inmediato. Si. Mi auto había recibido un pequeño golpe por detrás, le di una patada al auto molesto y enseguida las placas cayeron al suelo. Joder estaba furioso como una cabra. Le llame al instante, lo admito lo hice con una agresividad y ella solamente se burló, pero esque tenía razón. Me había estacionado frente a ella sin importarme pero cómo iba a saberlo, su carcacha se había descompuesto. En fin, nos pusimos de acuerdo y terminamos por vernos en un restaurante. Y no solo hablamos de los daños del auto si no de muchas cosas. Pues ni siquiera sabía la existencia de ella en las televisión hasta que lo soltó. Me sorprendió mucho no saber de ella pues compartimos el mismo mundo y seguramente ya habíamos asistido a los mismo eventos, así es como conocí a Greta Schneider

—Georg....sigues igual, solo que más viejo—Vaciló Greta—¿No vas a saludarme?—

—S...s....si, Greta, es bueno verte—Dije cerrando los ojos cuando ella me abrazó, Pude sentirme como en casa

Mis fosas nasales nuevamente olieron su aroma dulce, el olor de su pelo rojo, y su mejilla como siempre permanecía fría

—Me he enterado que te casas. Felicidades—

Oh eso. Lo había olvidado por completo un segundo, era verdad que me casaba dentro de muy poco. Desvíe la mirada al suelo, apenado, incómodo. Mientras que a los pocos segundos Gustav y Liesel salieron de la sala, dejándome sola con ella