𝗕𝗮𝗱 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗧/𝟮; Tom and Bill Kaulitz

𝟎𝟖| ¿𝙿𝚘𝚛 𝚚𝚞𝚎́ 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜 𝚘𝚌𝚞𝚕𝚝𝚊𝚛𝚝𝚎?

Al día siguiente había amanecido con los ojos rojos e hinchados, quería quedarse en cama y volverse a encerrar en su círculo, pero no podía seguir actuando de esta forma, ya no era una jovencita. Se ducho con agua fría para calmar los músculos tensados. Rompió esa faceta de no volver a tomar antidepresivos. Pero las manos  le temblaban con mucha intensidad que era imposible de controlar, la plática que había tenido con Tom simplemente la dejo pensando, dejándola con un mal sabor de boca, y sobre todo eso de confirmar que Tom estaba por casarse, moría de celos, de culpabilidad, moría de rabia ¿Pero qué podía hacer?. Solamente aguantarse. Tomó dos pastillas y se las llevó a los labios. ¿Vas a volver a mantenerte de pie con antidepresivos Liesel?

Bajo del taxi al llegar frente a la casa de su madre, entró por la puerta trasera pues desde siempre Emily había dejado esa puerta abierta por cualquier cosa. Y en cuatro entró se llevó la grande sorpresa de encontrarse con Bill junto con una taza en las manos

—¿Que haces aquí?—Preguntó Liesel
—¿Siempre te despierta de malas?—
—Lo siento, buenos días Bill ¿Que haces aquí? Lucrecia no me avisó que estarías aquí—
—Si lo sé, le dije que no lo hiciera, quería darte la sorpresa—

Liesel elevó una ceja, sin saber cómo actuar después de la conversación que tuvo con Tom lo menos que quería ver a ninguno. Enseguida Bill se puso de pie y le extendió un plato con frutas

—Seguro que no has desayunado—
—No aún no—
—¿Estás bien? Tienes los ojos rojos he hinchados. ¿Estuviste llorando?—Preguntó Bill tratando de acariciar sus mejillas
—Estoy bien Bill—

Bill asintió con la cabeza, se volvió a sentar mientras miraba como Liesel abría la alacena para sacar una lata de crema batida llenando completamente su fruta del dulce blanco

—¿Mucha crema batida?¿No te hará daño?—
—Ya nada puede hacerme daño....—Susurro bajo
—¿Cómo? No logré escucharte—
—Que me gusta la crema batida, es dulce que te hace solamente centrar en su sabor y así olvidarte completamente del dolor y los problemas—

Se llevó las fresas con mucha crema batida a la boca, cerró los ojos y dibujó una pequeña sonrisa al sentir su sabor, mientras que Bill sentía las mejillas rojas al ver cómo la castaña disfrutaba del contenido

—Actúas como si nunca la hubieras probado—Soltó Bill provocando que la castaña abriera los ojos y lo mirara
—No sabes lo que la crema batida provoca en mi—
—Si, acabas de decirlo, que te hace olvidar de tus problemas y el dolor. ¿Que problemas quieres olvidar?¿Que dolor sientes y porque quieres olvidarte de ello?—

Liesel apretó los labios, ¿Cómo podía decirle que le dolía saber que Tom iba a casarse?¿Cómo reaccionaría Bill?

—Te has vuelto un preguntón—Lo vaciló tratando de cambiar el tema
—Talvez.... O tal vez quiero saber todo de ti, sobre qué has hecho todo este tiempo. Quiero volver a conocerte y volver a tener una conexión—

Sonríe al escuchar esas palabras, la voz de Bill seguían calmando mis nervios aunque fuera él mismo quien los provocaba, podía ponerme a pensar sobre esta situación y lo único que lograba era sentirme triste, rota

—¿Estás bien?—Preguntó Bill al ver que Liesel se había quedado perdía en sus pensamientos
—Si, voy a subir—

Se levantó de la silla con un plato de frutas y subió las escaleras grandes hasta entrar a la habitación de su madre. Y al ver que Emily se encontraba dormida con los labios secos y partidos simplemente se sentía mucho más triste. Culpable por haberse ido y dejar a su madre sola tanto tiempo