Capítulo 31: I Miss Thailand

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-Bueno-, se estiró la Doctora. -Supongo que será mejor que volvamos al Zeppelin-.

-Supongo-, convino Harry activando el puerto.

-Bienvenido de nuevo, amigo mío-, sonrió el Profesor. -Confío en que te hayas divertido-.

-Digamos que fue esclarecedor-, sonrió Harry. -¿Se han divertido todos?-.

-Sí-, asintió el profesor. -El Arquitecto se ha ido a la isla a hacer su reconocimiento inicial y hemos contactado con varios duendes más sobre nuestro plan de extraer titanio-.

-Estupendo-, asintió Harry. -Absolutamente genial-.

-Como nota al margen-, sonrió el profesor. -Hemos recogido a dos nuevos tripulantes, un Sastre y su esposa-.

-¿Cómo se llaman?- Harry parpadeó, aquel tendero había subido otro puesto en la lista.

-No sé pronunciarlos-, se encogió de hombros el profesor. -Así que los hemos estado llamando el Sastre y el Trabajador del Cuero-.

-Oh... qué bien-, asintió Harry.

-Vamos al puente-, sonrió el Profesor. -Así podremos poner rumbo a nuestro próximo destino-.

-De acuerdo-, Harry se encogió de hombros.

Harry y el Profesor caminaron hacia el puente y Harry hizo una línea recta hacia el centro de la habitación después de atravesar la puerta.

-¿Adónde vamos ahora?- Preguntó el Profesor ignorando la forma en que Harry había tomado el timón del Zeppelin y los sonidos de "vrooming" que hacía.

-Tailandia-, sonrió Harry. -Grandes playas y templos geniales-.

-Gallinita-, se volvió el Profesor. -Pon rumbo a Bangkok... hazlo YA-.

-Realmente necesitas encontrar un mejor final para eso-, respondió Henchgirl mientras fijaba el rumbo. -Hacerlo AHORA simplemente no fluye-.

-Lo sé-, dijo el profesor. -Pero has votado en contra de mi sugerencia de contratar guionistas para que nos consigan a todos líneas muy chulas-.

-Me iré a mi camarote-, Harry retrocedió fuera de la habitación. -Y dejaré que ustedes dos resuelvan esta conversación en paz-.

-Se ha ido-, el Profesor se asomó por la puerta para ver salir a Harry.

-Bien-, Henchgirl tomó el volante. -Vroom vroom-.

-Yo sigo-, el Profesor miró el volante. -Así que no tardes mucho-.

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-Hemos llegado-, le dijo el Profesor sonriendo a Harry. -Henchgirl y yo nos dirigiremos a la playa después de dejarte-.

-Nos veremos allí más tarde esta noche-, asintió Harry.

-No hace falta-, parpadeó el profesor. -Podemos volver más tarde esta noche si lo deseas-.

-Me parece bien-, asintió Harry. -¿Qué están haciendo los demás?-.

-La Doctora va a visitar una granja de serpientes de la Cruz Roja, el Arquitecto va a empezar la construcción de su oscura fortaleza, y el Sastre y su mujer vienen con nosotros a la playa-.

-¿Granja de serpientes?- Harry parpadeó.

-Dice que algunas partes están abiertas al público-, se estremeció el Profesor. -No para mí, gracias-.

-Diviértete en la playa-, Harry se puso en la plataforma del PortTrans. -Llévame abajo-.

Harry llegó frente a una gran estatua en medio de una rotonda y se tomó un momento para admirar la gran estatua de bronce. Encogiéndose de hombros, se acercó a la carretera y llamó a un taxi.

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