𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔 | ᑫᵘᵃᶜᵏᵇᵘʳ

3/12/XX

Cuando el invierno comenzó en aquella pequeña ciudad donde vivía un chico de estatura baja, creyó que sería el tercer día de diciembre de rutina que ha tenido estos largos 4 años. Más sin embargo desde que su mejor amigo, wilbur soot, rompió con su novia, este año se torno más diferente de lo habitual.

Un fallido romance y un amor no correspondido no pueden ser tan distintos el uno de el otro, hasta que ambos se unen.

''¿Por qué alguna vez querrías besarme?''

El pensamiento en su cabeza fue evadido por alex, mientras miraba a su mejor amigo wilbur a un lado suyo. Esté estaba a su costado mientras ambos, en aquel frío invierno, descansaban en la banca de un área común. Hombro a hombro, corazón a.. Corazón.

Wilbur daba ligeros ruidos de molestia, refunfuñando para si mismo, mientras con una intención de buena persona, alex soportaba sus ruidos de enfado. Recientemente la novia de wilbur le había terminado. Wilbur dabá susurros, consolandose a si mismo, Tal vez por ser un idiota, y tal vez por no saber como cuidar de su propia novia.

El frió le creó otro ligero temblor, escuchaba como su mejor amigo en realidad si amaba a aquella chica lo tenía más que implementado en su cabeza gracias a como su amigo lo repetía cuantas veces podía.

Pero lo terminó, tambíen le sorprendió a alex a decir verdad, le faltarían dedos para contar las veces que su mejor amigo le ha cancelado sus salidas, que dejaron de ser semanales, hacía el boliche; Contaba con ello, no lo odiaba, tal vez un poco, pero no es su relación para alargar los temas.

Hace 4 años, un frío día de diciembre, su mejor amigo le contó que había conseguido una novia. No sonrió ante la noticia, fuese por el sweater que llevaba puesto de el castaño o por sus sentimientos, No le rompió el corazón, pero si lo confundió. Fuese más por la sonrisa sincera de la que fue testigo, una sonrisa enamorada.

Aclaró, no fue algo que lo hizo llorar cada noche, algo que se quedaría en su cabeza cada año, de todos los días en la noche; Tampoco fue algo que incrementó en la misma fecha de cada diciembre, donde su mejor amigo y su novia tendrían una cita todo el día. Jamás le importó, un poco si le asfixió. Los domingo en la noche, con un sweater de poliéster, se creó una tradición junto a sus sabanas; Pero nada que llegó a matarlo.