Arrastrando sus piernas de color verdosas, lamentandose el como pudo a ver hecho tal atrocidad, a alguien que tanto amaba. Moviendo sus gafas rotas para mirar hacia un gran edificio bastante alto, con una sonrisa de sus labios rotos saliendo.
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Una historia de amor, bastante hermosa, si no fuese por la sangre y las criaturas deformes verdosas que siempre les interrumpió durante sus momentos tan adorables.
Sucedió hacia ya 2 años, aquel brote que sucedió en Asia y llegó hasta la residencia de alexis quackity, donde sin remordimiento alguno, tuvo que avostumbrarse a asesinar, arrastrar, sacrificar entre otras cosas a varias personas cercanas. Y la prueba de ello era la gran cicatriz en su ojo, que llevaba desde su ceja hacia su labio que había dejado su ojo medio ciego, si no fuera porque era un ex estudiante de medicina probablemente hubiera muerto. Aquella gran cicatriz que no fue hecha por un monstruo, si no por alguien que realmente amo.
Peleando con algunos zombie, cerrando las puertas con algo de dificultad, sintiendo como de un momento a otro, había una pequeña sombra negra en su lugar seguro.
"¡Oye tu! ¡Ayúdame si no quieres morir!" Grito alex, empujando, intentando cerrar la puerta con su peso, sintiendo como los zombie comenzaban a amontonarse, escuchando como aquel individuo se acercaba y hacia caso a sus indicaciones en automático, sintiendo como con facilidad, ambos pudieron cerrarla.
Suspiro aliviado, recobrando su respiración, por fin había logrado escapar de aquella manada de zombies lentos y hambrientos, sintiéndose a salvo en aquel lugar. Volteo su mirada, llendo a agradecer a aquella persona que le ayudó sin prisas.
"Muchas gracias, en serio no lo hubiera logrado sin.." Se quedó sin voz, mirando como se encontraba un chico de piel verdosa, con unas gafas redondas y un cuerpo algo sangriento. ¿¡Ese acaso no era un zombie?! Rápidamente sacando una escopeta de su mochila, mirando como el otro chillaba ante esa amenaza.
"¡Hey! ¡Que te pasa hermano!" Grito aquel zombie, mirando como ambas miradas se unían, creando en ambos una gran conexión extraña.
"Eres un zombie, ¿Porque hablas?"
"¡No soy un zombie!"
"¡Tienes la piel verde, una marca de mordida y realmente se comieron tu cuerpo! ¿Como es posible que sigas cuerdo?"
"¡No sabes cuanto he esperado para que me preguntaran eso!" Chilló aquel castaño, moviendo sus manos con rapidez, acomodándose los lentes y comenzando a hablar. (☝🤓)
"Cuando fui mordido, realmente no me di cuenta hasta que días después mi piel se comenzo a tornar de este tono, logre mirar que había sido mordido, que nisiquiera yo lo había notado. Comenze a investigar rápidamente sobre esto, dándome cuenta que aun tenía mis 5 sentidos, algo raro estaba sucediendo. Explore por toda la ciudad, viaje bastantes lugares sin ser atacado por ningún zombie, dándome cuenta que ellos realmente pensaban que yo era uno de ellos. Por lo que como en mi videojuego favorito, podría significar que hay algo en mi que podría contener el antídoto para terminar toda esta apocalipsis y según lo que he investigado esto pued-" fue interrumpido.
