Hamilton AU!
Sally es Eliza.
Quackity es Angelica
"Bien.. Bien.. ¡De eso es lo que he estado hablando!" Hablo aquel rubio menor, levantando aquella copa con una sonrisa borracha.
"Ahora todos levántense, para la gran dama de honor.." Dio suspenso Tommy, para con una sonrisa grande en su rostro gritar "¡Alexis Quackity!". Levanto aun más su copa, mirando como todos dejaban un espacio para aquel azabache, el cual con copa de vino en mano, agarro su vestido para levantarlo y dar una reverencia.
Todos parecian felices, hoy era el hermoso dia donde su hermana consevia un gran matrimonio, obviamente el tendría que decir unas palabras bondadosas y dejar sus mejores deseos a la familia..
"¡Un brindis por el novio!" Sonrio alex, mientras todos comenzaban a chocar sus bebidas.. "¡Por la novia!" Alex sonrió, mirando a su hermosa hermana con el vestido blanco agarrándose de el brazo de aquel hombre..
"¡De parte de tu hermano mayor, quien siempre estará a tu lado!" Miro a su hermana, la cual comenzaba a llorar de felicidad, el ambiente era más que hermoso y nostalgico..
"¡Por su unión!" Escucho gritos de los hombres presentes, los cuales gritaban, ¡Revolución!.. "Y la esperanza de que puedan proveer.."
"Y espero que siempre.. estén satisfechos." Sonrio alex, con lagrimas en sus ojos. Cualquiera diría que estaría llorando de felicidad por su hermana menor, pero en realidad, estaría llorando por un corazón roto.
¿Que tal si nos devolvemos en el tiempo?..
Recuerda esa noche como si hubiese sido ayer, en aquel gran lugar con decoraciones realmente llamativas y costosas, notándose que era para personas de buen dinero.
Alex no era lo contrario a esto, el es el hijo mayor de un duque, por lo que no necesitaba más en que pensar. Esa noche no fue algo fuera de lo común para nuestro chico de lunares, mirar a hombres tropezandose y saboteandose entre sí para ganar la atención de el o su hermana.
Realmente no estaba de humor, era más que cansante estar entre tanta gente desconocida y conocida, no quería socializar. Mirando por todos lados, en busca de su hermana menor, sus ojos se posaron accidentalmente en una cabellera rizada más que extravagante.
Torció su labio un poco confundido, mirando hacia aquel desconocido de tan llamativa imagen, logrando mirar su rostro. Juro que jamás sería el mismo.
Ojos inteligentes, gafas redondas, un cuerpo hambriento. Era más que atractivo a los ojos de Alex, ese hombre le robo el corazón en ese instante.
Sus ojos rozaron, logrando hacer que de sus mejillas morenas saliera un sonrojo macizo, sentir aquella mirada era totalmente un sueño. ¿Acaso esto era el famoso amor a primera vista?, comenzó a pensar para si mismo en esos instantes, mirando como aquel hombre se le acercaba con una sonrisa más que brillante, resplandeciente.