'Serendipia significa encontrar por casualidad algo que no se buscaba, pero que es sumamente valioso'
Kassia nació en Pandora, un corazón intrépido que no podía salir de los laboratorios, cada eclipse le pide a Eywa que le permita conocer Pandora de...
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Había pasado una semana desde la última vez que visitea los ikranes. Luego de mis entrenamientos acompañaba a mi hermana a alimentar a Seze sin falta, realmente me había encariñado con el ikran, es juguetona y bastante atrevida. Congeniaba bastante bien con mi hermana, sin dudas, era fácil entender por qué la gran madre había decidido agruparlas.
- ¿Te gustaría volar, hermana?
- Hablas de ¿ahora?, ¿subir contigo a Seze?
- Si bueno... habíamos prometido llevarte en paseo cuando tengamos a nuestros ikranes, y ahora puedo cumplir la promesa, yo creo que esperaste demasiado. Pero si no quieres no hay problema, no te voy a obligar.
- ¿Estás bromando?, ponte el visor ahora Neytiri, nací lista para volar en ikran.
Ney se levantó de inmediato de la rama en la que estábamos sentadas y llamo a Seze, la cual acudió casi de inmediato a su llamado, me acerque de forma lenta y calmada para no asustarla, pero apenas me vio acerco su hocico a mi pecho, provocando que suelte unas ligeras risitas y suba mi mano para acariciar su cabeza.
- Me voy a poner celosa, eso nunca lo hace conmigo, es injusto, soy su jinete.
- No hagas berrinche hermana, Seze es una buena chica, ¿no es así?, ¿Quién es una buena chica? Seze lo es, sí, Seze es una buena chica – lle hablé con la voz más fina que logre hacer para dirigirme al ikran que secomportaba como un gran perro, calva y mucho más colorida.
- Bueno, ya que vas a volar conmigo y pronto vas a ser una Omaticaya, creo que deberías de tener esto.
Vi como de atrás de su espalda saco un pequeño trapito, de color morado hecho una bolita. Lo tomé sin entender bien que era, vi una esquina de la tela y la tire para desenvolver el paquete. En total di cerca de tres vueltas hasta descubrir que guardaba, sorprendida, solté todo el aire que tenía en mis pulmones, tome entre mis manos el visor que se encontraba a su interior, paseé la mirada del regalo a mi hermana y viceversa. Detalle el regalo, era de color café, con un par de huesitos que marcaban el patón de algunas columnas, las cruzaban varias correas de cuero teñidas de colores rojizos, sin duda era realmente hermoso y extrañamente familiar.
- Esto... es hermoso, es realmente hermoso, ¿de dónde lo sacaste? – le pregunte.
- Bueno, era el visor de Sylwanin, y como todavía no tienes tu propio ikran, podrías usar el de ella – me sonrió.
Deje la tela que envolvía el visor en una de las correas que cruzaban por mi cintura y acomode el visor sobre mis orejas y encima de mi cabello, una vez que lo sentí cómodo subí la mirada y le sonreí con emoción a mi hermana.
